Hoy en día, para los jóvenes estudiantes, aprobar las matemáticas es un verdadero reto al que se enfrentan a lo largo de toda, o casi, su vida estudiantil. Es la asignatura que más se suspende en nuestro país. Además, es a la asignatura que más tiempo de estudio se dedica.
Para los estudiantes, las matemáticas son una verdadera
cruzada que comienza al iniciar el curso escolar.
Este es el perfil de los estudiantes que suspenden
matemáticas: La mayoría de los jóvenes son conscientes de las dificultades que
conlleva esta materia, así que muchos de ellos, como sus padres, creen que
acudiendo a clases particulares pondrán fin a este caos numérico.
Al apuntarse a estas clases, los chavales, dejan de hacer
ejercicios matemáticos en su casa para realizarlos en la clase particular, en
dichas clases lo que se debería hacer es resolver dudas y reforzar el trabajo
desarrollado tanto en el colegio o instituto como en casa, habiendo repasado
antes o después de acudir a esas clases particulares.
Hay jóvenes que, incluso, rehúsan atender a las clases de
matemáticas de los centros educativos con el pretexto de que en su clase
particular se lo explicarán correctamente, así que se dedican a no hacer nada y
molestar a sus compañeros.
También existe el prototipo de estudiante con fracaso
matemático que da por hecho que no aprobará esa asignatura en todo el año y
pasa de ella durante todo el curso escolar, sin pensar que eso repercutirá en
su futuro académico y cultural.
Otros se basan en aprobar "a lo burro", se
aprenden el desarrollo de los ejercicios de memoria, sin preocuparse de
entender por qué se debe hacer de una forma u otra, de esta forma se presentan
a los exámenes, exponiéndose a un examen de memoria en lugar de matemáticas, la
mayoría suspenden.
Existen, como no, alumnos que se dedican a aprenderse
únicamente las fórmulas que se necesitan aplicar para la resolución de los
ejercicios, estos estudiantes creen que aprobarán el examen solamente sabiendo
las fórmulas y sin haber hecho apenas ejercicios previos al examen, otros que
catean.
Luego está el típico que sólo estudia diez minutos del día
antes al examen, en el momento que les entregan el examen y ven que no tienen
ni idea, piensan: "debí estudiar y hacer más ejercicios".
Y por último, nos encontramos con el joven que por alguna
razón tiene mala base matemática, gran problema, porque esta ciencia exacta es
como la construcción de una casa, se empieza por los cimientos y se acaba por
el tejado. Con esto quiero decir que, si no sabes los básico y esencial, no
puedes avanzar con operaciones y problemas más complicados.
La solución a esta catástrofe académica creo que se
encuentra en: el estudio moderado, pero diario, es decir, repasar lo que se ha
explicado ese día en las clases escolares. Realizar ejercicios sabiendo por qué
se hace de esa forma, entendiéndolos. Atendiendo en las clases, si pierdes el
hilo estas perdido. Adquiriendo una buena base, esto es importantísimo para
años venideros. Pidiendo ayuda siempre que la necesites, encontrarás a alguien
capacitado para esto.
Imagen maldita.es
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