Hoy en día, el mundo de la moda está recibiendo muchas quejas por las modelos que están en extrema delgadez desfilando en sus campañas.
Además de que las modelos no están nada saludables debido a sus condiciones, están mandando al mundo una idea de cuerpo totalmente irreal y sobre todo dañino para la salud.
En España existe un 8,94% de obesidad entre los niños y niñas pequeños, y a medida que ellos vayan creciendo, los medios de publicidad y moda les van a mostrar cuerpos de jóvenes esbeltos y delgados hasta un punto en el que no es nada saludable.
Probablemente por eso cabe imaginar que el 11% de los adolescentes están en riesgo de sufrir anorexia, sobre todo en las chicas.
Ha costado mucho, pero se empiezan a ver iniciativas que intentan proteger a las jóvenes de la anorexia, o incluso que luchan contra la propia enfermedad de las modelos que tienen que adelgazar significadamente para que puedan encajar en las prendas más exclusivas del mundo y salir a la pasarela.
A pesar de que algunos gobiernos están empezando a tomar sus propias medidas, como en Francia, la conocida como talla cero está prohibida, o en España, para que las modelos puedan estar saludables, la talla 34 es físicamente muy difícil de alcanzar, porque además de delgada, se tiene que ser alta. Mujeres de 1,70 centímetros, que es la altura mínima para poder desfilar, deben de tener medidas de pecho, cintura, y cadera equivalente a una talla 34, o lo que es parecido a una chica adolescente en desarrollo.
Unas modelos denunciaron en Nueva York que la industria de la moda les estaba presionando bastante para perder peso, sin casi importarles su salud, hasta muchas modelos confirman que poner en peligro su bienestar se ha convertido en una forma necesaria para poder conseguir empleo, ya que tienen que ser muy delgadas.
Esta presión muestra cómo la moda impone estándares corporales demasiado estrictos que las modelos deben cumplir para poder llegar a ser aceptadas.
Además, las personas desarrollamos una
representación mental de nuestro cuerpo influenciada por la sociedad y la
cultura, que a menudo no coincide con la realidad.
Esto nos lleva a las modelos a no sentirse satisfechas consigo mismas y a adoptar hábitos poco saludables para cumplir las expectativas de las industrias.
Las consecuencias de la presión por mantener
un cuerpo delgado en la industria de la moda son muy preocupantes.
Muchas modelos pesan muy por debajo de lo
saludable y reconocen que las agencias las presionan constantemente con
adelgazar, en un punto que las amenazan de no contratarlas.
Esto afecta sobre todo a las modelos más jóvenes, porque les pueden dejar secuelas físicas y emocionales difíciles de superar.
Además, muchas controlan exageradamente lo que
comen, saltándose comidas o siguiendo dietas demasiado estrictas que ponen en
riesgo su salud.
Hasta llegan a perder el control sobre su alimentación, como provocarse el vómito o haciendo ejercicio en exceso. Esto genera una carga psicológica muy grande, ya que la mayoría acaba teniendo ansiedad, baja autoestima o depresión por no poder alcanzar el cuerpo ideal.
En mi opinión, las industrias deberían
replantearse lo que promueve, porque esto no solo afecta a las modelos, si no a
millones de personas que ven estas imágenes diariamente.
La presión de encajar en un cuerpo extremadamente delgado genera inseguridades y problemas de autoestima entre las jóvenes de hoy en día, quienes se comparan constantemente con un modelo que no es realista y ni mucho menos saludable.
Es importante destacar la influencia que hacen
los medios de comunicación y las redes sociales, que crean expectativas que
muchas veces son difíciles de alcanzar.
Este problema no solo es físico, sino también cultural, porque condiciona en la manera que se ven las personas a sí mismas y a las demás.
Creo que fomentar la diversidad corporal y la
aceptación de diferentes tipos de cuerpos debería ser una prioridad, tanto en
moda como en publicidad.
Campañas que enseñen cuerpos reales sobre todo saludables pueden ayudar a reducir los riesgos de problemas psicológicos o trastornos alimenticios.
Además, la educación desde temprana edad sobre
hábitos de vida saludable y la autoestima son formas de proteger a los jóvenes
de la presión por su apariencia física.
La moda podría llegar a ser un ejemplo positivo si prioriza la salud en vez de la estética de las modelos.
En conclusión es responsabilidad de la
sociedad, los medios y las marcas trabajar juntos para extender otro tipo de
belleza sin tener que poner en riesgo la salud de las modelos. Solo así
podremos construir un entorno en el que cada persona se sienta valorada por
como es, sin compararse con otras.
Fomentar esta transformación permite que
futuras generaciones crezcan con mayor seguridad y bienestar, dejando atrás los
estándares irreales que tanto daño han causado
Infografías
1
Título: Impacto
de los estándares de belleza
Enlace:https://itasaludmental.com/blog/link/342
2
Título: Extreme
thinness is still an expectation in the fashion industry, new study shows Autor:
Angelika Erdélyi
Espacio de publicación: Sitio web oficial del
Semmelweis University — sección “Semmelweis News / Health and prevention”
Enlace:https://semmelweis.hu/english/2024/05/extreme-thinness-is-still-an-expectation-in-the-fashion-industry-new-study-shows/

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