El simple hecho de ir de compras puede poner en peligro el estado del planeta, y con un cambio de hábitos se puede evitar poner en peligro al planeta.
El consumo abundante de las bolsas de plástico que poseen un
solo único uso, provoca una serie de desastres ecológicos. Por ello en parte de
Europa ya se ha impuesto una norma. En el caso de Cantabria, no se permite el
uso de bolsas de plástico o simplemente se grava con impuestos hacia el
consumidor. Se consumen demasiadas bolsas de plástico de un solo uso, aunque no
hay que negar que no sean necesarias por que se podría decir que nos hacen la
vida mucho menos complicada. Esto quiere decir que si no se toma medida en el
asunto el planeta iba a estar en un punto crítico de contaminación.
Pero si las sustituimos por aquellas menos contaminantes, de
más usos, y beneficiosas para el medio ambiente, seguirán de la misma manera
haciéndonos la vida más fácil pero en cambio estas nos proporcionarán un
entorno menos sucio, y libre de contaminación, por lo que con este impuesto se
intenta incentivar el uso de las bolsas de papel.
En Cantabria a partir del 1 de enero del 2011 se ha aplicado
una norma contra el consumo masivo de estas bolsas de plástico, es una norma
aprobada y establecida por la consejería de economía y hacienda el 31 de
diciembre del 2010. Mediante esta norma se grava con un impuesto de 0'05
céntimos al consumidor que no utilice bolsas reutilizables, recicladas o de
papel, es decir se pagará este impuesto cada vez que un consumidor utilice una
bolsa de plástico.
Con esta norma lo que se pretende es acabar con el consumo
masivo de las bolsas de plástico de un solo uso, que son contaminantes e
indestructibles durante un largo periodo de años. Esta normal no grava las
bolsas reutilizables es decir, aquellas que cumplen la norma,” UNE 53942:2009,
certificada por AENOR (empresa de certificados).
Estas bolsas tienen capacidad para 18 litros y una galga de
plástico (espesor del plástico) suficientes para la reutilización de al menos
15 veces. Esta norma conlleva una serie de consecuencias negativas hacia las
personas que trabajan en este campo, es decir los comerciantes. Ya que los
comerciantes que no utilicen bolsas reutilizables tendrán que gravar al cliente
con un impuesto de 0'05 céntimos por cada bolsa que dispensen, y esto en
algunos casos puede llegar a ser un tema de disputa. Por este motivo se intenta
incentivar a la población para que siempre lleven sus bolsas reutilizables a
los comercios ya que en algunos comercios siguen usando las bolsas de plástico
y aunque en ese caso la culpa sería del comerciante por no dispensar bolsas no
contaminantes el que al final tiene que pagar el impuesto es el cliente. Aunque
este impuesto a primera vista pueda parecer una forma más de recaudar dinero
hay que intentar ver más allá y darse cuenta de que a todos nos viene bien un
mundo con menos contaminación.
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