El vuelo
MH370, de Malaysia Airlines, fue un vuelo internacional de pasajeros Kuala
Lumpur- Pekín totalmente ordinario hasta que el 8 de marzo a las 2:40 (hora
local, UTH +8) el Boing 777-200 con 227 pasajeros y 12 tripulantes desapareció
de los radares aéreos al entrar al espacio aéreo de Vietnam, que afirma que la
aeronave perdió el contacto al poco rato de entrar.
Tampoco pudieron establecer
contacto con ella cuando sobrevolaba el mar: “Su código no apareció en nuestro
sistema”, dijo Bui Van Vo, director del departamento de control aéreo. Algunos
medios no oficiales filtraron que el ejercito de Malasia detecto al avión a las
4:30 en el estrecho de Malaca, y el jefe de las fuerzas aéreas malasias dijo
que el radar indicaba que el avión pudo haber girado antes de entrar a Vietnam.
No se recibió ninguna alarma, por lo que se cree que el suceso fue tan
repentino que los pilotos no tuvieron tiempo de reaccionar. Además en caso de
avería la principal preocupación de los pilotos es mantener el aparato en el
aire, no pedir ayuda.
En cuanto
desapareció el avión, las autoridades chinas empezaron a presionar a Malasia
para que le buscasen, ya que la mayor parte de pasajeros eran chinos. Lo
primero que se pensó fue que el suceso estaba relacionado con el terrorismo, ya
que al repasar la lista de pasajeros se detectaron a dos con pasaportes falsos,
que resultaron ser inmigrantes ilegales.
El mismo
día de la desaparición se encontraron dos manchas en el mar que podían ser del combustible
del avión, pero no se llego a confirmar. Así mismo, el día 9 la flota
internacional encargada de la búsqueda (formada por 40 barcos y 34 aviones)
dijo haber visto dos objetos flotantes, pero no pudieron confirmar su origen
dado que había anochecido. Más tarde se descubrió que era la tapa enmohecida de
una bobina de cable.
Las
autoridades ya dieron el avión por perdido y se dedicaron a buscar sus restos,
más concretamente la caja negra, que contiene datos GPS de la ruta del avión y
graban las conversaciones de los pilotos. Estos aparatos están diseñados para
soportar impactos, fuego e inmersión, por lo que son prácticamente
indestructibles. Además, emiten una señal ultrasónica y de radio que facilita
localizarlas. El inconveniente es que es una señal de muy poco alcance y solo
la emiten durante 30 días. Se estima que se puede llegar a tardar dos meses en
peinar toda la zona que se ha delimitado, por lo que es bastante difícil de
encontrar.
Se pedían
explicaciones a la empresa, y esta respondió que es muy extraño, ya que eran
dos pilotos altamente cualificados (uno de ellos con más de 18 000 horas de
vuelo) y que el avión había pasado una revisión hace dos semanas y estaba en
perfectas condiciones. La única explicación que encuentran es que el avión estuviera
fuera de banda y que no pudiera comunicarse, aunque esto no nos diga como
desapareció, si explica porque no saltó ninguna alarma, aunque estas también
pueden ser desconectadas de forma manual.
Cuatro días
después del accidente aun no se había encontrado nada, pero el ejercito de
Malasia había detectado una señal sospechosa en el estrecho de Malaca, que
podía estar relacionada con la desaparición o no, pero se decidió ampliar el
área de búsqueda al norte del océano Indico y a este estrecho ya que no se
descarta la posibilidad de que el avión se desviase de la ruta. En la última
conexión que se tuvo con la aeronave esta estaba a una altura de crucero de 35 000 pies , y ese
punto en el radar estaba a 29 500, por lo que si tratara del avión en cuestión habría
perdido altura, lo que puede indicar problemas.
Una semana
después, las autoridades aseguraron que el avión se había desviado
deliberadamente (lo que puede significar un secuestro, aunque esto sería
extraño ya que no se ha pedido ningún rescate) y que se habían apagado los
sistemas de comunicación, por lo que centraron las fuerzas de búsqueda en el
estrecho, abandonando el mar del sur de china. El área de búsqueda es
increíblemente grande, ya que la maquina tenía suficiente combustible para
cinco horas de vuelo, o lo que es lo mismo, 4 000 km . Se abrieron
investigaciones sobre la tripulación, pero la empresa protesto ya que decían
que debían centrarse en recuperar el avión y no en investigar a un piloto de 53
años.
El 17 de
marzo el Organismo Nuclear de la
ONU dijo que no había detectado ninguna explosión o impacto
de ningún avión. Este organismo fue creado para descubrir explosiones
nucleares, pero también puede detectar impactos de gran tamaño, como el que
produce un avión al estrellarse.
12 días después
de la desaparición, Australia afirmo encontrar un objeto flotando en el Índico
sur mediante un radar, pero no se pudo encontrar. Se inicio también una
investigación sobre uno de los pasajeros, que era ingeniero de vuelo y había
trabajado para una empresa de jets privados, por lo que tenia conocimientos de
aviación.
El día 16
Francia anuncia haber obtenido imágenes por radar de restos flotantes en la
misma zona del océano índico, por lo que surge la esperanza de que este ahí y
se empiezan a hacer simulaciones informáticas con las corrientes para facilitar
la búsqueda, que es difícil por las duras condiciones de este océano y la
distancia de la zona a la costa. Sin embargo, es demasiado pronto para empezar
a buscar con submarinos, ya que hay que acotar más la zona. En vez de esto se
utilizan unos barcos con un sensor de ultrasonidos sumergible mediante un cable
y que es remolcado a baja velocidad. Todas las fuerzas de búsqueda se centran
es esa zona.
El día 26
se encontraron más restos en el Índico, por lo que la empresa que ofrecía el
vuelo dio por sentado que el avión se había estrellado y que no había
supervivientes y mandó un mensaje a las familias de los pasajeros. El gobierno
chino ha enviado un representante a Kuala Lumpur para que obtenga todos los datos
que les han permitido llegar a tal conclusión.
Veintitrés
días después del suceso aun no han aparecido restos del avión, y todos los
avistamientos desde satélites han resultado ser basura flotando en el océano.
El 6 de
abril fueron detectadas dos señales por un patrullero chino que podrían
pertenecer a la caja negra, y anteriormente se habían encontrado restos sin
identificar en esa zona. Al día siguiente un barco australiano volvió a
detectar una señal similar durante más de 2 horas. Se recibieron más señales el
día 9. Ahora lo que más preocupa a los buscadores es la profundidad de la zona
y que el fondo es cenagoso y poco estudiado, por lo que la caja podría quedar
oculta.
El 14 de
abril se empezó a rastrear el fondo con un submarino teledirigido, aunque la
misión (de 8 días) terminó sin éxito.
Un año después se sigue peinando la zona, aunque se cree que es bastante improbable encontrar
el avión en un futuro próximo.
Luís
Matabuena
Estudiante
de secundaria, Colegio La Paz ,
Torrelavega (Cantabria)
Imagen zoomnews
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