Javier
Botet es un actor atípico que cuenta como éxitos cada una de sus películas.
Tras “Rec” y “Mama”, se prepara para su aventura americana, de la mano del
Guillermo del Toro.
Su pasión
por el cine fue temprana, cuando de adolescente realizaba cortos con sus
amigos. Pero fue hace 10 años, cuando llegó a Madrid para ganarse la vida como
ilustrador, en editoriales pequeñas y haciendo dibujos animados cuando todo
cambió. “La casualidad me llevó a un curso de efectos especiales. Mis dotes
interpretativas son mi predisposición, el arte dramático era lo que había
trabajado de modo totalmente libre, autodidacta con mis amigos y lo que hice
fue aprovechar ese curso para darme a conocer entre los profesionales del
maquillaje. Tuve una oportunidad en una película en la que el profesor Pedro
Rodríguez iba a hacer un personaje fantástico le comenté que yo estaba ahí para
que me diera una oportunidad si quería explotar mi físico. Me la dio y a partir
de ahí conocí a gente, empecé con un representante y comenzó un trabajo tras
otro”.
Botet
padece el llamado síndrome de Marfan, una enfermedad rara del tejido conectivo,
cuya manifestación más visible es el alargamiento de las extremidades. Un hecho
que ha dibujado su desgarbada figura y le ha abierto un hueco en el cine
fantástico y de terror. Un tipo de producciones en las que se invierte mucho
dinero y en las que el riesgo de fracaso es muy alto. Pero el triunfó. Tras
REC, Javier tiene en cartelera “Mamá” , una producción donde se ha trabajado
con una de las chicas de oro de Hollywood, Jessica Chastain, que ha contado con
mucha distribución y que al llegar al número 1 en Estados Unidos, ha relanzado
su carrera
Dos
directores han marcado hasta ahora su carrera,
Álex de la Iglesia ,
con quien ha hecho un par de trabajos y con Guillermo del Toro, con quien ha
coincidido en “Mamá”. “Trabajar con él internacional. El hecho de haber
trabajado con él y de satisfacerle me ha introducido en su mundo mental y ha
creado un contacto del que creo surgirán dos proyectos muy interesantes en
breve”.
Su trabajo
le está abriendo las puertas del mercado americano y acercarse a sus sueños,
trabajar en producciones de ciencia ficción, intervenir en la última entrega de
Star Wars, trabajar con Spielberg, hacer cosas con Peter Jackson o incluso
acercarse al drama, con sus mitos de siempre, Lars von Traer o Tarantino. De
momento, disfruta de sus últimos éxitos “Las Brujas de Zurragamurdi” o “Magical
Girl” (premiada en los Goya 2015), al tiempo que se desplaza allí donde se lo
piden (como hace unos días a Granada) para apoyar jóvenes iniciativas y
talentos jóvenes.
Donde el
tono distendido de la conversación cambia es al hablar de política cultural.
Aquí Botet se enerva. “La piratería es un tema cultural. Es preciso concienciar
a nuestros hijos y o lo hacemos. En España la piratería es un acto
generalizado. Deberíamos ser un poco más responsables y darnos cuenta que nos
estamos cargando la cultura española. Yo no tengo ninguna fe en el ser humano y
menos en los españoles”. Relacionado con ello, Botet tampoco es partidario del
actual sistema de subvenciones que mantiene al cine español. “Son parte de esa
España con la que no comulgo, la que cuenta con ciertos circuitos de búsqueda
de fondos donde suelen abundar los corruptos y el desorden. Simplemente ese
sistema no fomenta el talento sino los contactos. No entiendo que los españoles
tengan que pagar dinero para que ciertas
personas hagan películas que realmente al público no le gustan. Considero que
hay que diferenciar el cine que puede ser arte y el cine que es espectáculo
pero, sobretodo, el cine debe ser hecho para el espectador, no para ti y que te
la pague el estado”.
Pero Botet
si que percibe cambios. Para el actor hay un aire de renovación juvenil, con más atención a la
taquilla, con un espíritu muy engullido por el cine americano y con nuevos
directores que están dando un poco más
de sentido a la industria. Aunque, “siempre hay una brisa de esperanza pero que
o acaba de convertirse en realidad. Es algo muy lento, de momento sigue siendo
eso, un aire de esperanza. De momento habrá que esperar 20 años para saber si
era de verdad o solo era un espejismo”.
El ejemplo
es el mismo. Con cuatro compañeros ha montado una productora, Meteorito Ozil,
con la que están produciendo nuevas ideas y cortometrajes. Su última idea es un
montaje formado por cuatro fracciones con una intención conjunta, de cuatro
directores diferentes. Pero escuchémosle, es lo mejor.
¿Cómo
empezó su carrera profesional?
El cine
siempre me gustó y atrajo mi interés. Pero no hice ninguna carrera de arte
dramático ni me prepare. Simplemente de vez en cuando tenía tiempo con mis
amigos para hacer cortos. Hace 10 años cuando me vine a vivir a Madrid a
buscarme la vida. Además de ganarme la vida ilustrando y dibujando estudié
bellas artes. Iba a editoriales, hacía dibujos animados y cosas así en Madrid y
seguía dándole vidilla a mi pasión por lo audiovisual, por el cine. Una vez me
encontré un papel de un curso de efectos especiales. Mis dotes interpretativas
son mi predisposición, el arte dramático era lo que había trabajado de modo
totalmente libre, autodidacta con mis amigos y lo que hice fue aprovechar ese
curso de efectos especiales para darme a conocer con los profesionales del
maquillaje. Tuve una oportunidad en una película en la que el profesor Pedro
Rodríguez iba a hacer un personaje fantástico. Le comenté que yo estaba ahí
para que me diera una oportunidad si quería y quería explotar mi físico. Confió
en mi y como era algo sencillo y requería solo físico me dieron esa posibilidad
y a partir de ahí conocí a gente, tuve un representante y empezaron a ver mi trabajo por otro lado. Así comenzó
mi carrera.
A nivel
general para alguien que este comenzando, ¿que pasos crees que debería seguir?
No lo sé
porque la verdad que mi situación es tan peculiar, yo juego en una banda que me
da mi físico, hay gente que está estudiando y trabajando para ser actor desde
muy joven y saben más. Pero tal como está la profesión les recomiendo que
tengan un físico peculiar.
¿Cuánto te
ha marcado tu físico?
En este
caso me dio toda la fuerza para hacer lo que quería. De hecho, cuando empecé
vivía con tres en un piso y los tres eran estudiantes de arte dramático y veía
lo complicado que era la competencia, la gente que aspiraba al papel de
protagonista era guapito y joven. Para ese tipo de papel de cualidades
interpretativas y un físico guapo, hay tanta gente que es una lotería que te
contraten. Mis papeles asumo que son más limitados en cuanto a talento
artístico, pero a mi me ha permitido acercarme al cine que he amado tanto.
¿Te
esperabas tantos éxitos desde “REC” hasta llegar al actual “Magical Girl”?
La verdad
que un éxito se espera siempre, pero no se prevé nunca, aunque se pongan a su
disposición mucho dinero y talento. Es más fácil fracasar que tener un éxito y
menos un éxito grande y eso nos pasó con “REC”. “REC” fue una película que se
hizo con poca intención y con bajo presupuesto y una esperanza muy vaga y que
fue una sorpresa absoluta. Con “Mamá” ya se apostaba más fuerte el tener en el
reparto a Jessica Chastain, la chica de oro en Hollywood, y detrás a unos
grandes estudios como Universal que iba a hacer un trabajo de distribución
importante. Yo realmente después de tanto trabajo y tantas fotos lo que
esperaba es que no fuese una película más de terror de estas que están una
semana en cartelera, la gente ni las ve y les dices el nombre y ni les suena. Tenía la esperanza
de que al menos tanto esfuerzo y tanto trabajo no hubiera quedado en el olvido
pero que fuera número 1 en taquilla en Estados Unidos, número 1 aquí en
España y estar teniendo todo este éxito
nunca terminas de verlo claro.
¿Cómo fue
trabajar con Guillermo del Toro?
Fue muy
bien. Yo siempre he tenido referentes. Por ejemplo siempre había querido
trabajar con Álex de la
Iglesia y ya he hecho un par de trabajos con él y llevaba una
temporada queriendo trabajar y coincidir con Guillermo del Toro y por el tipo
de películas que hacíamos sabía que podíamos llegar a coincidir. Y de repente
pues acabé coincidiendo gracias a “Mamá”. Y verle satisfecho con el trabajo y
verle visitándonos a menudo (porque el estaba rodando su película en las naves
del al lado y venía cada vez que podía y a las sesiones de visionado para
criticar y dar consejos) fue una experiencia. Hablábamos varias veces y verle
tan satisfecho con el trabajo me alegraba, pero un minuto después me centraba
porque además de hacer una película que me gustaba, podía llegar a gustarle a
mucha más gente. El hecho de haber trabajado con él y de que le guste mi
trabajo me ha permitido acercarme a él, seguir en contacto e introducirme en su
mundo mental. Y ya hay varios proyectos que tenemos en marcha para este año.
¿Se puede
decir cuales son estos proyectos?
No, de
momento se puede decir que hay dos proyectos en los que Guillermo del Toro
cuenta conmigo y en los próximos meses se irán diciendo porque de momento no
hay nada firmado solo son conversaciones por emails.
¿Crees que
una película como por ejemplo “Mamá” puede lanzar tu carrera a Hollywood?
Sí, bueno,
de alguna manera ya lo ha hecho porque ahora en Hollywood ya conocen mis
capacidad y bueno he empezado a notar algunos intereses, hay algún movimiento y
a mi representante ya le han llamado de algunas producciones americanas para
preguntar sobre disponibilidad y a parte de que hay proyectos con Guillermo del
Toro pues el ver que hay otra cositas que se están moviendo yo supongo que sí y
espero que si se consolide una carrera en Hollywood.
¿Cuáles son
tus sueños de celuloide, Javier?
Por ahora
todo va siendo como un cuento y muy bonito, pero conforme vives más desde
dentro esta carrera ves lo complicado e inestable que es y entonces empiezas a
centrarte en tus sueños, en tener una carrera lógica, creyente y medianamente
estable que te permita tener un buen nivel de vida pero sobre todo en la
continuidad de lo que sueñas, en no parar porque las pausas entre un trabajo y
otro son lo peor. Es una incertidumbre y una necesidad porque estás
acostumbrado a estar liado y eso te da la vida, y cuando no lo tienes te
vuelves loco. Por otro lado cuando duermo y consigo dormir, sueño con triunfar
en la ficción y en salir por ejemplo en la última entrega de Star Wars, que es
una de mis ilusiones desde niño, trabajar con Spielberg, hacer cosas con Peter
Jackson o incluso entrar en el mundo del drama con Lars von Traer o Tarantino.
Antes que
un actor soy un fan, un espectador. Llevo desde crío viendo cine compulsivamente. Para mi cada nuevo
rodaje es una aventura, con quien voy a compartir escena, quien va a dirigir.
Todo son regalitos e ilusiones de los que quiero perderme nada. Todo con todos.
¿Crees que
las subvenciones y la lucha contra la piratería son esenciales para apoyar la
cultura del cine?.
La
piratería es un tema cultural para el que hay que concienciar a nuestros hijos,
y no lo hacemos. Realmente todos estamos pirateando y verdaderamente
concienciados hay muy pocos pero deberíamos ser un poco más responsables porque
nos estamos cargando la cultura.
Somos unos
chorizos todos los españoles, tanto políticos como nosotros los ciudadanos, yo
no tengo ninguna fe en el ser humano y menos en los españoles. Las subvenciones
no me hacen mucha gracia porque es parte de esa España con la que no comulgo,
la que cuenta con ciertos circuitos de búsqueda de fondos que suelen estar con
bastantes corruptos desordenados, simplemente no fomentan el talento sino los
contactos.
No entiendo
que los españoles tengan que pagar dinero para que ciertas personas hagan
películas que realmente al público no le gusta. Si el cine estuviera hecho para
el público entendería que el público las pagará pero la gran mayoría de los
directores españoles han sido más artistas que cineastas. Considero que hay que
diferenciar el cine que puede ser arte y el cine que es espectáculo, pero
sobretodo que debe ser algo hecho para el espectador. Si no si quieres ser
artista y hacer tu paja mental pues genial, a tope has sido fiel a tu idea. Si
lo que quieres es hacer tu paja mental y encima que el Estado te pague tu
película entonces ahí ya no.
¿Cómo ves
al cine español?
Hay aires
de renovación juveniles, con más atención a la taquilla, con un espíritu muy
imbuido por el cine americano, porque hemos crecido viendo las películas de
Spielberg y eso ha creado en muchos un poco
más de sentido de industria.
Pero
siempre hay un aire una brisa de esperanza, pero que no acaba de convertirse en
realidad. Es algo muy lento, de momento sigue siendo eso, un aire de esperanza.
De momento hay que esperar 20 años para saber si lo que estamos viendo este año
es de verdad o solo era un espejismo.
¿Cuáles son
tus planes como director?
Ninguno, es
algo que hago por placer. Yo cada vez que tengo tiempo hago cortometrajes,
pequeñas bromitas, cosas muy sencillas, baratas, sin ninguna pretensión
especial, nada más que para colgarlo en youtube, porque tengo amigos que
dirigen y me gusta jugar con ellos. Para mí el cine, cuando soy director, es
una manera de probar y de inventar, ver si soy capaz de hacer algo y divertirme
haciéndolo.
Con unos
amigos en lugar de hacer nuestros cortos hemos hecho unas cuatro fracciones con
una intención conjunta y 400 euros en producción cada uno. Los actores suelen
ser amigos y los técnicos son colegas así que ha sido fácil contar con ellos.
Lanzar eso y verlo en todos los sitios que sea posible verlo y disfrutar,
jugar. Para darle forma legal he instituido una productora, con mis compañeros
que se llama Meteorito Ozil y bueno si dios quiere tenemos más proyectos e
iríamos cuidándolos mas, dándoles más tiempo y ya iríamos viéndolo.
Javier Ruiz
Vila, David San Juan
Colegio La Paz , Torrelavega (Cantabria)
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