lunes, 20 de enero de 2025

La guerra por el coche eléctrico entre China y Europa


El cambio de vehículos de combustibles fósiles a coches eléctricos ha marcado una nueva etapa en la industria del automovilismo, provocada por la necesidad de reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmosfera y así combatir al cambio climático. este es el motivo por el cual la competencia entre la Unión europea y china ha crecido tanto en tan poco tiempo, convirtiéndose en una guerra por lograr ser el mejor en el mercado de los coches eléctricos.

La Unión Europea está centrada en fomentar este cambio creando regulaciones y políticas con la intención de conseguir que los transportes sean más sostenibles. La UE se ha comprometido a reducir un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y así cumplir el objetivo de alcanzar la neutralidad climática para el año 2050. La UE ha invertido mucho en investigar y desarrollar tecnologías limpias para poder cumplir estos objetivos. Favoreciendo a los fabricantes locales, busca posicionarse líder global en el sector de los vehículos eléctricos.

Producir coches eléctricos se ha convertido en una de las prioridades de China. Gracias a la gran cantidad de fabricantes han aumentado la producción en muy poco tiempo, impulsados por políticas que favorecen la innovación y el cambio a este tipo de tecnologías. Desde 2015 China es el mercado más importante de vehículos eléctricos del mundo. Algunas empresas como BYD y NIO han conseguido más reconocimiento internacional, llegando a desafiar a marcas tradicionales europeas y estadounidenses en aspectos como la tecnología y el diseño.

La competencia no solo es en la producción, sino que también en la investigación y el desarrollo de baterías, un componente imprescindible para poder fabricar coches eléctricos. China es el líder en la suministración de materiales para baterías, cómo el cobalto y el litio. La UE no ha tardado nada en reaccionar a esta dependencia, creando iniciativas para desarrollar una industria de baterías autosuficiente.

El choque entre estas dos potencias ha provocado tensiones comerciales. La UE ha contado sus preocupaciones sobre el comercio chino, acusando a los fabricantes de sacar beneficios de subsidios estatales que distorsionan la competencia. Para poder competir contra esto, la UE ha puesto aranceles y medidas antidumping para proteger a sus fabricantes. En esta situación se puede ver la gran preocupación que hay sobre la igualdad en el comercio global y el impacto que tienen las políticas estatales en la competencia.

A medida que la guerra por los coches eléctricos va creciendo, las implicaciones son mayores. La competencia entre la UE y China en el futuro no solo afectara a este tipo de mercado, sino que también afectara a la lucha contra el cambio climático. Ser el líder del sector puede ser muy relevante, ya que puede determinar quién puede cumplir sus objetivos de sostenibilidad y quien no, y a su vez, en que posición están en el ranking mundial.

En resumen, el conflicto por los coches eléctricos entre la UE y China es una guerra muy importante en lo relacionado con la movilidad sostenible. La UE quiere conseguir aumentar su independencia tecnológica en un futuro, mientras que China es el líder en la producción y el uso de coches eléctricos. El sector automovilístico no es lo único a lo que afectara, sino que también afectara a la lucha contra el cambio climático y a las relaciones comerciales. la forma en que se solucione definirá el porvenir de la movilidad mundial y la función de cada región en el cambio hacia un modelo más sustentable.

BIBLIOGRAFIA

La UE impone aranceles a los coches eléctricos chinos en respuesta a la competencia desleal La Vanguardia, Beatriz Navarro

Vehículos eléctricos: ¿sigue Europa a la cabeza? | Coface Coface

 

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