martes, 16 de junio de 2015

IU, entre la revolución y el abismo



Cuatro años ha durado en España la lucha contra la crisis económica. Cuatro años en los que los poderes públicos han hecho tabla rasa del estado del bienestar, en opinión de un significativo sector de la sociedad española. Un precio muy alto para solventar los males financieros del país. Un periodo en el que se han destapado muchas miserias de nuestro sistema político. La demanda de un cambio en la estructura del estado y en la concepción de nuestra democracia, mira desde hace meses a una izquierda sumida en un inquietante proceso de reorganización. La emergencia de Podemos, el estancamiento del PSOE  y la implosión de Izquierda Unida, junto a la aparición de nuevas plataforma electorales y alianzas hacen peligrar la construcción de una alternativa y la renovación del sistema.


Uno de los mayores críticos con esta situación es el diputado de IU Gaspar Llamazares. Asturiano, médico, comunista y coordinador de IU, Llamazares nos conoce, no en vano fue médico en Cazoña, en Santander, en sus primeros años en la sanidad.
Enfrentado con la dirección de su partido (aunque aun no dado a la fuga, como Tania Sánchez), Llamazares ha abandonado la dirección de una coalición en riesgo de extinción, regresando a su tierra, en la que tras ganar las primarias, ha conseguido el acta de diputado regional. Desde su despacho en el Congreso de los diputados miramos a la izquierda y reflexionamos sobre España.

Para comenzar,  conocemos al Gaspar Llamazares político, la figura pública, pero ¿desconecta? ¿Tiene dos vidas? ¿O la política y la vida privada pueden ir juntas?

Yo no tengo la sensación que tienes algunas de mis compañeros y algunos de mis amigos, que en determinado momento se desconecta y ya eres una persona diferente de la que eres en tu trabajo. No necesito desconectar, y de hecho no desconecto, yo mantengo mi actividad pública digamos casi siempre, quizá porque tengo la suerte de que trabajo en algo que me gusta y que trabajaba antes de ser llamémosle político a tiempo completo. Yo cuando estudiaba hacía política, era representante de los estudiantes y cuando era un profesional de la salud pública también, en el fondo es una forma de política sanitaria. Así que no me ha resultado extraño combinar mi vida personal y mi vida pública. No dejo de escuchar la radio, no dejo de leer los medios de comunicación, los periódicos y no dejo de atender a mi twitter. Y eso no me crea ningún tipo de estrés, no me afecta.




¿Es usted el crítico de los críticos?

Me preocupa que en las formaciones políticas de la izquierda no asumamos cada uno nuestro papel, que la mayoría no sea capaz de integrar a las minorías, no sea capaz de ser lo suficientemente sensible como para que las ideas de las minorías les sirvan y me preocupa que las minorías no asuman lo que son, una minoría, y que por tanto sus ideas se pueden incorporar pero no en su totalidad a la línea política mayoritaria. Yo creo que eso es lo que más me preocupa de esta dialéctica entre mayorías y minorías que a veces se convierte en un dialéctica gobierno oposición que creo que no es sana para las formaciones políticas, es decir, gobierno-oposición es una dialéctica necesaria en la democracia, con distintas ideas y distintos partidos e incluso es lo que está en estos momentos  parcialmente agotada porque cada vez es más necesaria una democracia más participativa, pero creo que dentro de un partido político esa dialéctica de frentes (entre el mayoritario y el minoritario) es en mi opinión es bastante estéril,  desearía que hubiera en ese sentido una mayor pluralidad. Eso significa que deben incorporarse a IU otras sensibilidades que ahora no están como el movimiento ecologista o el movimiento pacifista o feminista pues se ven postergadas. Yo creo que no solamente es estéril sino que además limita la pluralidad y la representatividad de la izquierda y la capacidad de renovarse la izquierda.

¿Puede ser IU gobierno del pueblo y partido a la vez?

Yo creo que en estos momentos la responsabilidad de IU es precisamente esa, por una parte ser fuerza con capacidad y alternativa de gobierno (que ya lo hemos hecho en el ámbito municipal y las comunidades autónomas) y al tiempo ser receptiva a las voces que desde la calle apuntan a cambiar la forma tradicional de los partidos. No basta únicamente con ser gobierno del país, tener capacidad de gobierno, no basta con ser un partido como el nuestro, muy plural a veces incluso conflictivo, sino que hay que dar un paso más y cambiar la forma de partido para permitir que ese futuro gobierno no sea únicamente un gobierno, por supuesto,  representativo, que cumpla sus promesas sino que sea aun gobierno también que garantice la participación cotidiana y directa de los ciudadanos. Yo diría que los gobiernos 2.0 o los gobiernos que además de la representación de los ciudadanos dan papel a los ciudadanos en las decisiones más importantes deben de ser los gobiernos de hoy.





Ha abandonado IU la idea de llevar la batuta dentro de la izquierda de España?

Yo creo que no lo pretendemos. Izquierda Unida no nace para ser una fuerza hegemónica. Yo creo que nacemos como un laboratorio de ideas y también como un catalizador, un catalizador de lo que podríamos denominar la unidad entre fuerzas políticas, organizaciones sociales y movimientos ciudadanos. Nosotros no nacemos para fracturar la izquierda ni para competir contra otros partidos de la izquierda sino para cooperar, para favorecer que haya un mayor nivel de acuerdo sobre todo político y social, que se supere ese agujero que hay entre lo político y social y luego nacemos también como un laboratorio de ideas para que seamos capaces de mejorar y actualizar nuestras ideas, las que intentan dar respuesta a los problemas de los ciudadanos sino también las metodológicas, las que tienen que ver con cómo participan los ciudadanos, como son más protagonistas de la política y no solamente un colectivo que sufre o que únicamente esta pasivo ante la política. Yo creo que solo se sale de la crisis política dándole protagonismo a los ciudadanos.




Nos enfrentamos a una situación que anticipa un vuelco electoral. Está la izquierda preparada para asumir la demanda de cambio que hay en el país

Es una gran responsabilidad la que tiene la izquierda, otra cosa es que seamos capaces de hacerlo, porque normalmente, sobre todo en las elecciones nos gusta demasiado vestirnos de largo y todo el mundo quiere presentarse a las elecciones con su propia identidad. Debemos aprender de la historia y evitar que tras las elecciones haya una mayoría conservadora y una atomización generalizada de la izquierda. Yo creo que tiene que haber un proceso unitario dentro de la izquierda alternativa, no incluyo al partido Socialista porque me da la impresión de que no quiere cambiar.

¿Por qué es más unitaria la derecha que la izquierda?

La derecha también es plural, en este país sobre todo la izquierda es plural desde el punto de vista de las ideas, y la derecha desde el punto de vista de los territorios, ya que somos distintos, porque la izquierda se mueve por ideas, y la derecha se mueve por intereses territoriales que están en conflicto y por tanto está muy presente, pero creo que las fuerzas políticas somos muy plurales y cada vez lo seremos mas sobre todo si queremos recoger la pluralidad de las sociedades complejas del siglo 21. Sumar fuerzas en momentos espacialmente difíciles como  este no significa negar el derecho a una fuerza política a existir sino sumar fuerzas coaliciones electorales o sumar fuerzas en movimientos amplios que cada uno tenga su identidad pero que al mismo tiempo prime lo que nos une.






Una de las asignaturas pendientes de IU es la relación amor con el PSOE, ¿Tiene solución?

Yo creo que en izquierda unida las relaciones con el PSOE siempre ha sido un tema polémico y a veces ha servido para peleas internas pero los mismos que a mí me criticaban porque no querían pactos con zapatero, luego han tenido acuerdos con el gobierno socialista en Andalucía. Yo creo que se utiliza y se instrumentaliza esas relaciones con el psoe conflictivas en nuestra organización que siempre producen resquemor en izquierda unida pero yo creo que tenemos que aprender a ser mas laicos en esas relaciones igual que en las relaciones con otras fuerzas políticas y queremos establecer esas relaciones en torno a aspectos objetivos, problemáticos, políticos que en determinados momentos será posible llegar a acuerdos y en otros momentos no. No me escandaliza la situación, a mi me gustaría que en el futuro la diferencia no fuera si yo soy más o menos duro con otro partido si yo soy más o menos identitario en términos de Izquierda Unida sino que la cuestión fuera incorporar y mejorar la presencia de las distintas sensibilidades que existen en la izquierda hoy y en España antes del movimiento ecologista, feminista todo eso en mi opinión es lo que realmente es la pluralidad de la izquierda.

¿La situación de crisis que vivimos ha demostrado que Europa, esta Europa, nos hace más fuertes o más vulnerables?.

El problema es que yo creo que Europa no está unida. Nunca hemos estado más desunidos los ciudadanos europeos que en esta época de especulación, privatización y crisis, nunca ha sido tan retórica la llamada a la unidad y la llamada a la solidaridad, algo que no existe.
La actitud que se ha tenido por ejemplo con Grecia es un paradigma de la insolidaridad. La actitud que se ha tenido con Portugal o mismamente con España, trasladando toda la responsabilidad y la culpa a los países deudores y prácticamente convirtiendo a la Unión Europea en un acreedor, no es una prueba de unidad ni de solidaridad, si no de  que esta Unión Europea va por mal camino.
En mi opinión, en este momento hay una disyuntiva. O mantenemos una Europa únicamente de mercado, y políticamente y socialmente desunida y en crisis, una Europa de un profundo malestar o bien cambiamos hacia una construcción que no se base en la economía y las finanzas, si no que dé el papel fundamental a los derechos y  a la solidaridad.





¿Cree que Europa ha perjudicado a España en los momentos de crisis?

Entendamos primero que yo creo que en esto momentos quien decide en Europa no es tanto los europeos si no una troika en mi opinión ilegitima.
Ha habido un golpe en Europa entorno a la crisis y la troika ha sustituido a los organismos pseudos democráticos de la Unión Europea. Y en estos momentos la política que realiza la troika es agresiva para los ciudadanos en general porque les dice que sus hijos van a vivir peor que ellos, y a mi me parece que eso es lo peor que se le puede transmitir a una sociedad. Y es agresiva para los ciudadanos también porque les dice que lo importante son las mercancías y que ellos no valen nada, cada vez valen menos, cada vez vale menos el trabajo, la vida de los ciudadanos… y es verdad que en ese sentido la troika y la Unión Europea actual se está ensañando con los más débiles, con los ciudadanos más débiles y los pases más débiles de la unión. Y en ese planteamiento, gobiernos como el nuestro son colaboradores.

Llevamos varios años oyendo hablar de investigaciones sobre financiación irregular de los partidos y sobre diversos problemas de corrupción. ¿No es posible clarificar esta situación ya, depurar responsabilidades y evitar el descrédito de todo el sistema?

Sí, debería ser así. Durante la Segunda República Española la primera ley que aprobaron fue una ley de responsabilidades políticas ante lo que había ocurrido en la dictadura de Primo de Rivera.
Yo creo que si verdaderamente hubiera una voluntad democrática de regeneración debería haber una ley, un proceso de responsabilidades políticas y seguramente también penales en relación a lo que ha ocurrido en los últimos años.
Porque yo creo que están íntimamente unidas la crisis económica (o mejor dicho el modelo de crecimiento que da lugar a la crisis, que es un modelo especulativo y corrupto) y la corrupción política. No solamente corrompió ese modelo a los sectores económicos que en vez de productivos se convirtieron en especulativos sino que corrompió también a una parte importante de la política, en terrenos como el urbanístico y el financiero.
A mi me parece imprescindible, creo que mientras no lo hagamos y no lo haga el gobierno que parece que no esta dispuesto a hacerlo, pues se va a mantener esta lejanía entre ciudadanía y política y creo que eso es negativo en general para el sistema democrático pero en particular es negativo para los más débiles porque los más débiles son los que más necesitan de la política, a los otros los defiende la banca, su empresa porque son directivos, les defiende su poder, el único poder que tienen los ciudadanos comunes es el poder político, el poder de elegir y el poder de que al que han elegido responda de la elección.





¿Se esta generando un caldo de cultivo que ponga en riesgo el sistema democrático?

Yo creo que la democracia está en peligro en estos momentos, esta claro, porque tenemos un caballo de Troya dentro del sistema que está contribuyendo a saquear el país. Y ese caballo de Troya creo que es el 1%, como dicen en Wall Street, de los grandes propietarios de las grandes rentas que se han convertido en un sistema vengativo y voraz que pretende quedarse no solamente con los resultados del crecimiento sino también con los resultados de la crisis económica. De hecho el 95% de los beneficios que se han producido en estos años se los lleva el 1% de la población. Y el resto de la población lo que sufre son pérdidas, la clase media o los sectores de trabajadores.

¿Por qué durante la transición los partidos fueron capaces de trabajar juntos y ahora que hay tantos temas sin resolver como la ley electoral, la sanidad, la educación.. no se ponen de acuerdo y trabajan juntos?

En aquella época había un objetivo común que era sustituir el régimen dictatorial de Franco por un régimen democrático y digamos que había también unos objetivos o medidas mínimas y comunes que se tradujeron finalmente en los pactos de la Moncloa y en la constitución. Pero ya desde entonces había una clara asimetría en el pacto es decir, los que tenían el poder económico lo mantuvieron y ahí esta una parte de lo que hoy estamos sufriendo, los que tenían el poder económico lo mantuvieron, no lo compartieron y consiguieron imponer el modelo de democracia que hemos disfrutado durante estos años, el modelo bipartidista, el origen de la especulación y la corrupción que en estos momentos estamos viviendo.
Esa es la base de un profundo desacuerdo entre los distintos sectores sociales y como consecuencia entre distintas fuerzas políticas. La cuestión es si ese gobierno plutocrático que existe en Europa y en España quiere llegar a un acuerdo. Yo tengo la impresión de que no, yo tengo la impresión de que no tienen interés por llegar a acuerdos y quieren imponer sus medidas Yo pondría el ejemplo de la sanidad, donde nos ofrecen continuamente un acuerdo, pero yo no puedo llegar a un acuerdo con quien ha excluido a un millón de ciudadanos de la atención sanitaria o que ha aprobado el copago.
La clase social plutocrática,  el sector del 1% no esta dispuesto a negociar nada. Pero no solamente en España, en Estados Unidos y en Europa, de los que dependemos, igual.
Estamos volviendo a situaciones del siglo pasado que parecían superadas, como un crecimiento representado por la desigualdad y porque una parte de la sociedad española tenía que emigrar. Hoy la situación incluso ha empeorado cualitativamente. La parte de la sociedad española que se va son los jóvenes y los jóvenes más formados. Mientras no haya voluntad de hacer un pacto social, un pacto político es puramente artificial. El pacto social de la transición en España era que los empresarios tienen derecho a la  iniciativa privada, pueden obtener sus beneficios, pero deben redistribuir una parte de esa riqueza para que sea posible tener un sistema de protección al desempleo, de pensiones y garantías sanitarias educativas y de servicios sociales… eso lo están cuestionando ahora.






¿Tanta corrupción y descontrol autonómico es indicio de que los partidos políticos no pueden controlar los cargos?

El desarrollo del modelo autonómico también ha tenido como consecuencia que haya distintas elites políticas y en concreto elites políticas autonómicas que responden a sus propios ciudadanos y no responden a los intereses en conjunto del país.
A mi no me parece negativo que ellos tengan un forcejo con el gobierno central en relación con cumplir todos los objetivos de déficit, pues me parece lógico sobre todo en comunidades autónomas que han hecho esfuerzos de austeridad y que consideran que los demás no los han hecho o que los demás no lo han hecho tanto,  pero el gran problema de las desigualdades, no se da entre comunidades autónomas, si no entre barrios, entre sectores sociales.
La austeridad para mi es un valor positivo, yo no tengo una visión de la austeridad negativa, no soy consumista no me gusta una sociedad que despilfarra el medio ambiente… creo que la austeridad es un valor positivo pero se ha convertido como todas estas frases en una palabra hipócrita porque ¿que significa austeridad para el gobierno?. Significa recortar sanidad, educación y recortar de los más débiles.

¿Ha sido correcto salvar el sistema financiero a costa de los servicios esenciales?.

Cuando se ha metido dinero en los bancos y cajas  españoles se ha estado pagando en realidad los créditos a Alemania y a Francia. Por eso se quería que se saneara la banca, no para que esta diera créditos a los españoles.
Y lo que yo creo es que en una crisis económica todo el mundo tiene que perder y lo que no puede decirse es que los bancos acreedores tienen que tener el principal y los intereses y la gente hayamos perdido mucha renta, o toda, en el caso de parados y desahuciados.
Yo hubiera hecho otra política bancaria. Lo que se hizo en España fue acumular riesgo, sumando manzanas podridas y manzanas sanas. Por ejemplo, yo creo que Bankia, la Caja de Valencia, Banco de Valencia, Caixa de Galicia y Caixa Cataluña, eran las entidades de riesgo. Lo que se hizo fue unirlas a otras con lo cual se contaminó todo el sistema. Hay un gran error de gestión previo del que aun no hemos depurado responsabilidades, y que está relacionado con el riesgo inmobiliario.
Lo que me preguntáis no es incompatible. Tendríamos que haber garantizado los depósitos de los ciudadanos, pero hubiera habido que nacionalizar esa banca y formar a partir de esas cajas una banca pública en España que entonces estaría en condiciones de dar crédito. Lo que hemos hecho es muy mal negocio, yo creo que tenemos muy mal sistema bancario, en estos momentos muy concentrado y lo veremos en los próximos años.










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