Monopoly es el juego de mesa más vendido en el mundo, producido por la empresa estadounidense de accionistas Hasbro, se vende en 103 países y está traducido a 37 idiomas.
El objetivo del juego es adquirir todas las propiedades
repartidas por el tablero consiguiendo el monopolio. Para lograrlo los
jugadores las pueden comprar a la banca o a otros jugadores.
Este juego tiene su propio reglamento, que ha variado muy
poco desde que se patentó, aunque en algunos casos, hay jugadores que crean sus
propias reglas caseras.
El origen del juego se basa en uno creado por Elizabeth
Maggie en 1903 y patentado al año siguiente. Este juego se fue expandiendo por
su fama, por la geografía de los Estados Unidos y se realizaron nuevas
versiones sin el control de su creadora.
Pero en 1935 un vendedor de calefactores estadounidense
llamado Charles Darrow patentó con el nombre de Monopoly la versión de Atlantic
City. Darrow decidió presentar este juego a la empresa de juegos de los
hermanos Parker, pero estos rechazaron su proyecto, sin embargo, él no abandonó
este proyecto. Empezó a fabricar tableros de Monopoly manualmente con hule,
cartulinas, pinturas… con la ayuda de su hijo y de su esposa. Poco a poco las
ventas fueron creciendo, lo que originó una mayor demanda, y como consecuencia
de ello, hizo un trato con un impresor local para imprimir 5000 unidades de
este juego que vendió por primera vez en unos grandes almacenes de Filadelfia.
Tuvo tanto éxito que los hermanos Parker negociaron con Darrow para hacerse con
la patente del juego.
Monopoly no es solo el juego más vendido, sino también el
más jugado o así lo indican la empresa Hasbro y el libro Guinness de los
Récords, con más de 500 millones de jugadores.
Hasbro también organiza campeonatos estadounidenses y
mundiales para los aficionados de este juego. En 2007 el ganador fue el español
Antonio Zafra.
Hasbro produce ediciones de Monopoly permanentemente y de
manera excepcional otras para rememorar fechas o para promover productos, como
ocurrió con las ediciones de Los Simpson, Star Wars o para celebrar el
septuagésimo aniversario de Monopoly en 2005. También se han fabricado
ediciones dedicadas a distintas ciudades como Madrid o Barcelona, o para
promocionar productos como Coca-Cola.
Monopoly también ha sacado a la venta recientemente una
edición mundial con ciudades como Tokio, Montreal, Estambul o Atenas. Las
calles que dan nombre a las casillas que componen estos tableros son elegidas a
votación.
En la última versión del tablero de Monopoly de ciudades
españolas, se reservó una casilla a la ciudad de Santander con el nombre de
Palacio de la Magdalena.
Los tableros de Monopoly establecen una relación de precio
entre las casillas y la calle a la que representan. Este precio irá aumentando
a medida que la calle real sea más importante, o el precio por metro cuadrado
sea mayor.
Por ejemplo, en el tablero de Madrid aparece la calle del
Paseo del Prado. Es la más cara del juego debido a que en la realidad es uno de
los ejes más importantes de Madrid que se extiende desde la Plaza de Cibeles
hasta la Glorieta de Atocha, con gran valor cultural e histórico, y con muchos
monumentos y edificios importantes como el museo del Prado, el Thysseen
Bornemisza, el Banco de España, el parque del Retiro o la Bolsa de Comercio.
Sin embargo, el barrio de Lavapiés, era originariamente un barrio judío en la
época de los reyes católicos; este status de arrabal se ha mantenido a lo largo
de los años, lo que ha propiciado un abandono que desembocó en que en los años
80 se convirtiera en un barrio de gente mayor que vivía en casas pequeñas y de
renta baja, lo que atrajo a gran número de jóvenes que llegaron a convertirse
en ocupas y más tarde a inmigrantes y por eso es la calle más barata del juego.
Esto quiere decir que para poder hacer un tablero de
Monopoly hay que conocer primero la historia, características e importancia
cultural y social de una ciudad y sus calles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Queremos saber tu opinión. Se respetuoso y enriquece a la comunidad