El pasado mes de enero se lanzó al espacio con éxito desde el famoso Cabo Cañaveral, alrededor de las dos menos cuarto de la tarde hora de Florida, una nave que tiene como misión impactar contra el cometa Tempel 1, que entra en el Sistema Solar con una periodicidad de cinco años y medio. La NASA ha lanzado la nave, cargada con cuatro toneladas y media de dinamita, con objeto de que el impacto se produzca coincidiendo con el Día de la Independencia de Estados Unidos.
No se conocen a ciencia cierta las consecuencias del impacto. Se calcula que la nave, al ser literalmente arrollada por el cometa, que pasará sobre ella a una velocidad de 37.000 kilómetros por hora, producirá un boquete equivalente a una decena de pisos de profundidad –realmente un “deep impact”-; no obstante los científicos no conocen lo suficiente la naturaleza interior de los cometas como para asegurar que el Tempel 1 no quedará completamente desintegrado a causa del impacto.
A través de la explosión los científicos de la NASA esperan arrojar luz sobre el origen del universo, y no salvar la tierra como pudiera parecer, acostumbrados a la películas de carácter apocalíptico.
Curiosamente y de forma paralela, la Agencia Espacial Europea está desarrollando otro proyecto de envergadura similar: “Don Quijote”
“Don Quijote” consistiría en enviar dos naves al espacio al tiempo, pero en órbitas diferentes. La primera sonda, “Sancho”, llegaría primero a un asteroide previamente elegido por la Agencia y lo estudiaría con toda clase de aparatos por un espacio de siete meses, durante ese tiempo los científicos esperan obtener los datos necesarios para conocer más sobre la estructura interna de estos cuerpos. Concluidos los siete meses la sonda “Hidalgo” se estrellaría contra el asteroide en tanto la primera sonda recuerda y envía los datos de la explosión para su análisis.
Esta misión tiene como objeto primordial investigar las maneras que la humanidad tiene para desviar un cometa en el caso de que la Tierra se vea amenazada, tal y como ocurre en muchas películas de carácter apocalíptico.
“Don Quijote” está basado en un desarrollo de la empresa española DEIMOS, y se calcula su iniciación para 2.010-2.015.
Juan Carlos Sánchez
Colegio La Paz, Torrelavega (Cantabria)
Imagen El Informe Diario