Durante 1991, el año antes de que Nevermind de Nirvana presidiera las listas de éxitos Norteamérica y se situara en una trayectoria imparable que le llevaría a vender más de 10 millones de copias, los únicos grupos de rock que alcanzaron el numero uno fueron Guns ‘n’ Roses, Skid Row, Metallica y Van Halen. En los dos años que siguieron a Nevermind, no solo Pearl Jam, Soundgarden, Stone Temple, Pilots y Alice in Chains editaron discos que alcanzaron el número uno, sino que incluso Mudhoney, The Melvins, Tad y Eugene Nelly, The Vaselines, firmaron contrato con etiquetas importantes. Si Nevermind no les hubiera allanado previamente el camino, estos grupos con matices punk nunca se hubieran acercado siquiera al mercado mainstream, es decir, a la corriente dominante.