jueves, 31 de marzo de 2011

La hipocresia de una dictadura populista


David San Juan.


Un régimen personalista que vende ilusión y falsa demagogia al pueblo, divagando sobre un falso socialismo y respaldado por recursos energéticos que debieran llevar la prosperidad de toda la región venezolana sin demasiado esfuerzo. Las oligarquías amenazan con extender esta infección al Cono Sur y terminar por confundir el Socialismo del Siglo XXI por los hábitos y desmanes de un “gran cacique”, sin modos, sin respeto, sin tolerancia y nada de libertad.

Un individuo que compra todo aquello que ha conseguido, que es capaz de amenazar con “gas a estudiantes” o a todo aquel que le lleve la contraria,ese es Hugo Chavez, que lleva discursos nacionalistas con un claro tinte comunista y con un claro indice de poder en sus palabras,en la cual la palabra que más preocupa a nuestras empresas petroleras y banqueras españolas es "expropiese" ,como si su principal factor de la lucha y de la preocupación se arreglase dándoselas al pueblo "corrupto"que valoran más el valor de un billete que el de su propia vida,que les ha llevado a delinquir porque la los políticos del gobierno chavista engordan su ego y su menosprecio a su propio pueblo,que lucha entre sí mismos porque la dictadura les ha llevado a oponerse a su propio líder y a su propia corriente el "Chavismo",un Chavismo que idolatra a dirigentes etarras que han apoyado la lucha armada de las FARC y de ETA,que idolatra a otro dictador este más longevo,Fidel Castro y que se carga cuando su propio país aclama un movimiento popular a favor de la libertad.

En el siglo pasado, nuestro país vivió una dictadura ganada con las armas y ahora Venezuela camina hacia una Dictadura encubierta, justificada por los movimientos democráticos impuestos por una sociedad dividida.

La ilusión desbordada de una población convertida en masa seguidista, una oleada de falso socialismo, apodado bolivariano, se abre paso a base de enmiendas constitucionales de poco fundamento y mucha esperanza,que se ve reducida al que de verdad lo siente y al que verdad es fundamentalista de la propia corriente.

La hipocresia de una dictadura populista


David San Juan.


Un régimen personalista que vende ilusión y falsa demagogia al pueblo, divagando sobre un falso socialismo y respaldado por recursos energéticos que debieran llevar la prosperidad de toda la región venezolana sin demasiado esfuerzo. Las oligarquías amenazan con extender esta infección al Cono Sur y terminar por confundir el Socialismo del Siglo XXI por los hábitos y desmanes de un “gran cacique”, sin modos, sin respeto, sin tolerancia y nada de libertad.

miércoles, 23 de marzo de 2011

De fumar nada


Daniel Rodríguez


Un buen resumen de la nueva y polémica ley antitabaco sería que no se puede fumar en ningún sitio cerrado público, en aquellos lugares que halla que compartir con los demás. Esta ley vuelve loca a la gente, ya no solo a los fumadores por no poder fumar, sino porque todavía no se sabe al cien por cien como es esta ley.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Dani Pedrosa


Pedro Martínez

Daniel Pedrosa Ramal nació el 29 de septiembre de 1985 en Sabadell, España. Actualmente reside en Londres. Entre sus aficiones cabe destacar el ciclismo, supermotard, motocross. El es piloto en el campeonato del mundo de MOTO GP, en su carenado lleva el numero 26. A su espalda tiene tres títulos, uno de 125 c.c. ,dos de 250 c.c. y dos subcampeonatos en Moto GP. Su piloto favorito es Mick Doohan.

lunes, 14 de marzo de 2011

El síndrome de Tokyo

Una de las conclusiones más inquietantes que nos revela la exposición del hombre a situaciones límite, es el cambio que sufrimos en la percepción de la realidad. Eso que mi profesor de filosofía llama la realidad relativa. Y yo, simplemente el síndrome de Tokio.


Miguel Ángel Ibañez es de Zaragoza, se encuentra desde hace meses en Odaiba, en los alrededores de Tokio, grabando exteriores con su productora, para un programa televisivo.


El 11 de marzo, a las 14,46, hora local, su equipo percibió el temblor. Uno más a los que uno se acostumbra cuando llega a Japón. El mismo temblor que sintió, a la misma hora Roger Civit Carbonell, un profesor de español, afincado hace años en las islas, y que recorría en tren en ese momento, el trayecto entre Osaka y Kobe. Un leve traqueteo, y el mismo discurrir discreto al llegar a la estación, nos contaba hace unos días. Pero cuando Roger llegó a su casa percibió la tragedia.


Miguel Ángel ni siquiera llegó, la suspensión de trenes le dejó aquella noche, junto a su equipo, en una residencia de estudiantes, en medio de la serena dignidad de aquella sociedad, resignada a la tragedia y presta, discretamente, a ofrecer cuanto quedaba para salvar a su país, y también a su gente.


La imagen, en el mundo latino, en el sajón, en África, o en cualquier remoto lugar árabe, habría estado repleta de signos externos de delirio, pérdida de control y caótica irracionalidad. En Japón no. En Japón solo se conjuga el “Gambarimasu”, el verbo de la perseveración y la entrega a los demás, solo se sigue el rito diario del esfuerzo, sostenido, desde hace siglos sobre los finos pilares del “Bushido”, el código samurai de lealtad y sacrificio. Y lo curioso es que ese “wa”, esa armonía y serenidad, impregna a quienes viven entre ellos, aunque vengan de otras tierras. En medio de la lucha contenida por reconstruir, salvar y aliviar, un grupo de españoles, entre ellos Roger y Miguel Ángel, han creado una asociación para contar al mundo el ejemplo de un pueblo que huye del grito para refugiarse en el trabajo colectivo, que abunda en el nosotros sepultando el yo, y que detesta lo que ellos ven como el sensacionalismo del periodismo de occidente.


“El temor, que no el miedo, ha venido de las réplicas. Hace unos días sentimos una especialmente fuerte cerca del monte Fuji, hacia la provincia de Shizuoka, en la costa del centro del país. Eso te afecta, porque no puedes dormir, te irrita. Pero tras Hiroshima en el 45 y Kobe en el 95, el espíritu japonés se ha fortalecido. El orden y la calma aplacan la tormenta dicen por aquí”. Es Roger, uno de los más activos miembros del grupo de facebook de españoles en Japón, con el que hemos mantenido una larga conversación telefónica, pese a los aspavientos del administrador del colegio. “De verdad que aquí no hay llantos ni miedo, solo preocupación por como hacer llegar bienes de primera necesidad y las donaciones a los necesitados.


Su máximo empeño es transmitirnos una situación de normalidad, tan solo empañada por el desconcierto de los primeros días, en los que pudieron existir puntuales dificultades para encontrar algunos productos básicos. “Han aflorado algunas críticas”, reconoce Miguel Ángel, menos vehemente que su compañero, “porque el japonés medio no entiende algunas imprevisiones, como la dualidad de frecuencias del sistema eléctrico nipón, dividido en dos redes de 60 y 50 hertzios, lo que imposibilita el envío de energía a las zonas afectadas, o los fallos en el servicio de internet y telefonía, en el área de Tokio y en el norte, o la falta de equipos de emergencia nuclear o la falta de información veraz y continua, en algunos momentos”. Pero por encima de todo eso, ambos coinciden en que el país no ha sufrido de falta de liderazgo, en un país con protocolos muy estrictos para emergencias naturales. Sin embargo, hay algo desconcertante en su discurso. En realidad, ni ellos ni nadie en Japón saben exactamente que ocurre, nadie sabe las necesidades de los operarios en las centrales de Fukushima, ni la gravedad de los hechos, ni el calado de las medidas tomadas. Pero todos, nipones y extranjeros integrados en su sociedad, asumen que se debe estar haciendo lo mejor, y que lo deseable, hace tiempo que habrá dejado paso a lo inevitable, y si no se dice, es para evitar un pánico que a nada lleva. “Las autoridades actúan de forma correcta, sin florituras, pero buscando lo más efectivo y lo más posible en cada momento”. De hecho solo los extranjeros de paso en el país se han rendido al miedo y han huido, según Miguel Ángel, o familias con niños, que salvan a sus hijos de una radiación innegable, para la que los niños son más vulnerables.


“Empieza a haber falta de suministros en las zonas afectadas, pero el problema no es ese, sino los medios de comunicación”, explica Roger, mientras la voz se le tensa. “Si buscas en internet, por youtube o en periódicos online de estos últimos días, quizás encuentres unos videos grabados por españoles que viven en Tokyo y que han retratado con sus cámaras la normalidad total de la vida en la pobladísima capital. Algo parecido ocurre con le NHK, o con la BBC, que ha hecho un trabajo riguroso y positivo. Por ellos sabemos que aun habiendo emisiones radioactivas, los vientos dominantes hasta agosto alejaran las nubes radiactivas al pacifico, no al interior del país. Pero en lugar de mostrar ese mensaje positivo, los medios europeos, en su mayoría han mentido, dando una imagen apocalíptica de Tokio, cuando no hay apenas alteración. No ha habido escasez, ni éxodo, ni billetes de tren a mil euros... Y se ha dejado de lado a las víctimas del tsunami. De hecho, algunos medios desplazados a Tokio han rechazado los testimonios tranquilizadores mientras otros pedían explícitamente imágenes truculentas”.


Roger se contiene en dar nombres, aunque las cadenas privadas de televisión están en su punto de mira. Empresas en las que, los españoles de este grupo perciben una marcada tendencia a la información-espectáculo, a las tertulias amarillistas, a los programas basados en el sentimiento exacerbado y el morbo. Algunos de ellos denuncian como sus declaraciones se tergiversaban o adulteraban para encajar en esos principios de información, provocando la preocupación en sus familias.


Sin embargo ese cierre de filas tiene sus contradicciones, y sus riesgos. El propio Miguel Ángel, reconocía haber visto una entrevista en Asahi al experto nuclear Takeshi Hirose criticando la actuación del gobierno, la improvisación de las medidas y el modelo japonés causante de este desastre. Porque algunos japoneses empiezan a plantearse dudas sobre como, donde y con que previsión se ha construido el parque nuclear japonés. Y como este, siendo tan grande, solo cubre el 30% de la demanda energética japonesa. Preguntas que responden corrupción, imprevisión y derroche energético, en una sociedad que, presa de su obediencia debida y su fidelidad nacional, poco ha hecho para abrir un debate sosegado y una crítica constructiva, presa como es de su propia virtud, presa del síndrome de Tokio.



Francisco Sánchez Becerril
Estudiante de periodismo, Colegio La Paz, Torrelavega (Cantabria)
Roger Civit, Japón
EPE11/Enredados
Imagen publico.es


 

martes, 8 de marzo de 2011

Dani Sordo, nueva aventura de nuestro campeón de rallys


Adrian Marcos, Pedro Anillo



Daniel Sordo Castillo, más conocido como Dani Sordo (Torrelavega, Cantabria, España, 2 de mayo de 1983), es un piloto de rally originario de Puente San Miguel, donde además reside. Tras su paso por el equipo oficial Citroen, en el que fue compañero del heptacampeón Sebastian Loeb, Dani Sordo ha iniciado este año la aventura de participar en la construcción de un equipo joven, Mini Prodrive, con el que volverá a participar en el Campeonato Mundial de Rally. Una decisión difícil que no ha estado exenta de dificultades deportivas y financieras, pero que el cántabro afronta con mucha ilusión y profesionalidad.
Aunque hasta ahora no ha destacado especialmente en el mundial, todos los especialistas coinciden en las grandes potencialidades del cántabro, una figura aun en ciernes, ganador en 2005 del Campeonato Mundial de Rally Júnior y del Campeonato de España de Rallyes.
Hace dos años charlábamos con él en el Rally Cantabria Infinita, hoy nos cuenta su llegada a una nueva aventura, la de Mini.

domingo, 6 de marzo de 2011

Lucha de titanes


Sandra Hernandez

La vida está llena de obligaciones, tareas, de necesario cumplimiento o momentos de descanso o distracción, en los cuales buscamos medios de escape ante los agobios de nuestra vida. Uno de esos momentos es cuando nos sentamos a ver un partido de fútbol americano, nos olvidamos de todo llevando la adrenalina y las emociones al máximo. Sus jugadores nos parecen seres gigantescos luchando en plena naturaleza. Esos choques, esas carreras, esos enfrentamientos cuerpo a cuerpo hace que nos preguntemos si con tantos millones de seguidores en el mundo ¿es un deporte extremo?, si ¿implica un verdadero riesgo?, si ¿es verdaderamente peligroso? o por el contrario, ¿es marketing puro?
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