Ainzte
Zaratagabaster Weyden, Álvaro Serrano, Pablo Arce
Miradas nos
acerca hoy a la visión que sobre el conflicto vasco y su resolución posee la Unión del Pueblo Navarro,
partido mayoritario en la
Comunidad Foral de Navarra y que en la actualidad gobierna en
esa comunidad.
UPN es un
partido de caracter foralista, defensor de la identidad Navarra, de la
vinculación a España y de una paz justa y, por tanto, sin condiciones. Durante
estos años ha sufrido en sus propias vidas la barbarie del terrorismo, que ha
considerado al partido y sus miembros objetivos preferentes, dada la defensa
que el partido realiza de la identidad navarra, como hecho diferenciado del
vasco. Nacida en 1979, de la mano del politico Jesús Aizpun, las palabras de su
fundador resumen claramente la filosofia de esta formacíón "de Navarra, con
Navarra y para Navarra".
Su
politica, que ha desarrollado una Navarra prospera y moderna, representa la
voluntad de una mayoria de navarros (41% en las últimas elecciones) de defender
la idea conceptual de muchos navarros de unir el Fuero, la Identidad , la Libertad y el Humanismo
Social alrededor de un gran proyecto político.
El
reportaje que ofrecemos se fraguó entre el 21 y el 27 de abril, gracias al
trabajo periodistico de Pablo Arce y Alvaro Serrano, iniciandose con una serie
de contactos con el departamento de prensa del partido, donde contamos con la
inestimable colaboración de D. Javier de la Merced. Tras ello,
una conversación y el cuestionario que hace de base a esta serie han dado este
fruto.
El objetivo
de esta entrevista ha sido el Excmo. Sr. D. Miguel Sanz. Nacido en Corella en
1952, Miguel Sanz desempeña el cargo de Presidente de la Unión del Pueblo Navarro,
además del de Presidente del Gobierno de Navarra. Es Diplomado en profesorado
de EGB y Máster en dirección de empresas por la Universidad de
Navarra. Ha realizado estudios de Ciencias Empresariales y el Programa de
Dirección General (PDG) del IESE de la Universidad de Navarra. Como politico ha pasado
por todas las responsabilidades en su comunidad. Ha sido concejal en su pueblo,
Corella, parlamentario navarro, diputado foral, consejero de administración
territorial, de politica local y de presidencia, y vicepresidente del Gobierno,
antes de llegar a la presidencia del gobierno autónomo en 1996 por primera vez.
En la actualidad ocupa este cargo tras ganar las elecciones de 2003.
Por razón
de su cargo, es también Presidente del Consejo de Administración de Caja
Navarra, y vocal de la Confederación Española de Cajas de Ahorro. En
1996 desempeñó también la presidencia de la Comunidad de Trabajo de
los Pirineos.
En relación
a su partido, desde 1985 es miembro de la Comisión Ejecutiva.
Entre 1989 y 1997 fue vicepresidente, y en febrero del mismo año fue elegido
presidente de dicha formación política, cargo que revalidó en el congreso
celebrado en 2001.
¿El fin de
los atentados y la ausencia de victimas mortales, significa que en el País
Vasco, en este momento no hay violencia ni extorsiones, que hay libertad?
En la
madrugada del sábado día 22 de abril un concejal de UPN de la localidad de
Barañáin veía como ardía su negocio familiar abierto con mucho esfuerzo hace 23
años y que era el sustento directo de 4 familias. Hemos sabido del envío de
cartas a empresarios navarros después de la declaración unilateral de “alto el
fuego permanente” de la banda etarra. Son los hechos. Desde Navarra podemos
constatar a fecha de hoy que la extorsión se mantiene, y que quienes no
comparten las tesis de ETA se la siguen jugando.
¿Qué
presenta este momento histórico que permita pensar que estamos ante el paso definitivo
hacia la paz, y en treguas anteriores no?
Por
desgracia no podemos saber si efectivamente estamos ante el final o no, puesto
que la información relevante para saberlo la custodia y gestiona el gobierno de
la nación con exclusividad, y la intencionalidad última de los etarras sólo
ellos la conocen. Si conocemos, es un hecho, que ETA ha declarado un alto el
fuego permanente condicionado a que una serie de reivindicaciones políticas
sean atendidas. Cómo fueran a ser atendidas sus pretensiones y que están
dispuestos a pactar el gobierno y los etarras es una incógnita. Y lo seguirá
siendo. Si sabemos, es otro hecho, que ETA en sus comunicado internos ha
reconocido claramente que la política antiterrorista del anterior gobierno,
avalada también por el partido socialistas fue para ellos demoledora.
¿Qué
demanda su colectivo de cara a las negociaciones políticas que se avecinan?
No cabe
ninguna negociación política con ETA. La paz, a la que nuestra sociedad tiene
derecho, no requiere pago de precio político ninguno. Como dice el filósofo
Fernando Savater, nada les debemos a los asesinos por dejar de matar.
Cosa
distinta, es que tras la disolución sin concesiones de la banda, el Estado y la
sociedad muestren generosidad con quienes ejercieron el terror. Que lo haremos.
¿Quiénes
pueden ser los mejores mediadores para el proceso que se inicia?
La sociedad
española tiene mecanismos legales, instituciones parlamentarias, y personas
comprometidas en política que debieran mostrar a ETA la solvencia de una
sociedad que no puede renunciar a su propia personalidad para satisfacer la
voluntad de los violentos.
¿Qué es en
opinión de su colectivo, lo mínimo que se debe conseguir para consolidar la
paz?
Unidad de
los partidos democráticos, firmeza y claridad en la aplicación de la Ley , justicia y dignificación
de las víctimas del terrorismo.
¿Es
políticamente admisible para ustedes un País Vasco sin Navarra e Iparralde?
Es que es
un hecho. Una realidad institucional y política que nosotros, obviamente
asumimos con absoluta normalidad y por supuesto cordialidad vecinal. Navarra,
que fue Viejo Reino, hasta la fecha nunca ha pertenecido a más nación que la
española y eso es lo que quieren la inmensa mayoría de los navarros, que así lo
ponen de manifiesto cada vez que se celebran elecciones.
¿Y si ellos
no quieren integrarse, que pasara?
Que la
inmensa mayoría de los Navarros no deseamos integrarnos en el proyecto
nacionalista denominado Euskadi, o Euskal Herria, es otro hecho incuestionable.
Ojalá no pasara nada por ello, pero por no respetar ni aceptar la voluntad de
los navarros, entre otras cosas, es por lo que los etarras, extorsionan,
coaccionan y presionan a todo aquél que decide, en Navarra y en el País Vasco,
apostar políticamente por un modelo distinto. Algo que es totalmente contrario
al estado de derecho y alejado de cualquier práctica democrática.
Muchos
vascos, de distintas ideologías viven fuera de su país por motivos políticos.
¿Deben volver los presos, y además amnistiados?. ¿Podrán regresar los no
nacionalistas y vivir en su tierra en libertad?
Es otro
hecho más, se han ido miles y miles de personas, simplemente porque el
nacionalismo vasco radical (con el silencio cómplice del nacionalismo vasco
democrático) no admitía la doble identidad como vascos y españoles. Simplemente
sobraban.
En relación
con las personas que cumplen condena por actos terroristas, es de justicia, que
vuelvan cuando hayan cumplido sus condenas. No sería justo premiarles porque
sus compañeros nos dicen que tienen la voluntad de dejar de matar.
El
nacionalismo vasco se ha ocupado de hacer insoportable la vida en el País Vasco
de quien no comulga con sus tesis. De esta forma ya se han garantizado, que incluso
sin violencia a estos exiliados les resulte a veces muy difícil volver a su
tierra
¿Esta en
marcha un proceso similar de diálogo en Francia?.
No. Creo
que los franceses tienen muy poco interés por este proceso.”.
¿Estamos
ante un conflicto más cultural que político?
¿Desde
cuando una cuestión cultural puede justificar una actividad criminal organizada
y mantenida en el tiempo con más de 900 asesinatos a la espalda? ¿Esta es la
mejor manera de defender el vascuence? La cultura vasca, para ETA, es una
excusa para ejercer una interesada presión social, controlar a la ciudadanía y
conservar un poder político que de otra manera otros podrían haberles
disputado, incluso con más mérito y capacidad que la suya.
Conseguidos
sus fines por los grupos nacionalistas, ¿Qué pasara en Euzkadi con los no
nacionalistas?.
Ahora mismo
desconocemos los fines últimos del nacionalismo vasco. El nacionalismo se
sustenta en un sentimiento de melancólica insatisfacción insaciable. Haya donde
triunfa el nacionalismo radical el individuo, la libertad y el sentido crítico
desaparecen.
En su
opinión ¿quien debe dirigir por parte vasca el proceso negociador, el
lehendakari, un parlamento elegido para tal ocasión, una mesa paritaria de
partidos o el gobierno central español?.
Haríamos
una muy mala pedagogía social si trasladáramos a la sociedad la impresión de
que nuestros representantes políticos son incapaces de solucionar cuestiones
políticas. No se puede deslegitimar a las instituciones, el Parlamento es el
foro donde deben discutirse los problemas..
¿Hasta
donde está dispuesto su colectivo a ceder para conseguir la paz?
Nosotros, y
la sociedad en general siempre hemos confiado en la aplicación del estado de
derecho para hacer frente a esta delincuencia organizada. Las víctimas del
terrorismo son el mayor ejemplo de una sociedad madura, que ha sabido responder
con dignidad, serenidad y generosidad máximas. ETA debe dejar de matar, y
quienes hacen interpretaciones y cábalas sobre futuros réditos políticos de su
actividad criminal, deberían asumir que están obligados a defender sus posturas
en buena lid (en libertad) frente a los demás, y aceptar que pueden perder.
Se ha dado
un gran paso político para la paz, pero ¿existen las condiciones sociales que
permitan pensar que los odios y el rencor acumulado en algunos sectores
sociales no serán un obstáculo insalvable a medio plazo?.
Es injusto
y falso afirmar que existen dos partes que se odien. El único odio que nosotros
observamos es aquel que alimenta el nacionalismo vasco radical y que mantiene
la llama del terrorismo etarra.
En España,
para ejemplo de todos, las víctimas de ETA incluso han dado muestras más que
sobradas de dignidad, saber perdonar, y que sepamos jamás en 40 años han
planteado –como por cierto si pasó en Irlanda del Norte- responder con el mismo
odio y la misma violencia.
¿Qué
similitudes cree que existen con el proceso de paz norirlandés?.
Similitudes
pocas. Como no sea que algunos, también aquí, han querido obtener rendimiento
político del terrorismo que otros practican o vana dejar de practicar. Pero
diferencias las hay y muy importantes: una de ellas que Irlanda del Norte a
diferencia de Euskadi o Euskal Herria si ha existido como nación, y segunda que
a la violencia de ETA la sociedad civil no ha respondido con la misma moneda,
lo cual es muy importante a la hora de valorar quien deben de ceder y en qué.
¿Qué
ocurrirá si, Dios no quiera, incidentes como el reciente de Navarra, dan al
traste con el proceso?.
Hacer
depender la vida y bienestar de los ciudadanos navarros, vascos o españoles de
lo que una banda criminal haga o deje de hacer sería una gran equivocación.
Cualquier comunidad política tiene legítimo derecho a defenderse de quienes
desde fuera o desde dentro atentan contra sus intereses o sus habitantes, y
tiene la obligación de garantizar a sus ciudadanos unas condiciones de vida
mínimas donde prevalezcan la libertad, la justicia, la fraternidad y la
solidaridad.
Educar a
las nuevas generaciones en la no violencia, en los beneficios de la
globalización, y en la bondad del mestizaje, serán las claves para no perpetuar
este cáncer que tanto dolor provoca en la sociedad
Imágenes
cedidas por navarraconfidencial.com diarioya.com y noticiasdenavarra.com
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