La violencia de género hace referencia a los actos violentos en los cuales la víctima es una mujer que es maltratada de forma física o psicológica por un hombre, en la mayoría de los casos (ya que también puede tratarse de violencia hacia los niños pequeños por parte de sus padres, o en vez de ser el hombre quién maltrata, es la mujer).
El término violencia de género o violencia doméstica, se viene utilizando desde 1983. Sin embargo, estos términos excluyen la discriminación de la mujer fuera de su ámbito doméstico y además se pueden referir a los demás miembros de esa familia.
En el caso de la violencia ejercida contra la mujer, las causas más habituales están asociadas a desajustes mentales o emocionales del hombre, a las consecuencias de una educación basada en el machismo, a que la persona que maltrata haya sido durante la infancia la víctima y no el agresor, a la falta de habilidades sociales, celos, frustración, indicios de odio, estrés, amargura y desilusión del cónyuge, a la repetición de comportamientos con los que se ha crecido y se han considerado normales ( crecer en un ambiente donde las agresiones a mujeres y niños son comunes), y a las malas relaciones de pareja.
Estos son algunas de las causas, las que más frecuentes son, y la única forma de arreglar este comportamiento en con un tratamiento psicológico.
En la propia familia, cualquier individuo hombre (hijo, nieto, sobrino, tío…etc) ejerce sobre su familiar femenino tal grado de violencia que les guía a una especie de enfermedad o, se han dado casos, a la muerte.
Las mujeres agredidas no confiesan la situación en la que viven, y tienden a ocultarlo con falsos testimonios de cómo se hicieron las heridas por vergüenza a sí mismas, por dignidad, por la esperanza de que “cambiará”, porque prefieren auto inculparse o, y esta es la más frecuente, por miedo a que algo salga mal y las heridas sean muchas más y más grades.
Antiguamente, era la pena de destierro y no la de cárcel que se imponía cuando un hombre descubría a su mujer con otro individuo y pegaba a alguno de los dos. Aunque nunca hubo nada similar si el mismo caso se daba en las mismas circunstancias pero desde el punto de vista de la mujer.
El 29 de junio de 2005, por primera vez se ponían en marcha los juzgados de violencia contra la mujer. Los fines de esto son: proteger a la persona maltratada, disuadir al agresor, y “proteger a la parte más débil humanizando el Derecho Penal”. Después, se creó el número para la ayuda y asistencia de la mujer, el 016.
Se considera como delito lesiones, amenazas y coacciones en el caso de que el sujeto atacante sea varón y la víctima una mujer. Además se buscan maneras de proteger a la víctima como: salida del hombre del hogar, orden de alejamiento, custodia de menores o suspensión del régimen de visitas.
Respecto a los abogados defensores de las víctimas, se crean grupos especializados en estos temas y que se pueden contratar de forma gratuita.
En el año 2008, se han creado 92 juzgados para temas de violencia de género y 1848 policías especializados, aumentándose las denuncias desde el 2000 hasta el 2007 en un 71%. Y, por último, también se han formado médicos especialistas desde que en 2006 se introdujo la violencia de género en el ámbito de salud.
Imagen ElPaís