Los uigures son un grupo étnico que vive sobre todo en Xinjiang, una región al noroeste de China. Xinjiang es una especie de región autónoma, algo parecido a una comunidad autónoma en España, pero con menos libertad real. Los uigures tienen su propio idioma, que pertenece a la familia túrquica, su propia cultura y, tradicionalmente, practican el islam como religión principal.
En el pasado, los uigures eran un pueblo
nómada, es decir, se movían constantemente en busca de pastos para sus
animales. Con el tiempo, algunos se establecieron en oasis del desierto del
Taklamakán, donde fundaron ciudades importantes como Kashgar, Turpan y Khotan.
Durante la Edad Media, los uigures fueron comerciantes clave en la
antigua Ruta de la Seda, una red de caminos que conectaba China con Asia Central,
Persia y Europa.
Gracias a eso, tuvieron contacto con muchas culturas diferentes y
aprendieron de ellas.
En el siglo VIII, los uigures llegaron a tener su propio imperio, llamado
Kanato Uigur, en lo que hoy es Mongolia. Fue un reino poderoso que mantuvo
relaciones con la China de la dinastía Tang. Sin embargo, ese imperio cayó en
el siglo IX, y muchos uigures emigraron hacia el suroeste, estableciéndose en
la actual Xinjiang.
Durante los siglos siguientes, los uigures se convirtieron al Islam, que
se volvió una parte fundamental de su identidad. Adoptaron la escritura árabe
modificada para su idioma y desarrollaron tradiciones propias en música, poesía
y arte.
Desde el siglo XVIII, el Imperio Qing de China
conquistó Xinjiang y la incorporó a su territorio. Aunque el control chino se
estableció oficialmente, los uigures mantuvieron su idioma, su religión y sus
costumbres.
A lo largo del tiempo, algunos grupos uigures han intentado
independizarse, creando en distintos momentos la llamada República del
Turquestán Oriental, pero ninguno de esos intentos duró mucho.
Después de 1949, con la llegada del Partido Comunista Chino al poder, Xinjiang pasó a ser oficialmente parte de la República
Popular China. Desde entonces, el gobierno ha impulsado la migración de
millones de chinos han (el grupo mayoritario en China) a la región. Esto ha
cambiado mucho la composición de la población, y hoy los uigures ya no son
mayoría en muchas ciudades.
Las
autoridades chinas han aplicado una política lingüística que se presenta como
educación bilingüe en la Región Autónoma, pero que ha convertido al chino en el
único idioma utilizado en la enseñanza. Se comenzó suprimiendo el uigur como
lengua en la docencia universitaria, dejándolo solo para asignaturas de poesía
uigur. Esto continuó con medidas adicionales que hicieron del chino el
principal idioma de enseñanza en niveles preescolares, siguió con el despido de
docentes uigures y terminó con la imposición de multas a alumnado y profesorado
que usaran una palabra en uigur dentro de las instalaciones escolares, como
ocurrió en una ciudad al sur de Xinjiang.
También se ha establecido un estricto control
sobre las mezquitas y el clero, interviniendo
en la designación de los imanes y desplegando policía
dentro y alrededor de las mezquitas. Las personas que trabajan para
el gobierno en la región se arriesgan
a perder su empleo si participan en las actividades
religiosas. No se permite el acceso
a las mezquitas a menores de 18 años, quienes tampoco
pueden recibir ningún tipo de educación religiosa, y temen que se les expulse de la escuela si entran
en una mezquita o si se descubre que rezan en casa.
Xinjiang es una región muy rica
en recursos naturales, como petróleo, gas, carbón y algodón. También tiene una
ubicación estratégica porque conecta China con Asia Central. Por eso, es clave dentro
del proyecto chino
llamado “La Nueva
Ruta de la Seda”, una red de infraestructuras (carreteras,
ferrocarriles y puertos) que busca conectar China con Europa y
África para impulsar el comercio mundial.
Controlar Xinjiang significa para China asegurar el acceso a recursos y rutas comerciales, lo cual explica por qué el gobierno no quiere perder su dominio
sobre la región.
A pesar de las dificultades, los uigures mantienen una cultura muy viva.
La cultura uigur comparte muchas similitudes con otras culturas túrquicas
de Asia Central debido a las raíces lingüísticas, históricas y religiosas que
comparten, pero también tiene características distintivas moldeadas por la
geografía, la historia y las interacciones con las civilizaciones vecinas. Muchos de los
alimentos típicos de Asia Central son originariamente uigures.
La lengua uigur pertenece a la rama túrquica de la familia de las lenguas
altaicas y se escribe con una escritura árabe modificada en China, pero en
otros países se sigue mayoritariamente la escritura oficial del país. La lengua está estrechamente relacionada con el
uzbeko y tiene influencias del persa, el árabe y el chino debido a
interacciones históricas.
Hoy en día, muchos uigures viven fuera de China,
en países como Turquía, Kazajistán, Alemania o Estados Unidos.
Estas comunidades forman parte de la llamada
diáspora uigur, y se esfuerzan por mantener viva su
lengua, su religión y su cultura, además de denunciar las violaciones de
derechos humanos en Xinjiang.
Algunos líderes de la diáspora promueven campañas internacionales para
que se reconozca lo que ocurre en la
región, mientras que otros se dedican a enseñar la lengua uigur o a organizar
eventos culturales.
Fuentes:
1. Amnistía internacional
https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/represion-y-control-en-xinji ang-la-lucha-de-la-poblacion-uigur-por-su-identidad/
2.
Central Asia guide

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