Álvaro Saenz / opinión /
Que el pueblo, que la sociedad, exigen un cambio, es algo sobradamente conocido. Pero, ¿Quién es el líder de ese cambio? ¿Quién aglutina a la gente? ¿Quién da la cara? ¿Quién marca las directrices del cambio?.
La sociedad, exige cambios, muchos, y de forma inmediata. Y cambios en todos los aspectos, económico, político, en la iglesia, en el fútbol, en la sociedad… en todo.
¿Pero quién es el líder? Desde luego que Mariano Rajoy o Alfredo Pérez Rubalcaba no lo son. Los “supuestos sucesores” del PSOE, Eduardo Madina, o Patxi Lopez, pese a estar más “frescos” e “introducir aire nuevo” en la cúpula de dirección del partido socialista, no parecen serlo.
Los partidos de la oposición, con sus líderes Cayo Lara y Rosa Diez, tampoco tienen el espíritu unificador, ni el carisma para serlo –aunque cada vez tienen más votos e impulsan el fin de bipartidismo. Pablo Iglesias, que se postula a presentarse a candidato para las próximas elecciones Europeas, si que tiene carisma, pero no creo que sea capaz de unificar a toda la gente que exige un cambio desde la izquierda. Alberto Garzón, peso pesado de IU, y más que posible sucesor de Cayo Lara dentro de unos años, puede hacer esta función, aunque alguna de sus declaraciones, hacen que se distancie de este papel.
En Economía, tampoco tenemos ningún “líder fuerte”, ni en el fútbol, que exige fuertes cambios –y más después de lo visto con Del Nido y la postura de los presidentes de clubs de fútbol ante su indulto, y con Sandro Rosell-. En sociedad o cultura, si que parece que tenemos un fuerte líder, que “Da la Cara”, y que genera simpatía entre amplios sectores de la población. No es otro que Wyoming -que ya gusta a gente de izquierdas o derechas-.
La Iglesia, es otra institución que necesita un “soplo de aire freso”, vamos, un nuevo Tarancón. Aquí es difícil poder calcular, que pasará cuando Rouco Varela, en Marzo –se espera- abandone la presidencia de la Conferencia Episcopal. Tendremos que esperar acontecimientos ¿Quién será el nuevo presidente? Monseñor Blázquez, o el cántabro Osoro –que son los más nombrados en la quiniela- ¿Qué harán? Pues no sabemos, si ellos dos –o el que salga- seria el cambio que necesita la Conferencia Episcopal Española, más acorde con los nuevos aires que vienen desde Roma, con el papa Francisco.
Del Jefe de Estado, mejor ni hablar, desgastado por varios temas, y con mas desprestigio para mucha gente –tanto él, como la casa real-, que da menos confianza que Francisco Pernia negociando un fichaje.
Lo que está claro es que necesitamos nuevos líderes, capaces de aglutinar el cambio, y tener el carisma suficiente. Vamos un nuevo Tarancon, un nuevo Suarez… El pueblo exige cambios, y no tenemos líderes. Los necesitamos, y este es el mayor problema, o obstáculo para el cambio. Se buscan lideres ¿los encontraremos? Por el momento –por desgracia- no lo creo.
Puedes seguir cada semana la columna de Álvaro Saenz en su blog de eolapaz aquí
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