Francisco
Pereda Fernandez
“Es para mi
un orgullo recibir la medalla, sea ahora o hace 36 años, porque es el equipo de
mi tierra.”
Cántabro de
55 años, Santillana ha sido uno de los grandes del Real Madrid. Desde sus
comienzos en el Barreda, tras su paso por el Racing y hasta su trayectoria
deportiva como madridista, Carlos ha sido uno de los mejores cabeceadores de
todos los tiempos, aparte de ser un señor dentro y fuera del campo. Ahora mismo
es miembro del club de veteranos del Real Madrid y ejecutivo de la marca de
playeras Reebok. El pasado 2 de diciembre, Carlos recibia la insignia de oro y
brillantes por parte del Racing.
¿Practicó
algún otro deporte aparte del fútbol durante su infancia?
Realmente
no, lo único que hacíamos era montar en bicicleta y eso solo los más ricos del
pueblo, que eran los que más vacas y fincas tenían. Y al fútbol, hacíamos lo
que podíamos ya que no teníamos campo de fútbol en Santillana del Mar, entonces
colocábamos dos piedrecillas de portería y jugábamos en la calle o en cualquier
sitio. En aquellas circunstancias no podíamos exigir nada, era lo que había, y
muchísimo menos practicar otros deportes. Y cuesta asimilar que sucediese no
hace tantos años, pero en un pueblecito así el único deporte que practicábamos
era el de los bolos, típico deporte montañés eso era lo que hacíamos, jugar a
los bolos y al fútbol cuando podíamos.
Sus inicios
fueron en el equipo de la localidad de Barreda, ¿guarda buenos recuerdos sobre
este pequeño club?
Claro,
muchos y buenos. Porque realmente fue cuando pisé por primera vez un campo de
fútbol, ya que en Santillana no había, y entonces había que bajar a Barreda, y
Juan Antonio “el platanito” y yo bajábamos en el camión de la leche cuando
recogía las perolas por Camplengo, Santillana,…, hacía un recorrido hasta
Santander y nosotros nos bajábamos en Barreda. Nos quedábamos allí en Barreda,
él seguía, entregaba la leche y mientras, nosotros entrenábamos y luego nos
quedábamos en un bar esperando a que volviera a las 9 de la noche de Santander
de dejar la leche, nos recogía en Barreda y volvía a pasar por Santillana. Así
era lo que hacíamos para poder bajar a entrenar.
Toda mi
cortita carrera hasta los 17-18 años fue en el Barreda. Por lo tanto tengo
buenos recuerdos sobre mi primer entrenador, Valentín Cuétara, que además fue
el culpable de mi apodo “Santillana”, ya que yo no me apellido así, yo soy
Carlos Alonso González, entonces como bajábamos muchos niños pequeñitos, el
hombre no se acordaba de los nombres de todos, y cuando yo faltaba, pues decía:
¿Dónde esta ese de Santillana? ¿Ha bajado el de Santillana?... y al final me
quedé con el apodo.
En general
fue una época muy bonita, jugando con gente mayor que yo, aprendiendo poco a
poco, e inmediatamente después pase al Racing de Santander.
Después de
su paso por el Racing, ¿Cómo fue su llegada al Real Madrid?
Bueno, mi
paso por el Racing también me gustaría comentarlo, ya que fue mi primera
experiencia en la categoría nacional, jugaba en un equipo profesional en lo que
ahora seria 2ª A y con jugadores que habían jugado en primera.
Entonces yo
hacia Preuniversitario, y lo compaginaba con el fútbol como podía. Estudiaba
por las noches, por las tardes iba al instituto José Maria Pereda, solía
entrenar por las mañanas o cuando me decían. De ahí guardo buenos recuerdos
sobre jugadores profesionales de los que aprendí mucho, sobre todo Luís García,
que había jugado en varios equipos en primera división y me enseño mucho sobre
el fútbol y sobre la vida. Y después de ahí sin cumplir 19 años llegue al Real
Madrid.
¿Le costo
mucho conseguir la titularidad?
No, pero
por fortuna. Yo estaba en el Racing de Santander y este tenia una deuda de unos
23 millones con el Real Madrid, que entonces era mucho dinero para un equipo
como el Racing. Pero en el Racing la estrella era Aguilar, el cual me vino muy
bien para mi forma de jugar. Entonces el Madrid daba unos quince millones por
este y para saldar por completo la deuda fuimos Corral y yo.
Entonces lo
primero que hice según llegue fue decirle a D. Santiago Bernabeu que si a mi no
me querían en el Madrid que me mandasen otra vez para la tierruca. Pero tuve la
suerte que en ese momento en el Madrid no había un delantero-centro, y
entonces, bueno, llego un chico joven, 18 años, mucho ímpetu, remataba bien de
cabeza… y el entrenador Miguel Muñoz me puso de titular, y claro, yo asustado
porque jugaba con jugadores como Pirri, Velázquez, Amancio…, que para mi eran
míticos y los tenia idolatrados, y me costó mucho trabajo.
Primero
estoy muy agradecido a Muñoz por confiar en mí, me puso en el equipo a pesar de
mis dificultades técnicas. Entonces me tocó jugar de titular y encima quedarme
después de los entrenamientos a mejorar mi técnica.
Al final
fue una suerte que no me cedieran a otro club.
He visto
una foto suya varias veces en los diarios deportivos en la que sale usted rematando
de cabeza el balón a una altura increíble frente a un portero del Elche llamado
Esteban.¿Como hacia para mantenerse tanto tiempo suspendido en el aire?
Yo siempre
he dicho que saltaba mucho porque cuando iba a robar ciruelas a las huertas
tenía que saltar muy rápido el muro porque el perro no tardaba en venir.
En realidad
es una cualidad innata que yo tenia, no se explicarlo. Digamos que practiqué un
poco en el Racing con el entrenador Fernández Mora.
Hay tres
cosas que son fundamentales en los remates de cabeza: la anticipación, el salto
y la más difícil de todas que es dirigir el balón hacia donde quieres, y si me
preguntas que como se dirigía, no tengo ni idea.
Lo que si
te puedo decir, es que ahora me veo jugando con los veteranos y no tengo ni esa
anticipación ni esa capacidad para saltar, y eso me da mucha rabia. El problema
es que he perdido esa intuición que yo tenia.
Usted fue
muy famoso por sus goles de cabeza, ¿pero no cree que su gol más recordado fue
el marcado con los pies frente al Derby County?
Si, bueno,
al final sabes lo que pasa, que los goles de cabeza son muy espectaculares y yo
en aquella época cubrí muchas portadas de periódicos deportivos con fotos
extraordinarias de goles de cabeza. Pero en realidad yo marque más goles con los
pies que con la cabeza. Usted me recuerda el quinto gol ante el Derby County
que fue el que nos dio la clasificación, pero en realidad fue mucho más bonito
el tercero que quedo tapado por el otro. En parte también quedo tapado por que
en ese momento se estaba hablando mucho del tema Gibraltar y claro, el Derby
era un equipo inglés, por lo que se junto un poco la política con el deporte,
además de las 130.000 personas que había viendo el partido. Si alguien llega a
encender una cerilla en ese momento, explotamos todos, era espectacular.
¿Fueron muy
duros los duelos con los centrales y defensores del Barcelona y del Atlético de
Madrid?
Mucho. El
fútbol antes era mucho mas violento. Normalmente los defensas centrales eran
muy poderosos, fuertes y grandes, y solían dar mucha leña, y yo era un chico
muy bajo que tenia que luchar con ellos. Siempre se recuerdan las peleas con
Migueli del Barcelona y Arteche en el Atlético de Madrid, ya que eran ambos muy
grandes y era muy difícil jugar contra ellos. Pero entonces los árbitros
también te permitían más violencia y no sacaban ni tarjetas amarillas.
¿Cree usted
que se ha recuperado ahora el espíritu del Real Madrid de su época con la
llegada de Schuster?
Es que es
muy difícil de recuperar eso, no sé como explicarte, Camacho, por ejemplo,
cuando estuvo en el Real Madrid intentó hacer eso y Schuster supongo que habrá
vivido una época también parecida y lo intenta hacer. Pero el problema es que
en nuestra época solo había dos extranjeros y también había unas jerarquías que
se ganaban a través de los años. Entonces había una gran unión, era una
convivencia como la de un equipo amateur. Ahora los equipos están llenos de
extranjeros y cada uno tiene una forma de ver el fútbol, y de esto es muy
difícil crear una unión, aunque estoy seguro que Fernando y Raúl lo hayan
intentado. Lo ideal sería trasladar aquella forma de llevar el vestuario con
estos jugadores, pero eso es lo difícil.
Yo digo
muchas veces que antes nosotros vivíamos sólo para el fútbol y jugábamos para
el fútbol, no había otra cosa, y ahora muchos futbolistas son una empresa, cada
futbolista es una empresa.
Hoy día el
fútbol es mucho más complicado y Camacho me lo dice muchas veces: ¡Que no,
Charlie, que el fútbol no tiene nada que ver con lo que tú piensas, que el
fútbol es otra cosa!
¿Qué le
parece la figura de Robinho?
A mí me
parece que es un jugador que vive el fútbol como brasileño que es, pero me da
la sensación de que él es un jugador muy individual, que basa parte de su juego
en sus movimientos, en su velocidad, en su dribling. Me gustaría que fuera un
jugador más colectivo, que jugara un fútbol más colectivo, que no solamente se
dedicara a hacer su jugada, esas bicicletas que a veces valen un gol, pero
otras muchas veces no valen para nada. A mí me parece que es un jugador
interesante pero que está por desarrollar, yo diría que está por desarrollar tanto
a nivel personal como a nivel táctico, como equipo. Creo que tiene unas
cualidades extraordinarias y que si madura un poco más su capacidad de esquema
de juego, sería un jugador muy interesante para el Real Madrid.
Raúl,
¿jugador indispensable en el equipo?
Raúl es un
poco jugador de la vieja escuela, es un jugador que de alguna manera es un
poquito ejemplo para los demás, es capitán del equipo y debe hacer la función
que nosotros hacíamos en nuestra época cuando éramos capitanes, pero a él le
costará más trabajo y seguramente que le esté costando mucho trabajo. En estos
momentos está dando mejores resultados en los partidos que juega más lejos de
su estadio, pero sigue siendo un jugador muy importante en el Bernabéu y en el
equipo. Va cumpliendo años y lógicamente no está como hace 7 años pero yo creo
que Raúl, si juega en su sitio, porque ése es otro de los problemas que ha
tenido, el equipo juega mejor, hay mejores resultados y yo creo que si sigue
jugando ahí, Raúl tiene todavía cuerda para seguir dando guerra porque aún
tiene 30 años. Pienso que es un jugador muy importante en el equipo,
posiblemente mucho más en los partidos en el Bernabéu que en los de fuera de
casa, que también ahí es importante pero yo creo que menos.
O sea, ¿Qué
piensa que debe estar en la selección?
Si,
perfectamente puede estar, pero al final yo no me planteo si tiene que estar o
no, eso es decisión de Luís, y si Luís cree conveniente no convocarle, hay que
respetar su decisión. Yo respeto la decisión del seleccionador, siempre
considero que el entrenador y el seleccionador no van a tirar piedras contra su
propio tejado. Si no le lleva es porque pensará que hay otros jugadores que
para su sistema de juego le vienen mejor.
Carlos,
¿Qué opina sobre la buena situación actual del Racing en la liga?
La verdad
es que yo no me esperaba que estuviera en la situación en la que está. Siguen
con Munitis que continúa ahí de jefe. Han hecho un equipo muy compacto, con
jugadores muy jóvenes y otros no tanto como Colsa que está haciendo una labor
fundamental en medio campo, han formado un equipo muy majete y difícil de
ganar.
Es un
equipo muy bien plantado en el campo, con las ideas muy claras, muy peleón,
luchador y este tipo de equipos siempre cuesta mucho ganarlos.
Ahora está
ahí, pero también puede suceder a lo largo de la liga, pues, tener problemas de
plantilla porque al final estas cosas pasan factura y si se lesionan 3
jugadores importantes que no pueden jugar, esto el equipo lo nota mucho ya que
no tiene para cambiar jugadores del mismo nivel, y también puede venir algún
resultado malo y la gente se viene un poco abajo, porque no tienen mentalidad
de campeones, de luchar por títulos…pero de momento que le quiten lo bailado.
En este
momento tienen un montón de puntos y vamos a ver lo que pasa el domingo en el
Bernabéu.
Hace 36
años les concedieron a usted, a Ico Aguilar y a Pedro Corral la insignia de oro
y brillantes del Racing. ¿Por qué no la recibieron en su momento y les va a ser
entregada ahora?
Eso me
gustaría saber a mí, la verdad es que te voy a contar cómo ha surgido todo esto
porque sino no la hubieran entregado.
Cuando nos
traspasaron del Racing nos dijeron a Aguilar, a Corral y a mí que nos iban a
dar la insignia de oro y brillantes porque era como algo histórico que se
fueran al Madrid 3 jugadores cántabros a la vez. Y así quedó, pasaron los años
y a mí nunca se me ha ocurrido, ni en broma, decir que ni el presidente actual,
ni el anterior, ni de ninguno de los que han estado, que no la habían entregado
y que yo quería una insignia de oro y brillantes. Me hubiera hecho más ilusión
en su momento porque era de mi tierra, del Racing. Entonces, el año pasado
cuando estaba Miguel Ángel Portugal de seleccionador, me llama un día y me dice
que está en una comida con el presidente del Racing y están cerrando un acuerdo
para ficharle como entrenador. Después me dice si quiero saludar al presidente
del Racing y le comento en broma: “No, pero si todavía tienen una insignia que
nos deben a Aguilar, a Corral y a mí desde hace 50.000 años”, y comenta
Portugal: “Pues vienes un día aquí al partido del Racing y te dan la insignia”.
Y así se
quedó y de repente ahora, hace una semana se ha reactivado esto un poco por el
tema de que me llamaron de Radio Nacional de España porque me quieren dar un
trofeo en el Bernabéu el próximo domingo que jugamos con el Racing y entonces
ha salido el tema de entregarnos la insignia del Racing.!Yo en el Racing sólo
he jugado 1 año y en Madrid el resto de mi vida, de hecho me he casado en
Madrid, he hecho mi vida en Madrid, lógicamente mi corazón está repartido.
En el
Racing jugué 1 año de titular, muy jovencito, tengo muchos recuerdos de allí y
para mí es un orgullo recibir ahora la medalla, no importa que sea ahora o hace
36 años, porque es el equipo de mi tierra.
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