Si mañana
se acabara el mundo, ¿acaso tendría sentido seguir luchando? Esta es la
pregunta a la que se enfrentan cada día los enfermos con cáncer.
La realidad
de las personas que sufren cáncer es muy
dura. La quimioterapia es muy agresiva y produce efectos secundarios, a veces incluso peores que la propia
enfermedad. Y es que no solo tu vida se
ve afectada, sino tu integración social porque el físico llega a importar
demasiado. Por eso personas tan encomiables como María García se dedican a conseguir que la gente no
tenga miedo de mostrarse en su estado. Esta joven peluquera colabora con
“Mechones Solidarios”, un proyecto que dona pelucas, aumentando la autoestima
de los pacientes y ayudándoles a sobrellevar la enfermedad con más optimismo.
Es
tranquilizante pensar que la conciencia social ha aumentado y que hay mucha
gente ahí fuera que se preocupa por todos aquellos que sufren en el silencio. Y
es que cada vez somos más los que estamos dispuestos a correr una maratón en
nombre de los que no conocemos, y además recordamos guardar cada mañana en una
bolsita el tapón del brik de leche.
Gracias al
esfuerzo de tanta gente, existe una escalera que aguantará los pasos de los
enfermos de cáncer hacia la salida del infierno. En realidad nadie sabe por qué
estamos aquí pero, tras la eterna incertidumbre y la dolorosa espera, quizá
lleguemos juntos a entenderlo.
Gabriela Abascal
Estudiante
de bachillerato. Colegio La Paz ,
Torrelavega (Cantabria)
Imagen eolapaz
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