Miguel González,
Carlos Fernández, Nilo Merino Recalde
Primer
Premio Premio de periodismo ElPaís 2010. Premio mejor fotografía ElPaís 2010
Fotos: Nilo
Merino Recalde
El
ingeniero de Caminos José Ignacio Pardo de Santayana, ha dedicado su vida a la
preservación del medio natural, a través de la protección de especies en riesgo
de extinción, y de una ingente labor de concienciación, divulgación y educación
medio ambiental, especialmente en el campo de la biodiversidad, cuyo centro es
el zoológico de Santillana del Mar (Cantabria), que ha construido y mantiene
con el apoyo de su mujer, Maribel Angulo.
El
nacimiento a principios de este año en su zoológico de un macho de orangután de
Sumatra, primero que nace en cautividad en España, supone un espaldarazo a su
labor para la protección de una de las especies más amenazadas, y abre una
esperanza en la preservación del planeta, y en la construcción de generaciones
comprometidas en la lucha contra su destrucción.
De hecho,
ADENA/WWF ha valorado recientemente sus instalaciones como una de las cuatro
mejores de España y uno de los centros conservacionistas más destacados de
Europa.
Su labor
trasciende del mero trabajo de exhibición y cuidado de animales para realizar
programas divulgativos en las radios, tareas educativas en los colegios,
edición de libros, investigación, desarrollo de programas científicos y
formación de personal especializado en proyectos de protección de la naturaleza.
La
fundación Zoológico Santillana del Mar ha invitado a un grupo de redactores de
Enredados a visitar las instalaciones y conocer todo lo relacionado con el
programa de cria en cautividad de orangutanes de Sumatra, y en especial al
nuevo miembro de la familia.
Son pocos
los orangutanes de Sumatra que nacen cada año en cautividad en nuestro
continente. El modesto Zoo de Santillana del Mar tiene la suerte de contar con
5 de los 180 ejemplares que hay en toda Europa.
Adam y Ann
llegaron al zoo en Diciembre de 1994 totalmente de rebote. Su antiguo hogar en
Bristol había tenido problemas con ecologistas y debía cerrar. Ésta era una
gran oportunidad para que Cantabria contase con dos de estos ejemplares.
Era tal la
relación de estos animales que nada más finalizar el traslado, Ann se quedó
preñada. Una gran noticia, sobre todo porque estos orangutanes ya mayores eran
considerados de gran calidad genética debido a que salieron de su país natal.
La pequeña
orangután llegó al mundo tras 8 meses y 17 días de gestación. Su nombre, María.
Pero la poca experiencia de la nueva mamá, obligó a los cuidadores a separar a
la cría de su madre y criarla personalmente. Ignacio y Maribel, los dueños del
centro, cuidarían a la pequeña María como si de su hija se tratase durante sus
dos primeros años de vida. Tras 9 años, la pequeña María se hizo adulta y el
coordinador internacional decidió mandar un orangután macho para criar con ella
debido a que ésta era genéticamente muy valiosa y debía reproducirse.
María y
Budy se conocieron, y lo suyo fue un flechazo. Fruto de este “romance” se han
unido tres nuevos integrantes a la familia. Primero fue la pequeña Victoria,
nombre debido al logro de haber sido el primer orangután hembra nacida en
cautividad en España. Tan solo trece meses después nacería Juliana. Estas dos
crías recibirían un trato igual que el de su madre de pequeña. Ignacio y
Maribel empeñarían todo su amor, actuando como padres, para cuidar a los dos
pequeños.
Poco
después de cumplido el año comenzaron a juntar a las dos pequeñas con sus
padres biológicos. Progresivamente las crías fueron reconociendo a María y Budy
como sus propios padres.
Tras este
proceso, María estuvo recibiendo anticonceptivos hasta el año pasado. Y se ve
que no perdieron el tiempo, ya que ahora, 13 meses después, ha nacido el
pequeño Silvestre. Él se ha convertido en el primer orangután de Sumatra macho
en cautividad nacido en nuestro país. Hemos tenido la oportunidad de pasar una
tarde con el pequeño Silvestre y con Ignacio y Maribel. El cariño y la devoción
que tienen estas dos personas por los animales, se refleja en las miradas y los
gestos hacia el nuevo integrante de la “familia”. Un miembro al que colman de
besos, arrumacos y caprichos. Se parecen tanto a nosotros, que el cariño que tú
les ofreces, te lo recompensan. Hemos podido ver como Maribel daba de merendar
a Silvestre y como el pequeño se dormía abrazándola. Fue tan enternecedor que
difícilmente lo olvidaremos. Silvestre con la energía renovada no paró de jugar
con nosotros hasta que nos marchamos y nos estuvo mirando hasta que
desaparecimos de su vista. Esta especial familia, devuelve los risueños gestos
de sus cuidadores produciéndoles una felicidad que, pocos momentos en la vida,
según ellos, pueden igualarlo.
Mientras
tomábamos fotografías de Silvestre, un corro de niños rodea a Ignacio. Estos
niños, al conocer de cerca a estos preciosos animales, quizá aprendan a
valorarlos viendo su lado más humano. Y es que no podemos olvidar que somos
parientes muy cercanos.
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