Marta
Ingelmo, Noelia López y María Zarrabeitia.
Este año se
ha beatificado a Juan Pablo II, seis años después de su fallecimiento. La
muerte de Juan Pablo II dejó al mundo católico sin uno de sus más carismáticos
líderes, tras su muerte el 2 de abril de 2005, lo que ponia fin a la vida de
uno de los grandes personajes del siglo XX. Desde el momento de su
pontificación, en el año 1978, no paró de viajar por todo el mundo, llevando su
mensaje a países que nunca antes habían sido visitados de forma oficial por
ningún otro Papa. Juan Pablo II visitó en varias ocasiones nuestro país. Entre
estas seis visitas, cabe destacar el encuentro con los jóvenes en 1982, que
realizó en Madrid en el estadio Santiago Bernabeu.
El Papa
siempre quiso estar cerca de los jóvenes, ya que decía que eran el futuro de la Iglesia y probablemente
sean el sector mas distanciado de las ideas católicas. Pero aparte de los datos
biográficos que ya todos conocemos de Juan Pablo II, hemos tenido la
oportunidad de conocer su lado más humano y personal gracias a Ángel Lucas,
encargado por la
Congregación de preparar ante la Santa Sede las causas
de los santos. Éste tuvo la oportunidad de conocer a Juan Pablo II. La primera
vez que le vio, fue el día de su pontificación el 16 de octubre de 1978, de
este día nos destacó el asombro de la gente presente en la plaza de San Pedro
al saber que el recién elegido Papa era polaco, aunque en la lista de favoritos
aparecía en octavo lugar. Todos se sorprendieron cuando tras salir al balcón y
dar la bendición en latín, saltándose el protocolo, dio un discurso en italiano
durante casi una hora, lo cual dejó ver a la población que el nuevo Papa era un
hombre con iniciativa que decidía como actuar en cada momento. Según Ángel
Lucas, Karol Wojtyla cuando aún era cardenal, se hizo popular debido a sus
intervenciones en el II Concilio del Vaticano celebrado entre 1959 y 1963.
Además recuerda, que en su primer acto oficial en Asís, tuvo una gran
repercusión a nivel social, desde este momento la población mundial pudo
apreciar la cercanía con la cual el Papa obtuvo el cariño de la gente.
Esta no fue
la única vez que vio al Papa. En su estancia en Roma durante 34 años, donde
estudió derecho canónico, tuvo varias ocasiones de hablar con el. Ángel Lucas
pudo conocerle en la parroquia San Giuseppe Marello, de la cual era sacerdote.
El padre Ángel, nos contó una anécdota, entre risas recordaba como el Papa cada
vez que le veía le confundía con un italiano.
El padre
Ángel, se había encargado de los trámites para la postulación del Padre Damián,
católico belga que viajó a la isla de Honolulú donde trabajó con los nativos.
En 1873 fue requerido para trabajar entre los leprosos donde se dedicó por
completo al cuidado físico y espiritual de estos. Once años después contrajo la
enfermedad que le llevó a la muerte. El sacerdote Ángel Lucas viajó a Hawai,
donde visitó los lugares donde estuvo el ya santificado, en el año 1972. Allí,
durante dos meses estuvo investigando en el archivo de Honolulú para la
aprobación de un milagro, y así se hiciera posible su beatificación. Una vez
aprobada la postulación del Padre Damián, Ángel Lucas viajó el 4 de junio de 1995 a Bélgica para la
beatificación de este, donde se presentó, como procurador de la congregación de
los Sagrados Corazones, a Juan Pablo II. Esta fue su visita mas oficial, Ángel
nos enseñó unas fotografías en las que pudimos ver, además del mal tiempo que
tuvieron, las grandes personalidades que acudieron al evento. Entre los cuales
se encontraban, los más destacados cardenales y obispos de todo el mundo. La
ceremonia tuvo lugar en la catedral de Santa Gúdula, donde además de los
representantes católicos como el obispo de Hawai, acudieron los reyes Leopoldo
y Fabiola de Bélgica. Gracias a la ayuda del rey se trasladó el cuerpo del
Padre Damián desde Hawai hasta Bruselas. En esta ocasión, nuevamente el Papa
confundió a Ángel con un italiano. El Padre Ángel Lucas recuerda a Juan Pablo
II como una persona de carácter y de ideas fijas, que difícilmente se dejaba
llevar por los demás. Nos comentó que su primera impresión del Papa era la de
un hombre serio y recto, pero una vez que hablabas con el conocías su lado mas
cercano. La orientación enérgica y eficaz de su pontificado, sus declaraciones
doctrinales y sus viajes por todo el mundo han realzado la importancia del
Papado tanto dentro como fuera de la
Iglesia católica. Juan Pablo fue el primer Papa en visitar
una mezquita, con esto demostraba su respeto hacia las distintas ideas. A pesar
de su profunda fe, aceptaba el resto de religiones. En 1981, mientras saludaba
a los fieles en la Plaza
de San Pedro, sufrió un atentado perpetrado por Mehmet Ali Agca, quien le
disparó a escasa distancia desde la multitud. Meses después, fue perdonado
públicamente, ésta es la muestra más clara de la bondad y la humanidad de Juan
Pablo II. Cabe destacar que en su trayectoria como jefe del gobierno de la Iglesia , su afán por
predicar el evangelio por todo el mundo, en lugar de encargarse de los asuntos
internos de ésta. En los últimos momentos de su vida, la gente demostró su
cariño y afecto. Pese al progresivo deterioro de su salud, continuó su
actividad apostólica a través de numerosos viajes. Juan Pablo II, compareció
brevemente ante los fieles en la
Plaza de San Pedro, donde les saludó y bendijo durante varios
minutos, aunque no consiguió hablar a pesar de sus esfuerzos por hacerlo. Esta
fue la última aparición pública del pontífice, en la quiso aparentar que su
salud no estaba tan deteriorada como lo estaba en realidad. Los católicos
empezaron a ver cómo su líder entraba en una fase de agonía. La gente,
especialmente los jóvenes, se han volcado en el momento de su muerte y ahora en
su beatificación, y el ejemplo más representativo fue el acercamiento de
multitudes a la plaza de San Pedro donde expresaron su devoción por el Papa,
rezando por él. Juan Pablo II, el Papa más querido por la gente, el más próximo
a los jóvenes, el más próximo a todos.
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