José
Francisco Sánchez, Soraya Cuesta
“Yo me
acordaba del Titanic” rememora Alfredo Herreros, director del Hotel SAja de
Torrelavega, superviviente del Costa Concordia, seis meses después de que uno
de los cruceros más grandes de los que recorren el Mediterráneo, diera con su
casco en la isla italiana de Giglio, en un episodio aun no aclarado
completamente, y que sacó a la luz prácticas habituales poco responsables y
fallos severos en la seguridad y reacción, en uno de los destinos turísticos de
más éxito en los últimos años, los cruceros.
Eran las
nueve de la noche del 13 de enero de 2012 cuando Alfredo bajó a cenar como de
costumbre, se encontraba en el comedor más grande, con capacidad para mil
quinientas personas, cuando de repente “oímos un ruido muy fuerte bajo el
barco, como si hubiera una cuchilla que lo hubiese raspado; y se fue la luz”;
el barco se entornaba, las copas y platos caían mientras que Alfredo y el resto
del pasaje miraban a los camareros para comprobar en sus expresiones la
gravedad o no de los que percibían. “N os quedamos todos quietos a la espera,
inmediatamente el barco comenzó a entornarse, cayendo copas y platos, la luz
regreso en muy poco tiempo, revelando la cara de angustia de todo el personal.
El barco dio en ese instante otro giro, inclinándose más. La gente comenzó a
correr hacia la puerta por donde entraron, yo cuando vi eso, como estaba en la
parte mas lejana de la puerta y vi que la gente salía despavorida unos encima
de otros saltando por encima de las mesas pensé que el barco podría darse la
vuelta y me pillara debajo. Intente subir desde la planta tercera (donde estaba
cenando al 9º piso, por una escalera de servicio del personal, sin saber por
donde iba pero, conseguí llegar a las terrazas superiores. Aun no se como”
¿Nadie le
indico nada?
No, porque
estaban en un momento de mucho desbarajuste, el personal pedía calma y decía
que eso era normal, pero no, veías que se caían todas las mesas y todos los platos.
Había gente por el suelo suelo…
Llegue al
9º piso que da a la zona del bufe, corrí por la cubierta hasta salir a una zona
donde había piscina y desde allí subí hasta la cubierta más alta. No creo que
tardase en todo el recorrido más de cinco minutos. Cuando llegué a la parte más
lata del barco me encontré con otros pasajeros. Nos dimos cuenta que el barco
estaba parado. Estábamos justo debajo de la chimenea y sentimos como hacían
amagos por arrancar las máquinas. Pero no sirvió de nada.
¿El barco
ya estaba escorado?
Escorado de
un lado, que luego al cabo de media hora, no se porque cambio la inclinación,
supongo que al ser la ruptura en una parte, el agua se extendió al otro lado
¿Estaban en
alta mar o pegado a la costa como decían?
Estaba
pegado, pero no como esta ahora, mas lejos, no se decir la distancia.
Comprobábamos en el silencio de la noche que el barco estaba parado y cada vez
que intentaban arrancar el motor lo oíamos porque estábamos debajo de la
chimenea, luego como no eran capaces de arrancarles desistieron y comenzamos a
movernos, a la deriva. Yo veía la costa cerca, pero lejos.
La
corriente y el viento (daros cuenta que por su tamaño ofrece mucha resistencia
al viento) nos acercaba a la costa. Era el mar el que nos llevaba a la isla, no
el capitán. Y estuvimos así como una hora y cuarto, a la deriva, hasta que
encallamos. En ese tiempo, nadie hizo nada, no dijeron nada.
¿Nadie dijo
nada, ni el capitán, ni el servicio?
Decían por
la megafonía que era un problema de generadores y que enseguida se iba a
solucionar
¿Cuál fue
la reacción de la gente?
La mayoría
no habíamos navegado nunca en un barco así, no entendíamos lo que estaba
pasando. Paso una hora desde la avería a que nos avisaron. Todo el mundo fue
hacia los botes, a pesar de que nos decían que fuésemos a los camarotes, que no
pasaba nada. A pesar de eso la gente acabo yendo a los botes. Que eran pocos, y
la gente se agolpaba delante de ellos, Algunos intentaron bajarlos, pero no
pudieron porque las poleas estaban mal y no bajaban, a pesar de lo que nos
decían, a la gente le daba igual solo pensaban en buscar un hueco. Era
impresionante ver como una cadena humana en un segundo podía separar a dos
personas que iban de la mano y ambas buscarse y no encontrarse.
Los botes
no bajaban, la gente intentaba cortar las cuerdas con hachas, pero solo
conseguían echarles al agua vacíos o dejarles en posición vertical y caerse al
agua. Algunas personas jóvenes en vista de lo que pasaba se tiraron al agua en
busca de la costa. Intentaban tirar lanchas hinchables pero tardaban mucho en
abrirse, fue todo un descontrol y encima al quedar el otro lado del barco
inclinado, la mitad de los botes, quedaron inutilizados. Solo teníamos, la
mitad de los botes para 4000 personas.
¿Se ha
puesto en contacto con ustedes Costa Cruceros?
Han pedido
perdón y han mandado un informe para que rellenemos lo que había en las cajas
fuertes, porque había gente con joyas y dinero, lo que nos van a dar después no
lo sabemos.
Se ha
creado una plataforma a nivel nacional para denunciar, pero todavía está todo
en el aire, de momento parece que esta todo muy bien manejado.
¿Qué
ocurrió en las siguientes horas?
Llegamos a
esa isla y al día siguiente nos vinieron varios barcos a buscar para irnos a
San Estefano un pueblo cercano. Allí el ejército lo tenía todo preparado. Nos
dieron comida, de pie, lo justo, y alguna ropa, porque el que estaba durmiendo
y pudo salir, salió como pudo y el que estaba en la piscina, salió en traje de
baño; y no había más. Pasamos por una carpa y allí nos tomaban los nombres para
luego saber quienes eran los desaparecidos, de allí nos llevaron a un colegio y
esperamos para que un autobús nos llevara al aeropuerto para ir para Barcelona.
¿Perdió
muchas cosas en el barco?
Si , por
que son nueves días y siempre llevas no solo ropa, llevabas el ordenador,
cámaras, la tarjeta, y ella llevaba también sortijas y joyas . Es un dinero.
Además de perder tus vacaciones. Habíamos embarcado ese día por la tarde, y a
las 9 de la noche encalló.
Yo había
llegado a Barcelona en coche, desde allí habia tomado un avión a Roma. Había
dejado el coche en un parking, para a la vuelta cogerle, pero claro se habían
quedado las llaves en el barco, llegue a Barcelona y al no tener llaves tuve
que pedir que me enviaran una copia desde casa. Dios dias en Barcelona y en
Roma, en todo este recorrido, en los que la compañía no reaccionó. Dos dias sin
dinero, ni documentos ni equipaje. Salimos a delante gracias al cónsul español.
¿En el
momento en que se estaba inclinando el barco pensó en algún momento en el
Titanic?
Si, claro
que lo pensé claro, por eso mi obsesión era subir, yo me acordaba del Titanic,
cuando se dieron la vuelta se quedaron abajo. Además la situación no era fácil.
Ni estabamos cerca de la costa, ni el mar, en esas horas de la noche tenia
temperatura como para aguantar mucho tiempo en el agua. Mi miedo era quedarme
encerrado dentro del barco. De hecho, la orden de la tripulación de volver a
los camarores fue la causa de algunas muertes. Algunos volvieron como nos
indicaron, y murieron allí. Cuando el pánico de desató, algunos no acertaron a
salir de los camarores, o las puertas, inclinadas se atoraron, o en los
pasillos se hizo un tapón, o se perdieron con los nervios, en medio de un barco
gigantesco.
¿Se notaba
a medida que iba pasando el tiempo que había menos personal pendiente de
ustedes?
Yo creo que
si, pero solo veía donde estabas, yo donde estaba solo vi un par de ellos para
controlar que no se subieran a los botes, salvo algún niño o alguien en silla
de ruedas.
¿Cómo llegó
a la costa?
Yo llegue
al final, montamos en un bote, fui de los últimos, todavía se veía gente
suelta,
¿Notó que
algún barco llego a la costa y no volvió?
En esos
momentos no. De todas formas había gente que tenia miedo de volver y que el
barco se inclinase más y les aplastase, o cayese un bote sobre ellos o
mobiliario de las cubiertas.
¿Notó en
algún momento del viaje el exhibicionismo del capitán Esquetino?
No, luego
me he enterado por hay que es normal que los barcos se acerquen a la costa,
igual se confundieron aquí.
¿Coincidía
la versión de costa con la que usted vivió?
No, salió
en televisión una grabación con el personal pidiendo calma. Fue una excepción.
Tampoco es cierto que el capitán nos llevase a la costa, fue el viento y la
corriente
¿Porque
cree que actuaron así?
Parece ser
que hay una ley que dice, que cuando tienes que bajar a un pasajero de un barco
como estos de esa forma, la indemnización mínima es de 10.000 euros. Me imagino
que cuando se han dado cuenta del error, han sido conscientes del problema
económico que se les venia encima y han intentado trampearlo y llegar al puerto
siguiente o a Roma o a yo que se. Es mucho dinero cuando haces un desembarco de
estos, 10.000 euros por cabeza. Y que digan ahora que lo hacen habitualmente y
que diga costas que no lo sabían pues a mi me parece, que el capitán le han
dicho aguanta un poquitín.
¿Cuál es su
percepción de la actuación del capitán?
No puedo
opinar sobre lo que no he visto. No se si se fue del barco, pero allí no le
vimos nadie, eso es cierto. Resulta incomprensible que con los medios actuales
de navegación se cometiera un error de este calibre, y más aun que no supieran
como reaccionar, y que no nos protegieran. Si que es cierto, que unos minutos
antes de que ocurriera todo, cuando iba a cenar me cruce con él, que iba junto
a una mujer rubia, más joven que él y alta, en los pasillos de los camarotes
del pasaje, una zona por donde él no debía estar. Nos llamó la atención que
pasaran a nuestro lado, por la zona de pasajeros.
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