Martes 11 de septiembre de 2001, mis recuerdos no son apreciables, apenas tenía 6 años, pero lo que siempre me viene a la mente cada vez que dicen 11-S, es la imagen de las dos torres derribándose. Ningún neoyorquino se fue a la cama pensando que al día siguiente su vida iba a cambiar, pero así fue, el mayor atentado de la historia iba a ocurrir esa misma mañana. World Trade Center, allí se encontraban las “pequeñas” gemelas junto con otros grandes edificios que inevitablemente sufrieron daños del insólito impacto, algunos quedando incluso derruidos o gravemente dañados.
Minoru Yamasaki, arquitecto estadounidense, 2 edificios, 147 metros, 110 pisos, 99 ascensores, un diseño arquitectónico un tanto monótono por fuera, sin embargo impresionante, un diseño estructural de 10, supuestamente capaz de resistir el impacto de un avión con 88.055 litros de combustible, distinguidas en norte y sur por la antena que poseía en la azotea la más veterana, muchos millones invertidos en lo que se convirtió en oficinas, el lugar que le daba trabajo a miles de personas, sin lugar a duda el sitio clave para cometer la mayor tragedia en la hora punta.
Todo comenzó a las 8:00, cuando el vuelo 11 de American Airlines despega de Boston con dirección Los Ángeles, acabando después en la Torre norte; 15 minutos más tarde sale el vuelo 175 de United Airlines del mismo lugar, con el mismo destino, pero esta vez atravesando la Torre sur; transcurridos solo 5 minutos, sale el vuelo 77 de American Airlines de Washington DC hacia Los Ángeles otra vez, destrozando El Pentágono (sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos); hacia las 8:41 despega el vuelo 93 de United Airlines de Newark con destino San Francisco.
Los cuatro vuelos comparten la peculiaridad de haber sido secuestrados por el grupo terrorista Al Qaeda, liderado entonces por Osama Bin Laden, pero el último de estos vuelos no consiguió sus objetivos que aunque no se sepan con toda claridad, hay indicios de que su destino era el Capitolio o la Casa Blanca. Veinte minutos es lo que diferencia el impacto de la Torre norte del de la Torre sur, provocando dicho estruendo que los edificios se incendiaran, nada para lo que no estuviesen preparadas sus estructuras, que según expertos, no se derrumbaron por el impacto del los aviones ya que estaban diseñadas para soportar el choque de un avión con 88.055 litros de combustible y éstos solo eran de 37.850 litros. No se derrumbaron por el incendio porque estaban hechas de armazón de acero, tampoco por su propio peso como han dado a conocer, ya que tardó solamente 9 segundos en destrozarse, como si no hubiera habido nada dentro del edificio, y si se hubiese caído por su propio peso, tendría que haberse encontrado con resistencia por el medio y no habría tardado apenas 10 segundos. El terror y la presión hacen efecto en la población, el Congreso, la Casa Blanca y el edificio de las Naciones Unidas son evacuados, George Bush manda que todos los vuelos aterricen inmediatamente en los aeropuertos más cercanos y declara la “Alerta Máxima” en todo el mundo.
Sin ninguna duda fue un día escalofriante para muchos, dejando 3.017 muertos, más de 6.000 heridos, 7 edificios destruidos, más de 25 dañados, una parte de El Pentágono demolido, un país destrozado, una economía tambaleante y mucho trabajo por delante. WTC 7, 200 Greenwich Street, 175 Greenwich Street, 150 Greenwich Street, 130 Liberty Street, Freedom Tower, son los nombres que reciben los edificios que van a constituir la nueva “Zona Cero”, prevista su inauguración en su totalidad en el año 2014, esperando que todos los negocios que aquel 11 de septiembre de 2001 se marcharon, vuelvan, aunque muchos neoyorquinos no quieran trabajar en edificios más altos de lo que un día fueron las Torres Gemelas. Varios han sido los homenajes dados a esta fecha tan simbólica, como era de esperar, la Zona Cero se llenó de fotografías, cartas y demás objetos de todos aquellos fallecidos en el atentado, pero hubo actos oficiales como el “Tribute in Light”, que consistía en buscar el lugar donde se encontraban las Torres Gemelas mediante 88 luces y dos columnas de luz que apuntaban al cielo. También en 2008 se inauguró el Pentagon Memorial, situado al suroeste de El Pentágono diseñado por Julie Beckman y Keith Kaseman, que contiene 184 bancos mirando hacia el gran edificio que sufrió grandes daños.
Está claro que durante el paso del tiempo va a haber edificios en recuerdo a todos los fallecidos, y que todos los 11 de septiembre televisaran en todas las cadenas del mundo este trágico suceso, intentado así que la gente reflexione, saque sus propias conclusiones y vea que quizás cualquier día, esto le puede pasar a cualquiera… Hoy, 11 de septiembre de 2011, décimo aniversario del mayor atentado de la historia, solo espero que cosas así no vuelvan a pasar nunca.
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