viernes, 16 de mayo de 2008

¿Hacia donde nos llevan Muñiz y Pernia?



Marcos Renero


Las cosas de pueden hacer mal, se pueden hacer peor, o se pueden hacer como en el Racing. Estos días todavía hemos tenido que oír al presidente del Racing pedir dinero al ayuntamiento dinero y esfuerzo para un nuevo campo o, la menos, ampliar el que hay. ¿Para que?, si al paso que vamos acabaremos en segunda y no ira nadie. Y en todo caso, quien es Pernia y quien le paga para pedir dinero público cuando el derrocha el dinero que la final es de todos. Si, si, de todos, he dicho bien. Porque entre que el campo es gratis, las miradas al anden cuando hay que pagar impuestos, los indultos que el estado hace de vez en cuando al fútbol y las subvenciones ya me diréis.
La historia, como esta semana comentaba en el foro Álvaro Sáenz (tu si que eres un periodista y no la mayoría de aficionados que hay en los periódicos y en las radios).

El Racing había alcanzado su minuto de gloria gracias a un núcleo de gente de calidad y de compromiso con el club, en las últimas temporadas. Gente de esa que influye mucho en un vestuario para bien, que controlan a la plantilla y facilitan buen ambiente, responsabilidad y curro. Y junto a ellos ciertos futbolistas de cierta calidad que facilitaban el éxito deportivo.
Me cuesta entender que se deshaga un equipo, sobre todo cuando este debe, por primera vez en su historia, hacer frente a una competición como la UEFA, es como renunciar a un sueño sin llegarse a dormir. Pero bueno, el Racing es un equipo pequeño y sin patrimonio y necesita caja. Pero lo que es incomprensible es que se vendan jugadores clave a precio de saldo. Por que algunas de las “estrellas” del Racing han sido liquidadas a precio de segunda B, que vender a un titular de primera, y de los equipos de arriba por 2 millones de euros no se ve ni en Congo.
Y el desastre podía haber sido mayor si Pernia consigue llevar a término sus planes de vender a Colsa. Y ni lo hizo porque el jugador, que quiere más al Racing que todo el consejo de administración junto, no quiso. Y me malicio que el presidente no le ha perdonado y se la tiene jurada. Y con razón, es verdad. Como se puede ser tan rastrero como para querer quedarse en Racing y querer a sus colores. En fin.
Pero a ese desastre económico se esta uniendo otro de administración humana. Según contaba Álvaro esta semana, este verano, tres de los veteranos de más clase humana y deportiva (Munitis, Pinillos, y Colsa) se reunieron con el presidente del Racing, Francisco Pernia, para saber si la plantilla de este año seria competitiva, y como se olían que no, transmitirle su preocupación. Y tenían razón. Llega septiembre y se encuentran el panorama que tenemos, con fichajes caros y de relumbrón sentados en la grada, por que el técnico no cuenta con ellos. Que fácil es jugar y gastar el dinero ajeno y jugar con los sueños de la gente. Y es que la plantilla cojea manifiestamente en puestos clave como el extremo derecho. Se han ido de la medular y la delantera dos hombres de gran calidad como Duscher, y López, y han venido saldos del tipo de Gonsalves o Lacen (que hasta él se quiere ir). No contentos con eso, el técnico, que será muy buena persona, pero que s un empanao, deja al núcleo duro fuera de lista para el histórico partido del Honka. Un error porque son fundamentales en la plantilla (Pinillos, Colsa, Munits), y porque ellos se han ganado la gloria de jugar en Europa, no tenemos derecho de robarles ese honor, esa satisfacción profesional, con lo que convocarles no solo es un desprecio sino crear un serio problema en el vestuario, cuya unión ha sido la clave del éxito del pasado año. Pues con todo y con eso el buenazo de Colsa se conforma con manifestar su protesta con una mirada a Muñiz (yo le hubiera partido un banco en la cabeza por tonto). ¿Y que hace el entrenador?, pues castigarle por mirarle, no llevándole ni convocado a Pamplona. Hay quien dice que Colsa se quejo del pobre juego del equipo en Helsinki, sobre todo por los aficionados que con toda ilusión les siguieron hasta allí. Pues tampoco veo yo que el hecho de que el capitán comente el tema con el entrenador sea un crimen.
Esta claro que Muñiz están escribiendo un libro que va camino de ser un best seller, “Como hundir un equipo y matar a una afición en tres lecciones”. Y vamos por la segunda.


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