Ana Maria
Fernandez Peñalba, Marina Peréz del Olmo. Coordina:
Álvaro Saenz, Torrelavega. Fotografia:
Mario Gutierrez, Torrelavega
Se llama
José Ignacio Gabilondo Pujol, es vasco, es periodista y ha sido, entre otros
menesteres, conductor del programa de radio “Hoy por Hoy”, en la cadena SER,
durante más de veinte años, el programa líder y referente de la radio española.
Ha sido periodista de COPE, Radio 16, SER o Televisión Española, entre otros
medios. Director de informativos, director de programas y de emisoras. Ha sido,
y es, no solo un periodista, sino un convincente, sólido y claro comunicador,
un hombre de reconocido prestigio a la hora de mostrarnos el mundo. Pero no
hemos charlado con él para conocer su biografía, sino para escuchar a un
contador de historias, y reflexionar con él, sobre el periodismo y su
necesidad.
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Quien es
Iñaki Gabilondo?
A veces me
parece que es una persona diferente de mí, porque llevo tantos años pudiendo
hablar de mi, que no se muy bien si soy yo o un personaje. No os podéis
imaginar lo que significa la primera vez que ves tu nombre escrito en un
periódico con alguien aludiendo a ti para bien o para mal. Si es para bien, te
produce una extraña sensación. Si es para mal te produce un efecto muy duro.
Pero ya llevo tantos años oyendo hablar de mí o viendo mi nombre escrito, que
me parece que es otro distinto a mí. El Iñaki Gabilondo que yo conozco bien es
una persona hija de una modesta familia, llena de dificultades, donde había
muchos hermanos y donde aprendió cuatro o cinco cosas que le han acompañado
siempre, que son el esfuerzo, trabajo, el juego limpio y la dignidad. Luego he
descubierto que eso nos lo dijeron nuestros padres sin que nosotros se lo
oyéramos nunca. Porque los hermanos, cada uno de los cuales tiene una actividad
completamente diferente, tenemos todos rasgos muy parecidos y la gente que ha
trabajado con nosotros nos define con rasgos muy parecidos a los que acabo de
contar yo. Debió ser que los aprendimos de nuestros padres, aunque nunca nos
dijeron ninguna palabra de ello, pero si muchos gestos. Pero, a veces ese Iñaki
Gabilondo que yo creo ser o que creen que soy las personas que me quieren, que
me conocen, se me parece poco, muy poco o nada con el Iñaki Gabilondo del cual
oigo hablar a veces.
¿Usted
prepara las preguntas o las va improvisando?
Yo las
pienso mucho. Yo las entrevistas las preparo como una cita, preparo mucho las
preguntas. Como ya tienes mucha experiencia también dices si le pregunto esto
me va a ir por aquí. Además, las entrevistas que yo he hecho en mi vida han
sido siempre en directo, no hay posibilidad de repetir, y debes aprovechar lo
que te marcan las circunstancias, no sujetarte al corsé de un papel. Pero, yo
ya entiendo que quien tiene que hacer entrevistas sin tener mucha experiencia
pues tiene que tenerlo apuntado. A mi me gusta mucho mirar a la cara a la gente
con la que estoy hablando. Yo he aprendido que la gente solo te responde si
sabe que la estas escuchando. Lo malo de hacer una entrevista, a veces, es que
uno hace la pregunta y entonces uno ya, ya ha hecho lo suyo, ahora que el otro
responda lo que quiera y ahora uno prepara la siguiente pregunta; pero las
entrevistas, a mi juicio, lo importante es estar siguiéndolas por donde van, a
lo mejor por aquí esperabas que no pasara nada pero ves que pasa algo y puedes
seguir. A lo mejor habías pensado ir por aquí pero descubres que por ahí te
interesa menos porque has visto que por aquí puedo entrar. Pienso mucho en
todo, desde que quiero saber, por donde puedo preguntarle, a donde me va a
conducir si le voy a preguntar por aquí, incluso si es de un respondedor de
respuestas largas o cortas. A mi me gusta mucho mantener la comunicación ágil.
También
hago programas de radio, he hecho miles de horas de radio y se ha hecho siempre
sin papel. Pero no porque no las haya preparado, sino porque a mi me gusta más
la comunicación así. Es, como quien prepara una cita. Un ligue y a ver si por
aquí nada por aquí si. Como una operación de caza.
¿Como se
descubre que uno es un contador de historias?
Muy buena
pregunta. En mi caso no se como se descubre. Yo aprendí a amar la fascinación
de los relatos, de las historias, a través de la imaginación que yo desarrollé
oyendo la radio Porque, os he de decir que, aunque os puede resultar muy
difícil de entender, yo vi la tele por primera vez cuando tenía veinte años y
cuando estaba en la universidad. Hasta entonces no había televisión. Entonces
nos criábamos alrededor de la radio. La radio era un magnífico excitante de la
imaginación. Estaba en la cocina de nuestra casa, pues había un mueble ahí, y
decía cosas, hablaba de países y de personas. Yo creo que me fascinó el relato
a través de la imaginación que yo desarrollé oyendo la radio. Porque oyendo la
radio se desarrolla mucho mas la imaginación que viendo la televisión, y los
niños de mi generación, que no teníamos televisión ninguna, en un país que
además vivía una situación política muy cerrada, la ventana abierta al mundo
era la radio. Entonces por la radio desarrollábamos muchísimo la imaginación.
Manuel
Gonzalo decía que en su infancia se sentaba a narrar partidos de futbol. ¿Ud.,
antes de llegar a la universidad tenia ese juego de contador de historias antes
de serlo realmente?
No
exactamente como dice Gonzalo que hacia, yo no narraba partidos, pero los veía
con gran calidad. Enseguida aprendí que la radio era un fabricante de imágenes
mentales. Yo tenia ya las imágenes. Lo que pasaba es que no tenía necesidad de
contar nada porque era una familia muy grande la mía. En las familias muy grandes,
no se si es el caso de las vuestras, no hay una persona que hable, sino que
hablan muchas a la vez, hay un pulso muy grande para encontrar la posición. Tal
es así, que yo siempre he dicho en bromas, que aprendí antes a dividir que a
sumar, sobre todo cuando salía la primera fuente grande croquetas, pues sabias
que te tocaban cuatro. Entonces la historia del que relata frente a otros no se
daba en nuestro caso, porque ahí cada cual se buscaba un hueco para hacerse
oír.
Estos días
en Libia, como en cualquier guerra, se vive una contradicción de la información
que ofrece cada bando. ¿Saben los periodistas la responsabilidad que asumen al
decir que y como y como contarlo, realmente cuando la información es hoy tan
fugaz, intermitente y a la vez confusa?
Me gustan
muchísimo las preguntas que hacéis. Pero he de deciros que, por un lado está la
manipulación de la información, pero por otro lado está la subjetividad.
Mira,
estamos celebrando aquí un acto, estamos seis personas. Solo es un acto. Pero
si ahora cuando se acabara el acto, si cada uno en una habitación por su lado
señalara lo más destacado, destacaría cosas que a lo mejor no destacarían los
demás, y el acto era uno. La perspectiva es clave y determina que se
selecciona, y eso, aunque sea inconscientemente es parcialidad. Esto es así, y
eso ya lo sabemos y lo consignamos y lo denunciamos. Pero hay otros muchos
elementos que no consignamos, que están dentro de nosotros, como consecuencia
de tu manera de ser, de tu familia, de tu vida, de tu pensamiento de tu
ideología, te impactan más unas cosas que otras. Te llaman más la atención unas
cosas que otras, y a ti unas y a ti otras y a nosotros otras. El testigo de un
mismo acontecimiento cuenta el acontecimiento de una manera que es la suma de
lo ocurrido más las emociones que eso suscita en él, que son suyas y que
proceden de su visión de las cosas.
Luego está
la manipulación. Yo solo quería responder a esa pregunta así: Está por un lado
la manipulación, que hay que tratar de denunciar, pero está por otro lado
también esa subjetividad, que nos cuesta creer que exista pero que existe. Cada
cual es hijo de su subjetividad y con su subjetividad, que es legítima, se
acerca a la realidad. Su pensamiento, su vida, su visión de las cosas, les
destacan unos elementos más que otros. Por eso la información es muy
complicada, el destinatario quiere que la información sea limpia como el
cristal, pero ha de saber que se acerca a ella con toda su parcialidad puesta.
Ningún espectador diría: yo renuncio a mi condición de seguidor del Oviedo o de
seguidor del Racing para ver la información deportiva. No no, él va a ver la
información deportiva con su forofismo racinguista o su odio al futbol, pero
exige al que informa una enorme limpieza. Pero también el que informa tiene un
corazón y un alma, entonces eso es lo que hace muy difícil la perfecta
comunicación.
¿Y, cómo se
puede compaginar el perfecto periodismo, por llamarlo así, y la subjetividad?
¿Es imposible ser perfecto?
¿Cómo se
puede compatibilizar el sueño de tu ideal de vida con tu vida?. Es que de
pronto hemos decidido, que puesto que estamos hablando de periodismo, le vamos
a pedir la perfección. ¿Por qué le vamos a pedir al periodismo la perfección?
¿Por que no se lo pides a los demás?¿porqué la gente se casa con una persona
que no es exactamente su ideal, porqué no viven en esa casa que es su ideal de
casa. Porque una cosa es que tu tengas un rumbo o un ideal que hay que tenerlo
y otra cosa que vivas como se puede vivir. Pues en el periodismo es exactamente
igual. Hay que tener muy claro el rumbo. Él método debe ser honesto, limpio,
pero, como en el resto de las cosas de la vida, no le va a resultar fácil
redondear la perfección, como no le va a resultar a ninguna persona redondear
la perfección. Entonces es imposible lograr ese periodismo modélico, en el que
un ser, sin cuerpo y sin alma, de repente aporte una neutral información,
porque va a proceder de alguien que está temblando, suspirando, temiendo y con
sus fobias y la va a recibir alguien que está a su vez emocionado, temblando.
Eso va a tener unas interferencias que van a hacer muy difícil esa perfecta
comunicación.
El
periodismo es exactamente como es la vida. El periodismo no tiene de repente
una barita mágica para lograr una comunicación perfecta que no logra un hombre
y una mujer, una chica con su madre, un hombre con su hijo. La comunicación es
muy difícil. Es extremadamente difícil. Lo que hay que tener en cuenta es que
el mensaje nace en el destino. El mensaje no es el que brota es el que llega. Tu
escribes una carta con destino a tu madre llena de emoción que la recibe cuando
tu madre está en un momento frío, distraído y en vez de recibirla como tu
hubieras necesitado que la recibiera, sentada, tranquila, calmosamente.
La
comunicación es un problema muy grande. Pero como tiene tanta importancia, pues
la analizamos como estamos haciendo, exigiéndole una perfección que no puede
tener. Y siendo así que, la imperfección produce tal cantidad de estragos, lo
único que se le pude pedir, dado que no va a poder ser perfecta, que sea
honesta, que sea limpia, que se haga con la mejor voluntad, que se haga con la
mas limpia mirada. Pero no se va a poder hacer sin una mirada, pero esa mirada
va a ser de alguien que está vivo, y la va a recibir alguien que a su vez está
vivo también.
Por lo
tanto se ven imperfecciones, y es así, y es muy amargo. Y tu no sabes lo duro
que es haber establecido una comunicación y descubrir luego que se ha entendido
todo al revés de lo que has dicho. Y a lo mejor es que porque has cometido un
error al decirlo o a lo mejor no has cometido un error al decirlo pero se ha
interpretado mal. Y eso genera inmenso problemas. Pero es la historia de la
humanidad. Es la historia de la comunicación difícil. Es muy difícil la
comunicación perfecta. Nos ha dado muchas veces la impresión de que no os están
entendiendo? Y os esforzáis, pero si te lo dije bien claro, y que ha pasado que
te lo dije bien claro y no me has entendido. Porqués os creéis que de repente
siendo periodistas, eso que os ha pasado con vuestro padre, vuestro amigo,
vuestra novia, de repente se va resolver porque estáis hablando con vuestro
lector o espectadores. Os va a pasar lo mismo. Es complicado. Es un negocio
curioso que cuenta cosas que son importantes, que pueden ser mal contadas, mal
interpretadas. Por eso es un negocio en el que solamente es muy prescindible
aplicar todas las técnicas de narración hasta el máximo. Dominar bien el
idioma. Que no vaya a ser que por un manejo equivocado de las palabras
induzcamos a la confusión. Es importantísimo dominar el idioma. Y después, como
ha sido habrá errores, incorporar la mayor decencia, la mayor honestidad, la
mayor limpieza posible, sabiendo que cuando todo esté perfecto, la comunicación
será imperfecta.
¿Qué tiene
de información de las cadenas públicas que no tengan las privadas?
Un poco de
mito, es lo que tiene. Las cadenas privadas pasan por ser prisioneras de los
intereses de su empresa. Bueno, en líneas generales es así, pero no es exactamente
así. Mira, los grupos privados se reúnen por ideología digamos. El ABC es un
periódico monárquico, la gente que trabaja allí es monárquica porque si fuera
un republicano radical estaría muy incómodo ahí, y eso hace que cuenten una
visión de las cosas. Otro periódico tiene otra visión de las cosas. Si tú sabes
cual es esa visión de las cosas, no es perfecta, pero es la que conoces. La que
te está contando la vecina del sexto, que es católica apostólica, que va a
siete misas diarias. Tu ya la conoces. La vida está llena de señales en cierto
sentido matizadas. Eso es lo que hay. Las empresas públicas por el hecho de que
no tengan un titular detrás, no constituyen de hecho la limpieza por
antonomasia. Puede que no les salgan bien. Evidentemente tienen en principio
las empresas públicas una menor necesidad de ir pensando en otras cosas, pero
yo he conocido empresas públicas que lo han hecho muy mal y empresas privadas
muy bien. En esto momento la televisión pública es modélica en su trabajo. No
creo que esté exactamente ahí el tema.
En España
nos gusta pensar que las cosas son como las películas, en el cual lo que sale
por EL PAIS es el resultado de una reunión en la que diez personas se han
reunido a las siete de la mañana en una sala de mapas, han desplegado los mapas
y han decidido la estrategia para engañar a la nación. Las cosas no son así.
Que un periódico tenga una ideología quiere decir que tiene ideología y eso más
o menos se transmite por ahí, pero de ahí se suele derivar que hay una especie
de central. Cuando yo trabajaba en la Cadena Ser durante tantos años mis enemigos
solían ironizar sobre mi como si yo fuera un señor que llegara por la mañana y
me tomaba un café, esperando que me pasaran como una papilla lo que un
concierto de sabios que habían dado una especie de croqueta de la actualidad y
me la habían dado, y yo como un muñeco ventrílocuo hablar.
En el fondo
todo es muy relativo, porque en España la televisión pública es “de todos”
desde hace poco. Antes ha sido la
Tv privada de Aznar, la
TV privada de Felipe, la de Suárez, ahora es la tv pública
porque les han dado libertad de vuelo. Pero antes venían las cosas mucho más
apretadas también. En fin, en general los medios públicos tienen una
posibilidad de circulación mayor que los privados, pero eso no tiene nada que
ver. Yo he estado trabajando en La
Ser muchos años con total libertad y ha habido muchísima
gente que ha trabajado en la TV
española sin ninguna libertad durante muchos años.
¿Y eso
duele como periodista?
Duelo las
5000 primeras veces. Luego sabes que no es así, que forma parte de las
significaciones de la vida. Pues si, duele mucho, duele muchísimo, sobre todo
cuando tu no has replicado igual. Yo no le he replicado a mis rivales. Tú
también sabes que es mentira. Pero lo dices y a fuerza de decirlo la gente se
cree que tú eres un tío que va por ahí a repetir como un papagayo lo que te
cuentan. Eso termina cuajando en la sociedad y la gente al final se cree lo que
la pregunta induce. Más o menos ¿Qué hace un medio de comunicación privado sino
trasladar una especie de papilla ideológica que ha sido claramente construida?
Pero eso es una perfecta simplificación. Una cosa es que yo tenga una ideología
y que la gente que trabaje allí respire una ideología y que más o menos eso se
manifieste. Es muy diferente que estemos leyendo el resultado de la página 14
como resultado de una refinada operación estratégica. Eso no es así. Nos
gustaría que las cosas fuesen muy simples y sencillas, pero no es así. Como tu
eres Catalán eres un rata, como eres vasco eres de la ETA , como eres andaluz cantas
flamenco. Nos gustaría que fuera así, es más sencillo. Pero no eso no es así.
Es más complicado.
¿Qué papel
tiene el periodista hoy en día cuando ahora todo el mundo con un blog gratuito
se cree periodista y cuenta, difunde y crea opinión?
Depende de
qué creamos que es un periodista. Yo lo suelo contar esto de una forma bastante
gráfica, para entender lo que es un periodista. Mirad: Yo discutía cuando
estaba en CNN plus y canal plus, y yo anunciaba: “lo estas viendo, esta
pasando”, era una forma de decir que el periodismo ya no puede decir más. Ver
la actualidad en directo es el último grito. Si tu estás viendo lo que pasa,
ya, es lo más que se puede ofrecer. Y eso mismo hace un ciudadano cualquiera. Saca
una foto con su móvil y la muestra, ¿que más se puede ofrecer. Pero yo os voy a
explicar para qué hacen falta los periodistas: Lo estas viendo, ahí tienes la
pantalla, y ves como está cayendo una enorme tromba de agua sobre una tierra. Y
yo te pregunto, ¿esa es la lluvia que por fin cae en la tierra sedienta desde
hace quince años? ¿o es el vigésimo quinto día de agua que cae en la tierra de
anegada por las inundaciones? Ni siquiera el ver es suficiente si no se
contextualiza, se explica, ordena y racionaliza. Esa es la acción del
periodista. A esa imagen que tu ves y por lo tanto ya no cabe más en la vida
que ver. Se puede hacer algo más que ver, que es entender lo que estás viendo.
Porque lo que estás viendo puede ser 50.000 cosas como alguien no te lo
contextualice, y no te diga esto que veis ahora es el follón máximo de ayer,
que fue la cuarta parte que el follón de ayer, osea, que va menguando. El
periodista, ordena, coloca, cataloga, explica las cosas y sobre todo te dice
quien te lo cuenta.
Pero os
quiero recordar que estamos viviendo un momento que estoy con vencido de que no
siempre será así. Es el momento más prosaico que hay. Los chicos solo quieren
triunfar. Las familias solo quieren su peseta. Estamos viviendo un momento muy
pequeñito, derivado de la época de la prosperidad más el susto que se ha
producido ahora y cada una de las preguntas que traen un poco de aliento pues
pasan por encima como pasa una nube por encima de la ciudad. Que pasa en la
memoria histórica, a la gente la memoria histórica la da igual. La importa un
pito que el concejal sea un corrupto. La casa se ha encerrado en su caja. Todas
las preguntas que hagáis de cualquier tipo que tengan un mínimo de nobleza
alrededor van a chocarse con esta realidad, pero no son mentiras estas
preguntas, son verdad y son necesarias, y esto va a pasar y la verdad va a
regresar.
Si un grupo
de amigos os atrevéis a expresar unos ideales, la gente se va a reír, si estáis
en una mesa con veinte amigos hablando de cualquier cosa y dos estáis en una
esquina hablando de un tema trascendente el grupo os va a sorprender como si
estuvieras robando, ¡Mira esos dos, pesaos’’. No esta tocando un tiempo light,
banal, superficial. Pero hacéis bien en plantearlo. Hay que saberlo así. España
tiene un problema con su memoria, que ahora mismo no parece el mejor momento
para afrontar, pero que lo tiene. El periodismo tiene un problema de ideales y
objetivos que ahora mismo no parece el momento, pero lo tiene. Y solamente por
ahí saldrá.
El cierre
de CNN Plus, puede suponer el ejemplo de que una cadena plural, de veracidad
informativa no tiene cabida, es una señal de desaliento para los estudiantes de
periodismo?
Todas las
indicaciones que le están llegando a la gente joven son bastante
desesperanzadoras, solo que yo no os animaría en esa dirección, porque las
cosas luego cambian. Nosotros en el tiempo de nuestra vida, en los cincuenta o
sesenta años, esta etapa va a ser sustituida por otra que a su vez es
sustituida por otra y por otra. O sea, que uno se cree que el tiempo que vive
va a ser siempre igual y no es así y esto cambiará. Pero, efectivamente, si es
una mala señal. Que un informativo como CNN Plus no se haya podido sostener
mientras se han podido sostener otras cosas, es muy mala señal para los que
estamos aquí dentro. Yo a fin de cuentas ya tengo la vida resuelta pero mis
jóvenes compañeros están pasándolo muy mal, sobre todo viendo como ese espacio
de verdad es sustituido por un reality. Lo único que ocurre es que no va a ser
así siempre, y yo no lo digo esto para animar, sino porque es mi experiencia.
Mira, yo ya tengo 68 años he viviendo 45 o 50 años en esta profesión, durante
muchos años de mi vida yo creía que el mundo era como yo lo estaba haciendo.
Pero luego no es así, luego cambia. Ha habido cambios. Cuando yo estudiaba
periodismo, nadie quería ser periodista y diez años después todos querían ser
periodistas. Y otros diez años después no había trabajo para periodistas. Y Por
lo tanto hay que vivir en la coyuntura pero no hay que vivir para la coyuntura.
Hay que vivir de los anhelos internos. Todas estas preguntas que más o menos expresan
los nobles ideales, no son mentiras son verdad. Son verdades que ahora parecen
estar derrotadas, pero no son verdades derrotadas, son verdades que
reaparecerán como verdades. Sin la más mínima duda.
Hay quienes
se preguntan que el periodismo para que va a servir. No, el periodismo dentro
de poco va a descubrirse como algo necesario para poder ordenar toda esta
especie de caos, porque la gente va a sentir vértigo y miedo. ¡Cuidado, que
alguien me ordene esto!.
De todas
estas crisis se saldrá por otro sitio. Porque el mundo no está escrito. El
mundo lo vais a escribir vosotros. El libro de la vida está en blanco, y no lo
vamos a escribir los mayores, por lo tanto no os desaniméis. Podéis escribirlo
como querías. Ahora mismo es un mal momento, sufrimos una crisis grande, las
circunstancias son muy desesperadas, el panorama es fatal, estamos viviendo una
crisis grande. Se saldrá, no se como, pero se saldrá.
Disculpe,
estaba ahora hablando del tema de la coyuntura y todo eso y antes me estaba acordando
de cuando hablaba de las croquetas. Pero en el fondo lo que estoy refiriendo en
esta conversación es que como que el periodismo, como un cuerpo social
importante, asiste a una situación que de alguna manera le supera. De hecho
hace unos meses en la entrega de un premio que le otorgaron los sindicatos,
hablaba de aquella famosa nube que estaba por encima de nosotros y a muchos nos
ha dejado desconcertados. Es realmente el periodismo un sujeto pasivo en esta
historia que intenta contar lo que ocurre o como muchos piensas es un poder en
si mismo. Es una de las patas del banco en las que nos encontramos estamos
sentados?
Bueno, todo
es cierto, es una de las patas en las que estamos sentados todos. La política
es otra pata. Pero por encima de estas patas está flotando un nuevo poder que
será el gran desafío de las próximas elecciones. Lo que se ha descubierto es
que los países votan, eligen a la que gente que les ha de representar y se
supone que le otorgan el poder. Ya tienen ese poder. Obama ha ganado las
elecciones, nadie ha tenido tanto poder, por tanto, tú que tienes todo el poder
haz lo que has dicho que vas a hacer, y de repente no puede. Porqué no puedes,
si tienes el poder. Porque de repente hemos descubierto que no tiene todo el
poder.
Hemos descubierto
que hay poderes por encima del poder representativo, que siendo poderes
legales, no son sin embargo poderes elegidos por nadie y en este momento todo
los grandes circuitos de las finanzas internacionales están moviéndose por el
mundo sin que nadie las haya elegido y no son ilegales y están imponiendo su
Ley, y de repente Obama, que tiene el poder, quiere tomar la decisión de
controlar y regular a los bancos que han sido responsables de la hecatombe
financiera y resulta que no puede. Este es un descubrimiento muy doloroso. El
mundo ha descubierto de pronto que la democracia, que los partidos políticos,
tienen mucho poder pero que había flotando por encima de sus cabezas otro poder
más fuerte, un poder llamado mercado. Las grandes oleadas financieras que se
mueven por el mundo imponiendo su ley sobre las leyes de los que teóricamente
mandan.
Este es un
descubrimiento muy importante. El mundo tendrá que enfrentarse a eso. Haber
como regula ese poder. Ahora mismo esa es una de las primeras grandes novedades
de este último tiempo. El poder verdadero.
Que Obama
haya fallado seria una cosa, pero es que Obama no ha podido. ¿Y como es que no
ha podido, que más poder necesita?.
El poder
que necesita es el poder real. Y el poder real que yo tengo es parte del poder
real general, el cual esta en manos de otras organizaciones que no tienen nada
que ver conmigo. Que son grandes poderes financieros. En este momento por
encima de nuestra cabeza están flotando miles y miles de millones de dólares
viajando de allí para allá y determinando riquezas o pobrezas en el mundo
entero, y esto no es una teoría, es una realidad absoluta. Por ejemplo El Corte
Ingles este mes compra y vende por valor de x euros y termina teniendo un
saldo, ha ganado 3500 millones de euros, pues va a depender menos de cuanto ha
ganado de que ocurra con ese dinero en los circuitos financieros, pues si metes
ese dinero en los circuitos financieros, puede ser un mal mes o un buen mes
para ti. Ya no está el dinero en los asuntos que antes estaba, que es yo vendo
y tu compras. Esa era la economía real. Ahora por encima de esta economía real
está la economía financiera y esta economía financiera se ha revelado como un
gigantesco poder. Esta es una compleja pero cierta realidad.
Y en ese
sobre poder que nos sobrevuela está también el periodismo?. Siguiendo por
ejemplo de Obama y el mundo financiero
Las
finanzas son un poder que se ha cargado a Obama. Hay poderes que ya no están
exactamente en las urnas, que son legales, pero que no están en las urnas y que
actúan como un verdadero poder. Los más importantes son los financieros. Obama
tiene que luchar contra poderes que son mas fuertes que el. Y no está pudiendo
introducir leyes porque hay poderes que no se lo permiten. Entonces el
periodismo vive en la misma situación.
La gente va
a tener que decir que a la persona que nosotros elegimos, no la elegimos para
que resuelva nuestro problema. Es como si fuese nuestro embajador o nuestro
paladín en la lucha con los poderes que están por ahí. Porque no va a poder él
hacerlo todo. El porvenir económico por ejemplo de España no está en manos solo
de España, ni de nosotros y de nuestro gobierno, y de Francia igual y de
Alemania igual. Esta es una nueva realidad
Algo que
llama la atención en los periodistas en Ud. es el cuidado de la lengua, la
exquisitez y el rigor. ¿Porqué se ha perdido ese amor por el lenguaje. Porque
lo recuperan Uds. y solo Uds.?
Me estáis
haciendo bastantes preguntas que me gustaría haceros a vosotros. Mi padre no
sabía, no había podido ir al colegio porque tuvo que ponerse a trabajar desde
niño. Y en mi familia nos inculcó la idea de que había que mejorar, aprender,
que intentáramos leer más, estudiar más, hablar mejor. Y nos parecía
maravilloso poder mejorar. Ahora, qué es lo que ha pasado para que una persona
que hable bien el grupo lo margine?. Hace un rato he dicho que si dos personas
del grupo son sorprendidas en una conversación trascendental son objeto del
pitorreo de la mesa. Si alguien del grupo se pone a hablar correctamente con su
sujeto, su verbo y su predicado, corre el riesgo igualmente de ser objeto de
pitorreo. Porqué? Por tanto soy yo el que hace la pregunta. ¿Qué ha pasado?
Porque de pronto ha perdido valor?
Pero
nosotros que nos hemos de dedicar al periodismo, que hemos por tanto de
comunicar, con lo difícil que ya hemos visto que es, que es extremadamente
sutil la comunicación, que por lo menos tengamos capacidad de expresar lo que
queremos expresar. Si encima tenemos una pobreza de idioma que nos hace
expresarnos de una manera muy imprecisa, encima de lo imprecisa que es la
incomunicación, añádele la imprecisión de tu torpe comunicación. Nosotros,
aunque nadie quisiera hablar correctamente, nosotros deberíamos tener el máximo
interés en hacerlo. Yo a los estudiantes de periodismo les digo, aunque sea
entre vosotros cuando no haya nadie, entre vuestra peña de amigos, cultivar el
idioma, leer, incorporar nuevos elementos, hacer gimnasia con el idioma,
manejarlo correctamente, corregiros unos a otros. A mi me parece muy necesario.
Ahora mi pregunta es, porqué de pronto la gente, sobre todo los chicos mas
jóvenes, han decidido alardear de lo mal que hablan, en vez de alardear de lo
bien que hablan. Esa es una cosa que deberían responder los sociólogos, o los
profesores o los estudiantes. Pero, a mi parece, que en todo caso, aunque todo
el mundo a la vez decidiera hablar mal, nosotros los periodistas deberíamos
intentar hablar bien.
Para
terminar, qué tiene en la cabeza Iñaki Gabilondo y qué busca en el futuro?.
Yo toda la
vida he tratado de vivir consciente de estar vivo. Yo se perfectamente que hoy
es un día que ya no va a volver, y esta es la primera tarde este martes y la
última tarde de esta martes. Lo he tenido siempre en la cabeza. Cuando trabajaba
en la radio era muy fácil, porque lo veía con claridad. Y les decir a mi
compañeros, chicos hoy es 7 de febrero, son las siete de la mañana, es el
último 7 de febrero de esta mañana que va a ver. Yo he sido consciente de estar
viviendo un tiempo que se va. Por lo tanto yo no tengo ahora mismo ninguna
necesidad de proyecto salvo la lucidez de estar vivo. Porque nunca lo he tenido
antes. El único proyecto que tenía es hacer lo mejor posible mi trabajo,
siempre me ha gustado, me lo he pasado de cine. Pero no estaba pensando en
hacer esto para llegar aquí. Pues no, he ido viviendo así. Igual que ahora, lo
que pasa que ahora ya tengo los hijos criados, ya tengo las cosas pagadas, ya
tengo dinero ahorrado, ya puedo permitirme el lujo de no trabajar como antes para
sacar a mis hijos adelante. Pero la misma actitud, la tengo. Voy a tener un
despacho en la Cadena Ser ,
donde me han hecho miembro del consejo de administración. Además la Cadena Ser tiene otra
empresa o socia que tiene emisoras en toda América Latina , tenemos emisoras en
Colombia, Chile, Panamá, Méjico y EEUU, y ahí tengo tarea. Voy a hacer un blog
en El País y en La Ser
todos los días por la mañana, saldrá un blog con mi opinión del tema del día.
Voy a hacer un programa al mes que sea una entrevista un poco larga, y que lo
desarrollaremos como un evento en directo, y que posiblemente empiece en San
Sebastian. Y tengo un proyecto de comunicación en la Carlos III. He quedado
con la Kutxa
para hacer un acto con público cada mes para plantear un tema social. Algo muy
parecido vamos a hacer con la
Cadena Ser. Haremos temas de tipo social que vamos a emitir
por la Ser. El
paro, las mujeres, los chicos… Temas de tipo social, no políticos.
Quiero
decir, que voy a dejar de hacer un programa que me tenga prisionero como he
estado toda mi vida, pillado a una hora determinada. Voy a hacer muchas cosas
pero no voy a estar comprometido a un horario que no me permita ir a la música
y hacer las cosas que me gusta. Pero haré muchas cosas. Estoy en una etapa
estupenda de mi vida pero ya nunca haré un gran programa. Quiero viajar, y
vivir, y hacerlo con la gran pasión de mi vida, con mi chica, a la que tengo
deudas que pagar.
No me lo
imagino yo a usted aburrido
Es posible
que la gente no pueda entender muy bien que significa haber estado 25 años
levantándose todos los días a las 3.45 de la mañana, lo peor es a qué hora te
tienes que acostar para levantarse a esta hora. Y a la hora que te tienes que
acostar, te impide mucha vida social. Por eso digo, he vivido como un monje.
Entonces necesitas también hacer cosas que te permita pues esta encontrarte con
tu mujer.. Cuando nos veíamos antes ¿Cómo has engordado, como …? Y me gusta
mucho viajar, la música, la ópera. Tengo que intentar trabajar, encontrar
márgenes para poder respirar un poco. He vivido exactamente como un soldado en
un frente. Lo he pasado muy bien pero bueno.
Hace unas
semanas entrevistábamos al lehendakari Patxi López, y nos llamo la atención lo
mismo que le acabamos de oír, su reverencial pasión por su mujer
Para poder
vivir la vida monástica que yo he llevado, levantarme a las 4 de la mañana y
volver a las 8 cada día, debes tener un respaldo detrás muy fuerte. Todos
aquellos que nos hemos dedicado con pasión a nuestras ilusiones y trabajos, lo
hemos podido hacer por contar con un respaldo muy grande detrás. Imaginaros
cuando conocí a Lola, yo no era precisamente un chollo. Un hombre que dejaba al
cuidado de tres hijos que te llegaban de pronto, pues yo estaba viudo y que
aparecía por casa fugazmente. Recuerdo, con menos años, que organizábamos cenas
en casa, el grupo de amigos de toda la vida, Victor Manuel y Ana, Sabina, etc.
Yo llegaba a las ocho, tomaba una copa con ellos, y sin cenar me iba a la cama.
Y no es solo una cuestión de agradecimiento. Es una cuestión de amor, de
necesidad de compartir. Tenemos muchas cosas comunes, nos apasiona viajar,
escuchar música, ir a conciertos, y estar juntos.
Para muchos
españoles, No ver a Iñaki por la mañana, por la tarde, se nos hace un poco
difícil
A mi me
halaga, pero ahora necesito vivir
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