La abogada Maria José Sáenz de Buruaga se hizo, por la mínima con el control del PP de Cantabria tras un congreso que ha impedido que se mantuviera en el poder el actual presidente Ignacio Diego. Pero los planes de apertura al dialogo con otros partidos y la renovación de cargos e ideas se ha topado con una dura resistencia. En un partido dividido en dos, que enfrenta a las zonas rurales con los núcleos urbanos, Buruaga se enfrenta a las impugnaciones del congreso por parte de los perdedores, que denuncian inscripciones ilegales de afiliados que han votado a favor de la nueva líder. Ni la intervención a su favor del ministro De la Serna parece suficiente, pero la voluntad de esta mujer que trabaja por su partido desde 1995 y que ha escalado desde el puesto de concejal, no parece fácil de quebrar. De su propia voz conocemos hoy su historia, y sus proyectos.
Pregunta. ¿Qué fue lo que le impulsó a dar el paso para presentarse como candidata a las elecciones para la presidencia del PP?
Respuesta. Sobre todo la necesidad de canalizar la demanda de cambio que yo notaba en el Partido Popular de Cantabria. La necesidad de abrir una nueva etapa, de emprender un nuevo rumbo en el Partido Popular, aunque a algunos nos cueste, las cosas tienen que evolucionar al mismo tiempo y al mismo ritmo, que lo hace la sociedad y yo creo que el Partido Popular necesitaba hacerlo y era algo que la sociedad también nos exigía o nos demandaba tras las elecciones de Mayo de 2015.
¿Por qué cree que se ha impuesto frente a Ignacio Diego?
Porque ese sentimiento de cambio era real y yo creo que así lo ha expresado la mayoría del partido. El congreso que acabamos de celebrar ha respaldado un proyecto vivo, un proyecto renovado y muchísimo más ilusionante. Sobre todo, también, nuevas formas de hacer. Ha apostado por abrir un tiempo nuevo que pasa por mirar hacia adelante, por abrirse a la militancia, a la sociedad de Cantabria por demostrar mayor capacidad de dialogo y de entendimiento.
Al ver el resultado del sondeo realizado a principios de marzo ¿Vio en algún momento la posibilidad de no conseguir su objetivo?
Lo que ocurrió a principios de marzo no fue exactamente un sondeo. Nosotros estrenábamos en este congreso un nuevo procedimiento para la elección de nuestros líderes que consta de dos fases. Esa fue la primera de ese procedimiento, en la que elegía directamente el afiliado. Es cierto que en ese momento, en marzo, cuando vemos esa foto ya intuíamos lo que finalmente ha ocurrido, que iba a ser un congreso o una elección muy tensa o muy ajustada y con un margen muy pequeño. Hicimos un cálculo de los compromisarios, porque la segunda fase del proceso es elección de delegados o de compromisarios y sabíamos que contábamos con un mayor número y que por lo tanto podíamos ganar el congreso y es lo que ocurrió.
¿Cómo fue el momento en el que conoció el resultado como ganadora de las elecciones?
Una explosión de emociones. Fue una jornada muy tensa y muy intensa hasta el último minuto y efectivamente después de un proceso largo y difícil en el que las emociones están a flor de piel. Se vive muy emocionada, en mi caso. Cuando te consideras una persona de la casa, acabas de recibir el honor más importante que recibes en tu vida y un cometido importantísimo, se vive también deseosa de dejar esta etapa atrás, de mirar al frente y empezar a construir con todos u tiempo nuevo. También se vive con un cierto vértigo por la enorme responsabilidad que acabas de adquirir en ese momento. Y es la de dirigir la organización política mas importante que en este momento tiene Cantabria y que tanto necesita y tan importante es para esta sociedad.
¿Cuáles serán los cambios que llevara a cabo en el partido durante los próximos años ahora que se encuentra bajo su cargo?
Trataré de cumplir, lo que dicen que hacemos muy poco los políticos, aquello que he prometido con mis compañeros.Lo que quiero es recuperar el Partido Popular para las bases, para sus afiliados. Creo que es muy necesario. Ha cambiado la forma de hacer política y hay que crear instrumentos para la participación real y efectiva de la gente que hace el Partido Popular. Tiene que trabajar algo más en las campañas electorales, implicarse en la elaboración de propuestas y proyectos, rendir cuentas más a menudo de lo que hacemos y como los hacemos, etc. Eso es el primer paso. Generar ilusión en la gente que al fin y al cabo es para lo que nos movemos. Creo muy importante también abrir el partido a la sociedad de Cantabria, un partido mucho más dialogante, mejor conectado con la sociedad de Cantabria. Al final los partidos no servimos de nada si no somos capaces de tener un proyecto que mejore la vida de las personas y que solucione los problemas de la gente y eso no se puede hacer al margen de la sociedad de Cantabria y para generar confianza hay que escuchar.También hay que hacer una cosa muy importante, que es ser capaces de normalizar nuestras relaciones con las demás fuerzas políticas de la región, normalizar el dialogo, el entendimiento, sentarnos en una mesa a resolver los problemas de la gente, porque eso nos va a facilitar tener más votos, más interlocutores y más gente con la que hablar y por lo tanto el objetivo, que es poder gobernar desde más instituciones para poder mejorar la vida de las personas. Ese es el partido y los cambios que yo quiero hacer.
¿Ve posible un acercamiento hacia el PRC?
Creo que es necesario un cambio en la forma de entender las relaciones con el resto de las fuerzas políticas lo que también incluye al PRC. Huir de los enfrentamientos personales, abrir vías de dialogo y poder llegar a acuerdos puntuales en beneficio de los ciudadanos. En esencia se trata de sustituir la capacidad de enfrentamiento que a veces nos sobra a los políticos, por la capacidad de entendimiento, que la hay. Creo que en el siglo XXI el dialogo, la capacidad de escuchar y de hablar no es ni una opción ni una elección, creo que es una obligación y además una obligación que nos piden de forma muy clara los ciudadanos que son los que hablan de esto.
¿Cree que será fácil unir a los dos bandos del congreso?
Aunque nos cueste, lo primero que tenemos que hacer para unir es dejar de pensar y dejar de hablar de bandos o de candidaturas, yo lo he dicho varias veces, a partir del día 25 que el congreso del partido popular es pasado, es historia y toca mirar hacia adelante. Ya no hay ni personas que apoyaron a María José Saenz de Buruaga ni a Ignacio Diego, ahora hay un Partido Popular sin exclusiones ni vetos. La división dentro del Partido Popular solo debilita a este y desde luego no beneficia nada más que a nuestros adversarios políticos y no se trata de eso, si no de construir futuro, de ser más fuertes y de poder seguir trabajando para cambiar a mejor las cosas.
¿Cómo es exactamente el compromiso, tanto suyo, como del partido con el hospital?
El compromiso del Partido Popular con Valdecilla es un compromiso que está fuera de toda duda y que esta demostrado.Nosotros adquirimos un compromiso. Yo tuve el inmenso honor de ser consejera de sanidad en el gobierno de Cantabria con un compromiso con los ciudadanos para terminar las obras de Valdecilla y las terminamos después de casi 16 años. Fue un proceso angustioso que ha generado mucha frustración y también un deterioro importante de la instalación y de las condiciones de trabajo de los profesionales que en esencia es lo más importante. Adquirimos, por supuesto, un compromiso de financiación integra por parte del estado con el hospital, y ese compromiso se ha cumplido a fecha de hoy y han llegado en una primera tanda 206 millones de euros para Valdecilla, fruto de un convenio que firmamos en el año 2002 y en la pasada legislatura que fue muy complicada y difícil conseguimos 57 millones de euros procedentes del estado para acabar o para seguir financiando el Hospital Valdecilla, en total son 263 millones de euros que hemos conseguido de la administración del estado gobernado por el Partido Popular para financiar el Hospital Valdecilla. No serán los últimos, porque hay que seguir pidiendo porque Valdecilla es un hospital de referencia nacional, lo que significa que no solamente es muy importante para la salud de los cántabros si no que es una pieza clave e indispensable en el sistema nacional de salud.
Durante el tiempo que fue consejera de sanidad de Cantabria se le echaron las culpas acerca del endeudamiento que sufría el hospital ¿Qué puede decirnos sobre eso?
Durante el tiempo que fui consejera de sanidad de Cantabria se me echaba la culpa de casi todo. Esa es una de las cosas que uno tiene que asumir cuando ejerce responsabilidades de gobierno pero tengo que decir que yo fui consejera y miembro de un gobierno después de 8 años de gobierno de coalición socialista y regionalista en Cantabria y de 8 años de gobierno socialista al frente del gobierno de la nación. Lo que había no era consecuencia de una gestión de un gobierno del Partido Popular, sino lo que se ha dado a llamar la herencia, los resultados de la gestión de otro gobierno. El balance que yo encontré en Valdecilla cuando llegue fue absolutamente desolador porque me encontré unas obras paradas en el hospital que llevaban mucho tiempo sin dinero para financiarlas porque no se había exigido dinero del estado durante esos años y sobre todo me encontré un hospital endeudado en más de 200 millones. Pero ya no estoy hablando de la infraestructura, ni de la obra, ni de las instalaciones, estoy hablando del presupuesto para poder funcionar, para comprar tecnología, poner una prótesis, pagar la farmacia y los tratamientos oncológicos a la gente que acude a recibir prestación sanitaria. Cuando yo abandoné la consejería, el hospital tenía el presupuesto necesario para funcionar y el contador de la deuda estaba a cero. Me siento profundamente orgullosa de la gestión que hemos hecho frente a Valdecilla sobre todo porque hemos hecho una gestión responsable que permitió disponer de los fondos necesarios para poder garantizar la prestación de la asistencia sanitaria a la población.
¿Cuáles eran sus objetivos en Valdecilla entonces?
Terminar el hospital, y se terminó, era consciente de que o se hacía en ese momento o probablemente Valdecilla no se hubiera terminado nunca. Conseguir la financiación del Estado, y se consiguió, y luego apostar por lo que yo siempre llamaba la triple excelencia de Valdecilla, la excelencia asistencial a la hora de prestar la atención sanitaria, la docente, porque Valdecilla es un lujo a nivel docente y formativo para cualquiera que quiera ser médico y en investigación, Valdecilla es una máquina y una potencia enorme en innovación, investigación y conseguimos algo que muy poca gente sabe pero que es que es muy importante, que es que el Carlos III acreditara al Irival, que es el Instituto de Investigación de Valdecilla, como instituto de innovación sanitaria, con lo cual entró en la élite de la investigación sanitaria de este país, algo que se llevaba intentando en Cantabria desde el año 2001-2002 y que se consiguió pues muchos años después fundamentalmente gracias al buen hacer de nuestros investigadores y profesionales y también gracias a la gestión seria y responsable de la administración que estaba detrás, que fue la nuestra en ese momento. Yo creo que los objetivos ahí están, se alcanzaron.
¿Y ahora que ya no es consejera de Sanidad, seguirá mostrando su apoyo al hospital a través del partido?
Por supuesto. En el año 2017 volveremos a presentar una enmienda a los presupuestos generales del Estado para que puedan venir 22 millones de euros para Valdecilla, que es lo que toca.
Como ya ha dicho en los últimos años el hospital ha recibido un gran prestigio tanto dentro como fuera de la región debido a su calidad, ¿Cree necesario un mayor apoyo por parte del resto de partidos a Valdecilla para mantener su prestigio?
Yo intenté en su momento un pacto por la sanidad pública de Cantabria que nos sentara a todos, a partidos políticos, sindicatos, a colegios profesionales. Un pacto de administración para salvaguardar la sostenibilidad del sistema sanitario público y para marcar una hoja de ruta sumando esfuerzos. Y lo volveré a intentar.
Hemos hablado con médicos de Hospital de Sierrallana y hay una sensación de que esa triple excelencia de la que usted habla puede ser en algunos momentos un límite para que Sierrallana pueda desarrollarse más.
Valdecilla es el hospital no solamente de referencia nacional sino de referencia también de esta Comunidad Autónoma y efectivamente tiene una serie de especialidades que no tienen los demás porque no se pueden tener, somos una comunidad autónoma muy pequeña, y para que un hospital tenga todos los servicios debe tener una masa crítica, que los hospitales comarcales no tienen, por eso algunas espcialidades que requieren de grandes inversiones se han aglutinado en Valdecilla. Pero eso no es una amenaza sino todo lo contrario para el papel que tienen los hospitales comarcales en esta comunidad autónoma, fundamentalmente, el hospital Sierrallana o el hospital comarcal de Laredo, son hospitales excelentes, de carácter comarcal y por supuesto estuvimos muy comprometidos con la necesidad de crecimiento de los servicios en estos hospitales. Parece ser que el gobierno actual lo mantiene en la agenda aunque va pasando el tiempo y no vemos acciones en esa dirección. Creo que Sierrallana tiene muchísimo futuro por delante, ha tenido inversión en los últimos 4 años y ahora la situación empieza a ser un poco más desahogada desde el punto de vista presupuestario existe una fuerte apuesta en ese proyecto de ampliación y de reforma que tiene pendiente hace tiempo, porque es una necesidad, una demanda de la comarca.
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