Las
situaciones límite nos hacen replantearnos nuestras ideas. Los retos de la vida
han llevado al PP cántabro a proponer la legalización del cannabis
El actual
diputado y portavoz del Partido Popular en el Parlamento de Cantabria, Eduardo
Van den Eynde, es licenciado en Geografía e Historia. Su vida estuvo siempre
alejada de la política hasta que Ignacio Diego, presidente del PP cántabro
hasta hace un mes, le propuso unirse a su equipo directivo.
Hombre de
planteamientos conservadores, a Van den Eynde le detectaron un cáncer hace 5
años. Tras un duro tratamiento de quimioterapia y radioterapia, sufrió una
recaída hace tres en la que decidió comenzar a consumir cannabis con fines
terapéuticos, descubriendo su eficacia en la superación de los duros efectos
secundarios de los tratamientos. Cuando hace unos meses Eduardo sufrió una
nueva recaída, no dudó en recurrir a esta sustancia, dados sus efectos antieméticos
y analgésicos así como su gran ayuda para reducir el cansancio físico, elevar
el tono muscular y el propio estado de ánimo. “Esta última vez ha sido de una
manera mucho más regulada, con un seguimiento médico y a través de
organizaciones que están asesorando a los enfermos de diferentes patologías
sobre el uso del cannabis para paliar sus síntomas”, nos cuenta en su despacho
del Parlamento de Cantabria”.
Fue ese
sufrimiento personal lo que llevó al portavoz del PP a una actitud insólita
para algunos de sus compañeros de partido y parte de sus votantes. Hace unos
meses, decidió hacer pública una carta en sus redes sociales para hacer
reflexionar a la gente de que aquellas personas que consumen esa sustancia con
fines terapéuticos, alrededor de 50000 en España, no son delincuentes, a pesar
de usarla sin existir una regulación. Admite que un estupefaciente y un
medicamento siguen siendo la misma droga debido a sus componentes, pero hay una
gran diferencia entre ellos al variar el uso que se les da, aunque para el
consumo de ambos es muy importante conocer los riesgos que tienen.
En la misma
carta, Eduardo admitía ver adecuada su legalización, no solo para fines
terapéuticos sino también para su uso lúdico, ya que cuando una sustancia es
ilegal se potencia un mercado paralelo donde los ciudadanos van a actuar sin la
información, el consumo y protección adecuados. Para esto, el portavoz del PP
hace hincapié en la necesidad de un uso maduro y responsable por parte de las
personas, pretendiendo que, con esta legalización, esos peligros desaparezcan,
además de ofrecer una sustancia que ha pasado por todos los controles
sanitarios necesarios para garantizar su seguridad.
La
respuesta ante su propuesta, tanto de su partido como de la ciudadanía, han sido muy razonables, en su opinión,
debido a que en la actualidad muchos familiares de enfermos de cáncer y otras
patologías graves aceptan el uso de esta sustancia por su eficacia y lo útil
que puede llegar a ser para soportar los agresivos tratamientos actuales. De
hecho, nos asegura Van del Eynde, existen investigaciones y análisis clínicos
que valoran los beneficios de este consumo controlado, así como la conciencia
entre los sanitarios de que hay casos en los que es la única alternativa a
medicamentos prescritos para combatir esos síntomas. “Ningún oncólogo te lo va
a prescribir porque no es legal, pero cuando les confiesas que lo empleas, te
dicen que no les parece ninguna tontería. Muchos médicos opinan que su uso es
muy bueno para ciertos síntomas y enfermedades, para otros no sirve para nada.
Por eso, necesitamos un control médico que discrimine en cada caso los
beneficios o los efectos indeseados”.
Van den
Eynde nos muestra su satisfacción ante la acogida de los diputados regionales
en el Parlamento de Cantabria, lo que ha llevado a que la Asamblea Regional
abra una subcomisión dentro de la comisión de sanidad para seguir estudiando la
regulación.
El diputado
ve la regulación necesaria, especialmente para poder ofrecer alternativas
sanitarias a todos los grupos sociales pues, como nos indica, “para algunos
colectivos es sencillo obtener estos productos, pero no tanto para otros".
Piensa que muchos pacientes oncológicos son personas mayores, esas personas no
lo han consumido nunca y no saben acceder a los canales de distribución. Cuando
uno tiene dolores, vómitos y un grave malestar poco importan las limitaciones
legales, pero como no tienes información ni conocimiento, eres pasto de precios
desorbitados, sustancias adulteradas y engaños de desaprensivos que abusan de
tu desesperación. Esa es su principal lucha.
En España,
hay comunidades en los clubs de cannabis se encuentran bajo una mala
regulación, incluso bajo unas leyes que han sido recurridas ante el Tribunal
Constitucional y están pendientes de sentencia, pero en Cantabria no tienen una
regulación específica y tienden a funcionar muy bien.
Tras una
sonrisa furtiva nos admite que no solo el cannabis le ayuda a su salud, sino
que su grupo musical, “Los Vanden”, con el que toca desde hace años, también le
sirve de apoyo para seguir adelante con su enfermedad, una enfermedad que es
muy dura y difícil pero que, gracias al uso del cannabis, es capaz de hacerle
frente.
Mari Carmen
Cerro, Vanesa Gómez, María Fernández
Eduardo Van Den Eynde en su despacho del Parlamento de Cantabria. / V. GÓMEZ (ENREDADOS)
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