Se cumplen
35 años de la aprobación del Estatuto de Autonomía de Cantabria. Un periodo
convulso analizado por uno de sus protagonistas, José Ramón Sáiz
Hace 35
años, Cantabria iniciaba una de sus épocas históricas más apasionantes. La
construcción de una administración autonómica en el marco de una España
constitucional. Jose Ramón Sáiz, periodista, investigador y consejero en el
primer gobierno autónomo, fue testigo de aquellos primeros años, desde las
filas de la UCD
de Adolfo Suárez. Un momento crucial en el que, en el marco del mapa de las
autonomías, Cantabria se debatía y los poderes centrales, más entre unirse a
Asturias y León, territorios con los que mantenía grandes lazos históricos,
Castilla, con la que mantenían una importante relación económica con su puerto,
o crear una entidad nueva y uniprovincial, algo que chocaba con la falta de
identidad regional en aquel momento y la oposición del gobierno central.
Para
nuestro interlocutor, la opción en aquel momento más lógica era la primera.
“Siempre hemos tenido mejores relaciones con el reino Asturleonés que con las
provincias castellanas, debido a que tenemos una historia común, desde guerras
contra Roma o el intento de sometimiento de los visigodos. Incluso los
herederos de Pedro, el duque de Cantabria fueron los reyes de Asturias y de
León.Si las comunicaciones de hace 30 años, cuando se formó nuestra autonomía,
no hubieran sido tan rudimentarias y antiguas, pareciéndose a las del siglo
XIX, la región natural de Cantabria hubiese sido con Asturias y con León,
creándose una autonomía de dos millones de habitantes”.
“Cuando se
abrió el debate de la autonomía de Cantabria, al comienzo de la nueva etapa
democrática, y antes de aprobarse la constitución, se defendió una especie de
concierto económico para Cantabria, que ya se había vivido en época de Primo de
Rivera,pero cuando se aprobó la constitución y se vio que no se pondrían
obstáculos a las autonomías uniprovinciales, fuese cual fuese su población y
extensión, en ese momento, se habló a fondo de la autonomía de Cantabria,
gracias a un acuerdo de PSOE y UCD, los partidos dominantes".
Ahí la
voluntad de Jaime Blanco por el partido socialista y la de UCD a través de
Justo de las Cuevas fue clave para apostar por la vía uniprovincial, en el
sentido de convencer a Adolfo Suárez, frente al gran poder que tenían muchos de
los barones de la UCD
de Castilla y León, como Rodolfo Martín Villa, Juan Manuel Reol Tejada que fue
presidente de Castilla y León, o Gabriel Cisneros que fue ponente de la Constitución. En
aquella época tampoco contábamos en el PSOE con el apoyo de Alfonso Guerra ni
con el de Esteban Laborda, presidente del Senado,es decir, que los políticos
castellanos eran muy poderosos en sus partidos, sin esta unión de los partidos
cántabros no hubiese sido posible la autonomía, lo demás hubiesen sido
pataletas, como en el caso de León que defendió ser autonomía uniprovincial,
que fue obligado a permanecer en esa autonomía.
Sáiz no
solo fue uno de los hombres influyentes en la definición de la autonomía y en
las conversaciones que dieron lugar a ella. En su haber se encuentra el ser, el
impulsor de los símbolos regionales, como el escudo, la bandera y el himno
adaptado a partir de un himno a la
Montaña de 1920. Elementos que ayudaron a definir una
identidad cultural.
Pregunta.
¿Qué papel juega José Ramón Sáenz hace 35 años durante el establecimiento de
Cantabria?
Respuesta.
Yo fui uno de los muchos que defendió la autonomía de Cantabria, desde la
prensa con artículos, sobre todo durante mi vinculación con la hoja de lunes
frente a los periódicos diarios como el Alerta y el Diario Montañés que eran
más castellanistas. El director del Semanario, González Bedoya y yo
contribuimos a crear una conciencia regional. De igual forma que defendí
nuestra autonomía como diputado y como miembro de la comisión de la reforma del
estatuto del 98. También he participado en la defensa de nuestro patrimonio
inmaterial, como el habla montañesa.
P. ¿En
aquel momento que fue más difícil construir un sistema de partidos democráticos
o instaurar en la población ese sentimiento de autonomía?
R. Creo que
el sentimiento de autonomía no está todavía suficientemente desarrollado, yo
creo que se habla poco de historia, el sistema de partidos fue más fácil, pues
algunos venían desde la oposición al franquismo como el partido socialista y
otros se crearon nuevos como la
UCD con sus cuadros. Pero fue un sistema incompleto, yo creo
que la actual situación de cuatro partidos nacionales se ajusta más a la
realidad sociológica española.
P. Hay
quienes dicen que Cantabria tiene una estructura autonómica que no responde a
una realidad sociológica, ¿cómo convencería a esas personas de lo contrario?
R. Yo en
estas situaciones digo: ¿Cómo estamos mejor, siendo una entre 50 provincias o
una entre 17 comunidades autónomas? Es evidente que siendo una de 17 ya tenemos
más diferenciación, por lo tanto, soy partidario de esa vía autonómica pero con
más presencia de la identidad y de la historia.
José Ramón
Sáiz periodista, investigador y mienbro del primer gobierno democrático de
Cantabria. / D. IGLESIAS (ENREDADOS)
P. ¿Cuáles
fueron en esa época los mayores obstáculos a la hora de proponer a Cantabria
como autonomía?
R. Los
mayores obstáculos venían de la incomprensión del Estado hacia autonomías
uniprovinciales y de los problemas de infraestructuras que teníamos. En aquel
momento, nuestra incomunicación, solucionada en parte después con las autovías
de Cantábrico y la Meseta ,
nos hacían poco menos que inviables a nivel económico.
P. ¿Cuántos
objetivos de las fuerzas autonómicas hubo que sacrificar en aras del consenso?
R. Muchos
para sacar el estatuto adelante hubo que hacer muchas renuncias. Yo recuerdo
que el primer viaje que hizo el presidente de Cantabria fue a Castilla y fue un
viaje lleno de problemas, pues su postura no fue abierta sino más bien cerrada
en el sentido de ya que os habéis ido no queremos saber más de vosotros, al final
se hizo ese viaje y todo salió razonablemente bien.
P. Con base
a lo que hemos hablado, ¿cómo cree que debería articularse España?
R. España
ha acertado en su modelo autonómico, quizás habría que hacer ciertas
correcciones. Yo soy partidario de este modelo de España de las autonomías con
algunas correcciones, porque en algunas cosas yo creo que ha ido demasiado
lejos. Uno de los problemas de España es no definir hasta qué punto las
autonomías pueden tomar decisiones sin crear, como hay ahora, ciudadanos de
primera y segunda en temas como la sanidad y la educación, lo que crea un
cierto desbarajuste. Y otro tema discutible es porque lo que se concede al País
Vasco o Cataluña no podemos tenerlo los demás, porque no vale argumentar que
son comunidades históricas. Nuestra historia está ahí y es muy grande. El
pragmatismo nos obligó a aceptar lo que el estado nos quisiera dar y en ese
momento nos otorgó un estatuto bajo mínimos, el cual era muy discutible y por
eso le reformamos en el año 98 y muy en profundidad. Sin embargo, una de las
grandes ventajas de la España
de las autonomías es la competitividad entre sus regiones, competitividad que
debe favorecer que cada una administre mejor sus fondos y ofrezca mejores
servicios a los ciudadanos.
P. ¿Cuál es
su opinión sobre el debate de los símbolos regionales que se ha abierto durante
los últimos años con el Lábaro como protagonista?
R. Yo no soy
contrario a que esté como una seña a efectos culturales pero la bandera de
Cantabria está en el estatuto, está reconocida y no tiene peligro de ningún
tipo. Por lo cual, reconocer el Lábaro como un signo cultural de Cantabria,
bajo mi punto de vista, no tiene ningún problema. Incluso tiene alguna ventaja,
a mí me gusta mucho el ciclismo y cuando veo una bandera del Lábaro por las
carreteras, sé que estoy viendo cántabros.
P. ¿Cuáles
son sus sueños políticos? ¿Qué le gustaría políticamente para nuestra comunidad
(Cantabria)?
R. Primero,
me gustaría que tuviese un marco más pluralista del que tiene, que se pueda
llegar al parlamento de Cantabria sin ningún tope restrictivo, es decir, en
Cantabria el que no saca más de un 5% de los votos no tiene posibilidad de
llegar al parlamento. Estos mecanismos me parecen inapropiados y que deberían
desaparecer. A mí que me gusta que haya entendimiento en la política y que se
busque el consenso, creo que de la participación suele salir más la solución y
no las imposiciones, aquí hemos tenido muchas legislaturas de tres partidos en
el parlamento, me parece una deficiencia absoluta. Yo creo más en los seis o
siete grupos políticos que puede haber en los parlamentos Vascos o de Cataluña.
En el
ámbito urbano, especialmente en Torrelavega, creo que hace falta algo esencial
que bajo mi punto de vista es definir el modelo de ciudad, es decir, ¿qué
modelo de ciudad queremos después de la caída de la industria en Torrelavega? Y
creo que deberíamos favorecer una mayor participación de la ciudadanía.
Gonzalo Sánchez,
Ángela Lavin
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Queremos saber tu opinión. Se respetuoso y enriquece a la comunidad