Llega la mujer PG

Años tras año, el taller de la española Purificación García se convierte en uno de los altares de la moda española. De hecho, está gallega ha convertido sus agujas en el pilar de la segunda empresa textil más importante de España, detrás de Inditex.

Ajena a los vaivenes del capricho cultural Purificación García ha sabido en estos años mantener un estilo muy personal de ropa de hombre, mujer y complementos, basado en su cosmopolitismo, un cierto aire clasicista y el objetivo de vestir a la mujer con comodidad y feminidad.

Para algunos estamos hablando de la modista de la maduritas, pero lo cierto es que PG posee un estilo lo suficientemente moderno y atractivo como para atraer a sus escaparates a universitarias que tenemos veintipocos.

En este inicio de nueva temporada, PG ha presentado estos días una colección muy fresca, con ciertos aires de sofisticación en sus cortes, sencillez en sus materiales, complejidad en el trabajo de los tejidos y urbana en la propuesta de estilo.

Blusas y chaquetas troqueladas, juegos de transparencias y texturas que van desde la viscosa hasta el algodón puro, con mezclas intermedias de elastés o poliamidas, para conseguir arquitecturas suaves y flexibles, pero armadas, efecto laca.

En camisas y camisetas, PG ha apostado por la manga corta, una de las tendencias de la temporada, bien en japonesa, reglan o larga recogida, las más habituales en su colección.

En la paleta, los reyes son el blanco y el negro, donde PG ha conseguido sublimar la feminidad, aunque también destacan los azules, los rosas y los ocres.

Uno de los efectos que más me han llamado la atención son los conjuntos de azules marino y cobalto con chaquetas de gran ligereza, casi vaporosas, combinadas con faldas evasé con dobladillo y terminados en organiza, así como blusas sin mangas, blancas, donde el vigor le proporciona el troquelado del tejido o un dibujo en relieve

Una de las ideas propuestas en la colección, que resultan más atractivas se encuentra en la forma en que han trabajado los asimétricos. Vestidos de tul, camisas y camisetas cortas en la parte delantera y largas y voladas en la parte posterior y chaquetas en forma de pirámide que se abren a medida que descienden por el cuerpo, pendiendo manga en ese recorrido, creando un efecto vaporoso.

Una propuesta fresca para meses de calor, en la que chocan sus faldas y chaquetas en piel, un material, aparentemente, poco apropiado para esta estación.

Entre los complementos, la diseñadora ha apostado por los lazos, preferentemente gross grain y en colores de contraste con la prenda, la pedrería (que confecciona rayas y dibujos en algunas prendas, las maxitrabillas (sobre todo en los pantalones capri y los cordones de calabrote con terminales metálicos, sobre todo en los volúmenes corola.

Una colección, para enamorarte.

Maria Labarri

Imagen purificacióngarcia.com