domingo, 6 de abril de 2014

In bloom



Durante 1991, el año antes de que Nevermind de Nirvana presidiera las listas de éxitos Norteamérica y se situara en una trayectoria imparable que le llevaría a vender más de 10 millones de copias, los únicos grupos de rock que alcanzaron el numero uno fueron Guns ‘n’ Roses, Skid Row, Metallica y Van Halen. En los dos años que siguieron a Nevermind, no solo Pearl Jam, Soundgarden, Stone Temple, Pilots y Alice in Chains editaron discos que alcanzaron el número uno, sino que incluso Mudhoney, The Melvins, Tad y Eugene Nelly, The Vaselines, firmaron contrato con etiquetas importantes. Si Nevermind no les hubiera allanado previamente el camino, estos grupos con matices punk nunca se hubieran acercado siquiera al mercado mainstream, es decir, a la corriente dominante.


Puede que con un disco tan repleto de éxitos como Nevermind haya oficiado de improbable Caballo de Troya a través del cual el punk accediese a la escena dominante de los 90, pero a la vez fue una obra llena de contradicciones. Como veremos, Kurt Cobain se mostraba (en el mejor de los casos) ambivalente respecto al disco, o a lo que este representaba. También causo algunas tensiones en la relación del grupo con el público. Independientemente de cómo se sintiera el principal autor, Nevermind produjo un efecto sísmico en la época de los 90. Los tan queridos Pixies de Cobain, con sus inteligentes composiciones pop y su dinámica tranquila/ruidosa, influyeron ciertamente en el sonido de Nirvana en Nevermind, si más bien los Pixies nunca fueron más allá de una banda de culto. Nevermind, sin embargo, cambio muchas cosas: la forma de vestir de la gente, el tipo de grupos que eran contratados por las discográficas, la forma de tocar la guitarra. Fue uno de esos discos que realmente cambian el rock ‘n’ roll.

La grabación de su disco debut le proporciono a Nirvana una vía de acceso al hasta entonces inimaginable mundo del estrellato del rock mainstream. El escenario fueron los estudios Sound City de Van Nuys, California, en mayo-junio de 1991, con sus paredes repletas de discos de platino obtenidos por grupos míticos como Cheap Trick y Fleetwood Mac, que grabaron Rumours allí. El productor Butch Vig había sido seleccionado para hacerse cargo de la mesa de mezclas, habiendo establecido una relación con el grupo después de trabajar en sus primeras grabaciones en sus propios Smart Studios, más de un año antes, en abril de 1990, para lo que, en su momento, se suponía que seria el segundo disco del grupo para Sub Pop. El disco debut de Nirvana, Bleach, había conseguido hacer circular 50.000 copias a la fuerza de duras giras, y el grupo había logrado atraer la atención de varias etiquetas importantes. Geffen fue la afortunada (la presencia de Sonic Youth en dicho sello fue un factor clave), y el grupo logro hacerse con un contrato que renunciaba a un sustancioso adelanto a favor de unos derechos de autor mas elevados.

A lo largo de las seis semanas de sesiones (en un principio el presupuesto era para tres), la banda (cuya ahora definitiva alineación incluía al bajista Krist Novoselic y al batería Dave Grohl, incorporado recientemente), fue alojada en un complejo de apartamentos local. Butch Vig recuerda: “Fui a buscarles un par de veces, y la verdades que habían transformado el sitio en un pisito de solteros. Había latas de comida abiertas por todas partes, ropa tirada de cualquier manera y guitarras acústicas por toda la habitación. Sé que pasándoselo bomba allí porque el grupo Europe se alojaba muy cerca. Los de Europe se sentaban todo el día con sus novias junto a la piscina, y recuerdo que Krist Dave y Kurt se burlaban de ellos. No eran grandes fans de Europe.”

En general, las sesiones iban progresando a pedir de boca, si bien Vig tuvo que obligar a Cobain a incluir doble pista y overdubbing en algunas partes vocales y de guitarra, a veces dejando correr la cinta durante sus sesiones de calentamiento. Sintiendo que no podía superarse ya mas, la demo de Polly realizada en Smart Sudios fue seleccionada para el disco. Pero Vig admitiría posteriormente que fue Smells Like Teen Spirit la que mas le emocionó: “En los ensayos, cuando empezaban a tocarla, sus equipos de guitarra y bajo sonaban tan fuerte, a un volumen tan atronador…Y no hablemos de volumen de la batería ¡y lo mas curioso es que no llevaba micros! Recuerdo que me levante y empecé a sudar y a pasear de un lado a otro de la habitación porque la canción tenía tanta fuerza y era tan sorprendente y pegadiza… Ni siquiera sabia lo que Kart estaba cantando llegado ese punto.” ¿Sobre qué cantaba Kurt? Con su estilo peculiarmente enigmático, Cobain declararía a NME en 1991: “Habla de: ¡Eh, hermano, especialmente hermana! Tira la fruta y comete la monda.” Para millones de adolescentes, aquél sería el sonido de una revolución musical.

A Butch Vig se le había asignado originalmente el trabajo de producción y mezclas del disco, pero puesto que las sesiones habían rebasado con mucho el plazo acordado en un principio, la etiqueta discográfica de Nirvana sugirió que se reclutase a un par de oídos nuevos para el proceso de mezclas. Desde entonces, Andy Wallace ha mezclado una sucesión de aclamadísimos discos de rock, incluyendo el Grace de Jeff Buckley y el Relationship Of Command de At The Drive-In, pero en aquella época se encontraba en la parte baja de una lista que incluía al colaborador de REM, Scott Litt, quien seria posteriormente solicitado para remezclar los singles de In Utero y producir el concierto MTV Unplugged de Nirvana. Cobain eligió a Wallace por su trabajo en el disco de Slayer de 1990, Seasons In The Abyss. Tanto Vig como el grupo estuvieron presentes durante un proceso de mezclas en el que Wallace gastó gran parte de su energía retocando un sonido de batería que a pesar de los martillazos de Grohl, tanto el grupo como el productor consideraban insuficiente. Wallace utilizó reverb digital y ecualización para mejorar el sonido a partir de micrófonos, y mezclo samples tras los sonidos de tambor y batería para darles mayor solidez.

Las mezclas ligeramente más originales que Vig realizo de Smells Like Teen Spirit (Editada en 2004, en el cofre With the Ligths Out) vienen a demostrar que el resultado del trabajo de Wallacefue bastante sutil, pero Cobain discrepaba de esto ultimo. Como posteriormente declararía a su biógrafo, Michael Azerrad: “Nunca escuchó Nevermind. No lo he escuchado desde que salio al mercado. No puedo soportar ese tipo de producción, y no escucho grupos que tienen ese tipo de producción, no importa lo buenas que sean sus canciones. Simplemente me molesta”.


Guillermo garcía, Enrique Corsini, eolapaz - Torrelavega (Cantabria)Imagen moni-kaa5.deviantart.com


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