Carolina se enamora

Alba Gutiérrez

Carolina de enamora. Ed. Planeta

Del amor al odio hay un paso, o eso dicen. Por si no teníamos suficiente con los amores y desamores de los jóvenes, aquí tenemos una prueba que lo demuestra: el nuevo best-seller del italiano Federico Moccia, “Carolina se enamora”.

Como otras veces, Moccia, nos sitúa en su bella Italia, un lugar mágico y romántico, en el que transcurren sus novelas. Sólo él es capaz de enganchar a sus seguidores de principio a fin, de transportar al lector a los lugares que describe tan detalladamente, pero con un estilo muy sencillo, algo que es ya tan particularmente suyo. Además, cualquier persona puede darse cuenta de que  parte de sus historias, son un reflejo de la vida de cualquier joven.

En esta ocasión, los protagonistas de sus anteriores relatos, (Babi, Step, Niki, etc.), no estarán presentes, ya que Moccia, se remonta a edades más tempranas, en las que los jóvenes empezamos a descubrir de verdad el amor y los besos robados. Me estoy refiriendo a esa tierna edad que son los catorce años.

Carolina, la protagonista de esta nueva creación de Moccia, tiene una familia a la que adora, y unas amigas, que para ella son las mejores. Pero,  lo que no sabe, es que a veces, las amistades, no son exactamente lo que parecen. Esta joven, se preocupa porque ningún chico la ha besado aún…aunque algún tiempo después, todos aquellos chicos que en un momento se escondían, tal vez porque pensaban que eran poca cosa para esta muchacha, cogerán fuerzas suficientes para atreverse a besarla. La vida de Carolina, es la de una adolescente normal: el dinero que le dan sus padres no es suficiente para comprar todo lo que quiere, no se lleva bien con su hermana, aunque adora a su hermano, le gusta salir con sus amigas y estar en casa de sus abuelos, a los que va a visitar cada vez que puede.

Un día cualquiera, conoce al chico de su vida, de una forma un tanto extraña. Pasan varias semanas sin verse, y, después de intentar por todos los medios conseguir verse, por fin, lo consiguen, en una fiesta. Hasta que vuelven a encontrarse. En ese momento, Carolina se da cuenta de que está enamorada de él. Están juntos, son jóvenes, se quieren, él ya la ha besado… ¿Qué más puede pedir Carolina? Sí, está totalmente enamorada. Tanto, que decide que ha llegado el momento de dar un paso más con su chico, un paso importante que, es algo muy serio. Decide hacer el amor con él. Pero el día que han quedado…Carolina se da cuenta de algo que la demuestra que no todo es lo que parece, y que, de las únicas personas de las que siempre podrás fiarte, son tus padres.

Tal vez, este libro, sea una manera que tiene el autor, para hablar y criticar lo que pueden hacer los jóvenes en beneficio propio, también explica lo que son los buenos amigos en los malos momentos, y el apoyo familiar, cuando, por ejemplo, muere uno de tus familiares, como le pasa a Carolina casi en el final. En mi opinión, también es una reflexión de cómo los adolescentes se dejan influenciar, ya sea por los que creen que son sus amigos, o por intentar hacerse notar entre un grupo de gente para destacar.

Dicen, que los finales felices, no son siempre los más acertados. Por eso, no seré yo quien cuente toda la historia…