José Luís
Casado Soto es el director del Museo Marítimo de Cantábrico. Es historiador,
arqueólogo y licenciado en bellas artes. Es además miembro correspondiente de la Real Academia de
Historia y miembro asociado a la academia de Marina en Lisboa. Director
fundador del laboratorio para investigaciones arqueológicas subacuáticas tiene
en su haber el premio nacional del mar, ha dirigido una veintena de
excavaciones arqueológicas tanto terrestres como marítimas y ha comisariado más
de 40 exposiciones temáticas. Es autor o editor científico de 48 libros (El
incendio de Santander, La
Catedral de Santander, Cantabria y la Mar en la historia, Cantabria
vista por viajeros de los siglos, Los discursos de Bernardino Escalante, entre
otros) y ha elaborado más de 200 trabajos que se han publicado en libros
colectivos y en revistas especializadas tantos españolas como extranjeras.
¿En qué año
abrió las puertas el museo?
El museo
marítimo del cantábrico abrió las puertas al público en abril del año 1981.Le
volvió a cerrar en las navidades del año 2000 y le volvió a abrir totalmente
renovado, multiplicado el tamaño (que pasó de 2000 a 8.400 metros cuadrados ,
se multiplico por más de cuatro y los montajes se hicieron mucho más
complejos), el 3 de mayo de 2003. Pero el museo no salió de la nada, es el
heredero de una muy larga tradición con raíces desde el siglo XIX. Se
estableció en Santander por el estado español, el primer laboratorio permanente
para la investigación de la mar, que se llamaba la estación de biología marina
en zoología y botánicas experimentales creada en 1886. Ese es el primer
laboratorio oceanográfico permanente de España. Antes cuando se hacia una
investigación se montaba el aparato de investigación, se hacia la investigación
y luego se desmontaba. El estado puso el primer laboratorio permanente en
Cantabria por razones científicas ya que teníamos un mar con mucha profundidad
y se conocían muy pocos animales de fondo. Estuvieron dos años investigando y
las personas que lo llevaron adelante eran los mejores científicos que había en
el momento. Augusto González de Linares montó el primer cobertizo de madera
para enseñar a la gente los peces. Muy pronto estableció un pequeño museo
dentro del cobertizo, eso le hizo muy popular entre la gente ya que creaba
audiencia y hablaba con todo el mundo. Empezó a hacer una colección de animales
marinos y fijaros lo bien que los conservaría que pasando 130 años sigue siendo
la mejor colección marina que existe en España. Esa es una de las partes del
museo. Después de este, en Guarnizo hicieron un museo con muchos modelos de
barcos, mapas, armas, instrumentos de navegación… Estuvo abierto durante 20
años en la época de la segunda guerra mundial. En aquella época no había dinero
pero hicieron un gran esfuerzo económico para construir este edificio, que fue
diseñado por don Tomás Maza Solano. Más tarde hicieron otro mucho más pequeño
en Peña Cabarga. Todas las piezas que formaron esos museos vinieron aquí, asique
no tenemos una sino varias raíces. En 1976 se hizo este edificio y montamos la
sección de biología (solo una de las cuatro que tiene ahora). En el año 2000
pudimos ya montar las demás con una inversión de 20 millones de euros.
¿Participó
en el diseño del museo?
El diseño
del museo le hicimos el actual director del museo que soy yo y el subdirector y
biólogo conservador, Gerardo García Castillo. Un museo tiene dos proyectos para
hacerse. El diseño museológico que es la filosofía, las ideas, que es lo que se
quiere enseñar y como se quiere enseñar y otro es el proyecto museográfico que
es la concreción física de eso, tantas salas con tantas vitrinas con tantos
paneles. Los dos museos los hicimos los dos.
¿Con que
finalidad se creó el museo?
Los museos
cumplen la misión de transmitir conocimientos de una manera mucho más fluida
que en cualquier otro centro. En los museos seducimos trasmitiendo información
y lo que pretendemos es que la gente que lo visita se lleve el veneno del
conocimiento de una forma más divertida. Recuperar el patrimonio, los restos
del pasado que nos sirven primero para comprender ese pasado y segundo para
apoyar la explicación del pasado. Por eso ese patrimonio es fundamental. Los
objetivos prioritarios de cualquier museo es recuperar, estudiar y difundir.
¿Cuántas
personas visitan el museo marítimo anualmente?
El museo
está calculado, ya que se planifica como cualquier otra cosa, que reciba unas
300.000 personas al año. Antes recibíamos de media de entre 75.000 - 80.000
personas, era el museo más visitado de Cantabria con mucha diferencia. Sin
embargo al no tener actividad cultural, exposiciones, conferencias… Que no
tenemos ya que carecemos de personal, estamos recibiendo menos personas que en
el museo anterior a pesar de la gran inversión que se a echo. Entre 69.000 o
70.000 personas al año.
¿Cuántas
personas trabajan en él?
Cerca de 70
personas. Antes éramos 15 personas entre funcionarios y personas que trabajan
de mantenimiento como son las personas de seguridad…Faltan biólogos que
tendrían que formar parte de este museo pero no hay los recursos necesarios.
¿Hay mucha
variedad de peces?
Si. Hay dos
maneras de montar los acuarios, cuando se meten seres vivos en un espacio
limitado, lo que hacemos es reproducir las cadenas tróficas. Si reproduces lo
que hay en la realidad se comen unos a otros. La mayor parte de los acuarios
ponen el mismo espacio a seres que no se atacan entre sí, que son distintos.
Pero eso no es lo que hay en el fondo del mar. Lo que hay ahí es la mezcla, la
biodiversidad, entonces nosotros somos uno de los muy pocos museos en el mundo
que hemos apostado por reproducir los nichos ecológicos reales en cada ambiente
marino. A cierta profundidad, en ambiente de arena, ya que dependiendo del tipo
de ambiente o de profundidad hay distintos tipos. Eso nos da muchos problemas
porque hay que tenerlos muy bien alimentados, hay que limpiarles muy a menudo,
hay que reponer los que se comen. Nosotros tenemos depende de las épocas entre
2.500 y 3.000 animales vivos permanentes, que son representantes de unas 300
especies, solo de peces, además somos uno de los pocos acuarios que tiene
también invertebrados. La mayor parte de los animales que hay en el mar son
invertebrados y luego están los vertebrados que son los peces, los superiores y
nosotros tenemos cuatro tanques de invertebrados que esos sí que están
separados de los peces porque duran medio minuto con ellos. También dentro de
los vertebrados hay algún caso especial como el pulpo, que no puede estar con
nadie ni con otro pulpo o especies muy delicadas pequeñas hasta que se hacen
grandes como el caballitos de mar…En principio lo que quiere el museo es que
vivas la experiencia como si te pusieras perpendicular a la orilla de una
playa, enfrente de las olas y fueras avanzando hasta el borde la plataforma
continental y lo que vas viendo según vas bajando.
¿Hay algún
otro tipo de actividades en el museo que no sean la visita de este?
Claro.
Todos los museos son diferentes, no hay dos iguales. Primero porque todos tienen
un patrimonio diferente, porque todos tienen una historia diferente y al final
un proyecto diferente. A partir de esa base hay cosas que distinguen o destacan
a un museo de otro. Hay museos magníficos en el mundo. En España tenemos dos
magníficos, el museo naval de Madrid, es el museo de la armada real, de la
flota de guerra y tiene las colecciones reales. También está el museo marítimo
de Barcelona que tiene unas importantes colecciones y está en un sitio
magnifico con un arsenal de galeras medieval gótico impresionante. Las galeras
en la edad media eran los barcos de guerra de aquella época. José María
Martínez Hidalgo fue el que le diseño unos días antes de producirse el fuego de
Santander .El museo abarca las cuatro secciones: la biología marina, y luego
todo el abanico entre la relación del hombre con la mar, historia, biología,
etnografía e historia de la técnica.
¿Ha
conseguido todos los objetivos planeados?
No,
evidentemente no. Es un equipo humano seleccionado entre los mejores y todos
trabajan durante muchos años con esos objetivos que son la prioridad. En
realidad tendría que ser rentable para la sociedad que ha metido mucho dinero y
ese dinero tiene que ser rentable para toda la sociedad. Estamos muy lejos de
los objetivos planeados.
¿Cómo es el
ecosistema marino en la bahía de Santander?
Pues
complicado, como todos los sistemas marinos es muy complicado. Hay un sustrato
de invertebrados muy grande, luego animales superiores que los comen y se
desarrollan con ellos. Están los estuarios que son las zonas donde mayor
riqueza biológica hay porque es donde ponen los huevos muchas especies,
desarrollan los alevines, sobre todo en las marismas. Aquí hay un perfil muy
grande de marismas. La lámina de agua de la bahía de Santander es dos veces y
media más pequeña que lo que era hace 10 años. Hemos comido a la marisma y
hemos reducido mucho la biodiversidad pero sigue siendo la bahía más grande del
cantábrico.
¿Considera
la bahía perfecta para el desarrollo del museo?
La bahía es
un sitio maravilloso todos los directores de otros museos tanto de España como
de Europa que visitan el MMC ven el lugar donde este se encuentra y todos dicen
que es espectacular. Desde aquí se ve toda la región. Envidian, además la bahía
que es la mejor pieza del museo y explica la historia viendo el lugar donde se
encuentra. Es una pieza fundamental del museo.
¿Está
satisfecho con su trabajo?
He tenido
la suerte de trabajar en lo que me ha gustado toda mi vida y se ha traducido en
veintitantas expediciones arqueológicas, he comisariado más de cincuenta
exposiciones de historia, he hecho muchos trabajos de investigación, y todo lo
he hecho es porque me gustaba, asi que si estoy satisfecho con mi trabajo.
¿Cuántos
libros ha escrito?
48 libros,
que son unos pocos (risas).
¿Qué ha
estudiado?
Yo soy
historiador y arqueólogo y además me licencie en bellas artes en la universidad
complutense de Madrid y luego me hicieron académico correspondiente de la
academia de historia por Santander, a los 33 años.
¿De pequeño
que quería ser?
Muchas
cosas, como todos de pequeños. Yo cuando terminé el bachiller estuve dos años y
medio sin empezar nada porque no sabía si hacer arquitectura, bellas artes o
historia. Al final me decante por las dos últimas. Me he dedicado toda la vida
a las dos últimas, pero mi primer trabajo de investigación fue sobre la
arquitectura popular o sea que no me he quedado con curiosidades, he intentado
satisfacer todas las cosas que me gustaban antes de hacerme profesional.
¿Qué
puestos ocupó antes de llegar a ser director?
Fui
profesor de instituto de Camargo dos años en 1970. Más tarde fui encargado
durante cuatro años de la cátedra y fui secretario de la facultad de bellas
artes de Bilbao. Después vine aquí me hice cargo de la dirección del museo ,fui
delegado de bellas artes en Cantabria cuando no estaba centralizado y no había
autonomías y la consejería de cultura se dirigía desde Madrid, fui delegado de
bellas artes, presidente del centro de estudios montañeses y bueno luego me he
dedicado sobre todo en el museo a dirigir todas las cosas que he contado antes:
exposiciones, publicar libros y lo que está detrás de todo eso, como los
proyectos de investigación en etnografía historia y en arqueología tanto
terrestre como subacuática. Una de las cosas de las que estoy más satisfecho es
que junto con el mejor arqueólogo que ha dado Cantabria que es Joaquín
González, el autor del libro de los cántabros que es el responsable de que este
fuera una autonomía sino no lo hubiera sido, el y yo en 1982 y después de años de
estudio hicimos una excavación bajo la iglesia de la catedral de Santander y
encontramos una cosa que se llevaba discutiendo durante dos siglos, que si era
Santander el portus victoriae loubrigense de los romanos y encontramos el
portus victoria y ahora siempre que entráis en la iglesia del Cristo veis la
nave del evangelio en un suelo de cristal y veis lo que queda de las termas
romanas, una calle…Con el material que encontramos pudimos documentar a
Santander como el portus romano.
¿Cómo es su
día a día?
Normalmente
estoy a las 8 en el museo donde permanezco toda la mañana y dos o tres tardes
también, atendiendo muchísimas cosas desde simples cosas que hacen que esto
funcione ya que hay muchas personas, mucho lío, muchos animales que permiten
que esto funcione, todos los laboratorios todos los químicos, también hago la
gestión del museo. Tenemos la mejor biblioteca marítima del norte, tenemos una
exposición de cartografía, cartas de navegar, una fototeca de entre 10 o 12.000
fotografías que son tesoros impresionantes, modelos de barco, de construcción
naval. Entonces tengo que gestionar todo esto y responder porque esto como
todos los años desde que se inauguró el museo en 1981 nos volcamos en la
investigación y nos hemos involucrado en este ámbito concreto en biología
marina y la biodiversidad. Somos un centro de referencia a nivel nacional como
internacional. Ofrezco consultas sobre temas en Inglaterra, toda Latinoamérica.
Mas colaboro desde hace tiempo con otras instituciones para montar exposiciones,
para elaborar libros, para seguir haciendo ciencia y divulgar ciencia. Sigo con
el espíritu de Augusto González de Linares que decía que no hay que hacer
ciencia sino que la gente tenga acceso a ello y pueda disfrutarla.
¿Qué fue lo
primero que pensó cuando se entero que iba a ser director del museo?
No fue que
me dijeran vas a ser director del museo. Son procesos diferentes. Se había
firmado un convenio en el año 1972 entre la diputación y el instituto
oceanográfico. En el año 1975 - 1976 estaban empezando a hacer el edificio del
museo y pensaron estamos haciendo el museo pero no sabemos que vamos a meter en
él. Entonces yo ya había publicado algunos trabajos y había dado conferencias
en la cátedra y el presidente de la diputación preguntó a los técnicos que
tenía cerca y le dijeron que yo era la persona joven que estaba buscando porque
era el que en aquel tiempo estaba enredando mas en esas cosas y me llamo
(Modesto Piñeiro padre), estuvimos charlando, le convenció lo que dije, me
encargo un proyecto museológico. Entonces yo era encargado de cátedra en Bilbao
en la facultad de allí, hice el proyecto museológico, fue aprobado por el pleno
de la diputación provincial y primero se me contrato en el año 1976 y luego se
saco la oposición que gané en el año 1978, año que me hicieron académico.
¿Cuáles son
sus proyectos para el futuro?
Mis
proyectos para el futuro son ir cerrando carpetas. Yo he abierto muchas
carpetas de proyectos de investigación, muchos de ellos se han terminando, la
mayoría, pero todavía hay algunos que no están cerrados o que se pueden abrir y
completar. Entonces me faltan en principio pocos años para jubilarme y estoy
intentando cerrar el mayor número de carpetas posibles. Terminar una serie de
proyectos algunos de interés regional otros de interés nacional. Estoy pensando
en hacer un par de libros así la gente en el futuro no tendrá que hacer
consultas en archivo como yo, sino que ya tendrá toda la información recogida
en los libros. Así no tendrán que hacer otra vez el camino que yo ya hice.
¿Cuál es el
proyecto que ha llevado a cabo del que se siente más satisfecho?
Han sido
muchos y muy variados. Hemos tenido que hacer investigaciones desde la edad
media: de la historia del urbanismo, de las villas portuarias…
¿Cree que
Cantabria tiene los medios adecuados para fomentar el turismo?
Si desde
luego. No solo tiene los medios, mucho más importante que los medios económicos
o físicos es el capital humano, la gente. Cantabria ahora tiene más cantidad de
gente con formación que nunca en su historia, como cualquier sitio de España,
no somos excepcionales. Y eso nos abre una ventana de oportunidades
impresionante. Otra cosa es como se utilicen los medios para canalizar esas
energías. Es decir la habilidad que tengan los políticos o la honestidad que
tengan y el dinero de los impuestos que se invierta en el beneficio de todos y
no en el beneficio propio o de su partido. Ese es el gran drama que estamos
viviendo, que hay políticos honestos y políticos deshonestos. Y eso tiene
consecuencias graves porque supone que nuestro dinero nos de servicio o a que
se lo embolsen en el bolsillo de algunos particulares.
¿De dónde
salen todas las piezas que hay en el museo?
Uno de los
tesoros que tenemos en el museo, el laboratorio de Linares es el laboratorio
oceanográfico más completo y mejor conservado en toda Europa, es excepcional,
del siglo XIX, con una colección de microscopios. Hasta tenemos un proyector de
diapositivas digital con la que este hombre enseñaba evolucionismo cuando era
catedrático de Santiago de Compostela y le echaron de la cátedra por eso mismo,
ya que aquello estaba dominado por los canónicos y no consentían que se llevara
la contraria a la
Biblia. Entre las cajas que encontramos había una con
cuatrocientas o quinientas placas de cristal y entre esas placas había diez o
doce fotos del propio laboratorio en la que se ve como estaban los muebles y
por eso lo hemos podido reconstruir perfectamente, tal cual. La madera de todos
los muebles estaba llena de agujeros de polilla, era un cascaron de barniz asi que
tuvimos que rellenar todos los agujeros de materia plástica para que pudiera
servir. Restaurarlo todo por un lado, todas las colecciones que recogimos, su
restauración y luego el trabajo de Gerardo y mío movilizando a cientos de
personas. Afortunadamente hemos tenido la colaboración de mucha gente y la
comprensión y el apoyo de gente, donaciones. El número de piezas que
recopilamos en los últimos años antes de abrir el museo lo hemos multiplicado
por cuatro.
Carlota
Sañudo, Maria Velarde
estudiantes
de secundaria, Colegio La Paz ,
Torrelavega (Cantabria)
Imagen escritoresdecantabria.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Queremos saber tu opinión. Se respetuoso y enriquece a la comunidad