Lo
abstracto que puede a llegar a ser el tiempo y a la vez lo concreto que supone.
Abstracto y concreto unidos en un proceso de metamorfosis que evoluciona
rápido. El PSOE es el fiel reflejo de ello.
El pasado
forma parte de ese bucle olvidado convertido en un mero recuerdo abstracto. El
recuerdo de una apariencia externa de la realidad pero que ahora se aleja de
ella. En lo abstracto del pasado, el partido era el motor de los cambios ergo
de la sociedad, pero se acomodó en ese elitismo que tanto había criticado, se
sentó en la misma mesa de la que renegó durante todo su historia. Un oxímoron
de ideas.
Abstracto
es ese viejo recuerdo de los años en que cimentó el progreso.
El presente
forma parte de ese mismo bucle prescrito; secuencia de instrucciones para no
volver a repetir lo que no debió haber pasado. Concreto es la realidad de un
partido que ha dejado en manos de un hombre de 42 años, economista, aprendiz de
Cristina Narbona en cuestiones medioambientales y de José Blanco en el
funcionamiento del aparato del PSOE, y vencedor arrollador de unas primarias
que dejaron en el camino a un filósofo y a un historiador.
Concreto
sigue siendo la manera casi apoteósica en la que fue elegido secretario
general. El nuevo fontanero del partido decían algunos militantes. El
Socialismo ha cambiado de imagen, Pedro Sánchez, joven elegante con ausencia de
carisma es ahora lo concreto, Rubalcaba, el cascarrabias trabajador sin
seguidismo dentro del partido es ya lo abstracto del partido. Adhiriéndose a
Zapatero, Joaquín Almunia y Felipe González.
Elegido
democráticamente, pasó de ser “la cinquième roue du carrosse” a auparse como el
líder con mayor legitimidad en los 135 años de historia con la necesidad de
renovar al partido, convertirlo en la casa segura y necesaria de los votantes
socialdemócratas, hacer frente a los fenómenos extremistas que la crisis ha
logrado perpetuar y negar la similitud de ideas y de formas con el Partido
Popular.
La
metamorfosis de tiempos, lo abstracto; un pasado glorioso, lleno de gestas y
progresos que supusieron el cambio de una arcaica a una moderna sociedad pero
también de oscuros como las últimas legislaturas de Felipe González o Rodríguez
Zapatero, y lo concreto; el mayor hito democrático de la historia de un partido
en España, un secretario general ungido por la totalidad de los militantes, el
ascenso de la quinta rueda a la cúspide de poder, de un inexperto en política
pero especialista en economía y con fluidez de idiomas.
El capitán de
una metamorfosis que corre el riesgo de convertirse en efímera si el frente de
izquierdas avanza más rápido que la languidecida socialdemocracia. El PSOE no
debe olvidar el alrededor “epi” ni tampoco los días “hemera” que provoquen que
un partido de gobierno se transforme en un grupo residual como pasó en Grecia
con PASOK. Evitar ante toda costa que su historia sea efímera (epi et hemera).
El pasado y
el presente les une la metamorfosis socialista que afronte el mañana, y lo que
traerá como escribió Murakami lo sabremos cuando se disipe el todavía. Y
todavía quedan días para que Pedro Sánchez y el socialismo puedan volver a
intentar ser lo que fueron, un partido ganador.
Imagen
flickr
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Queremos saber tu opinión. Se respetuoso y enriquece a la comunidad