España está
llena de hombres extraordinarios, pero lo más extraordinario de ellos es que su
labor sea tan callada y tan poco conocida.
Uno de esos
hombres es el vitoriano Eduardo Anitua, cirujano y estomatólogo que lleva 30
años en el ejercicio de la medicina y otros tantos en la innovación.
A mitad de
camino entre el espíritu empresarial y la pasión por la medicina, Anitua creó
hace 20 años un pequeño laboratorio que hoy se ha convertido en BTI
Biotechnology Institute, una de las más importantes empresas españolas
dedicadas a la biotecnología, con más de 300 trabajadores y dedicada,
principalmente, a la investigación en regeneración de tejidos.
Aunque es
cirujano maxilofacial y estomatólogo, Anitua se ha hecho un hueco en el mundo
de la ciencia gracias a sus productos regenerativos, que han permitido volver a
una vida normal a cientos de pacientes, algunos tan ilustres como el Rey Juan
Carlos o Rafa Nadal.
Una de sus
patentes más internacionales es PRGF-Endoret, un plasma rico en factores de
crecimiento que empezó a investigar intentando descubrir porque algunos de sus
pacientes se recuperaban mejor que otros. Tras muchos ensayos descubrió que los
procesos de cicatrización estaban asociados a ciertas concentraciones de
glóbulos rojos y leucocitos y, especialmente de plaquetas.
Pero junto
a su labor médica hay otra muy importante empresarial. Descubrimientos, empleo,
apoyo a jóvenes emprendedores y desarrollo del I+D nacional le han llevado a
ser reconocido con el Premio Príncipe Felipe a la Innovación.
Anitua se
ha convertido también en un defensor de que la crisis solo se superará de forma
estable si los poderes públicos dedican fondos la investigación, como hacen Estados
Unidos, Alemania o Japón. Y si el gobierno protege a los investigadores (el
mismo ha visto como impunemente le robaban patentes e ideas).
En los
últimos años, sus descubrimientos le han llevado a desarrollar un proyecto
empresarial internacional por el que se ha interesado el Comité Olímpico
Internacional y a dar más de quinientos seminarios por todo el mundo. Pero el
sigue trabajando en su clínica, trabajando con entusiasmo en su laboratorio y
ayudando a miles de personas a superar el dolor y hacer una vida normal. Así es
Eduardo Anitua, con el que hablan nuestros compañeros, en una visita a Santander.
Usted tiene
un impresionante currículum que incluye un premio príncipe Felipe a la
investigación tecnológica, así como la insignia de oro y la medalla del mismo
metal de la ciudad de Vitoria o el del dentista del año. Eduardo Anitua sigue
siendo el mismo que empezó como colaborador del servicio de cirugía
maxilofacial y estomatología del hospital clínico universitario de Salamanca.
Con más
años. Si, quizá con más ilusión y pasión
por la investigación.
¿Se es más
por tener más títulos o más premios?
Cualquier
premio, cualquier reconocimiento al final son anécdotas porque se pasan muy
rápido. Lo que si que verdaderamente queda es cuando tienes, como es en nuestro
caso, la oportunidad de hablar, de estar con pacientes todos los días y ver
verdaderamente que tus investigaciones repercuten directamente en la salud de
las personas y realmente puedes trabajar para mejorar la salud y la calidad de
vida de las personas. Eso sí, que da una enorme satisfacción.
Su empresa
BTI Biotechnology se fundó hace 20 años y hoy su laboratorio cuenta con más 300
empleados y factura más de 25 millones
de euros al año. La investigación ha cambiado tanto desde las dos últimas
décadas.
La
investigación vuela, la investigación va a una velocidad impresionante y yo
siempre digo que es un maratón que se corre al sprint. Hay un camino que es
apasionante y al mismo tiempo complejo y es el camino de la intuición a la
evidencia, quiero decir, en medicina puedes tener una intuición, como puedes
tener una idea, pero luego transformar esa idea en una evidencia científica
supone muchas horas de trabajo, cualquier avance en medicina, cualquier nueva técnica,
no lleva menos de 10 años hasta que se consolida. Muchas horas de trabajo en el
laboratorio, haciendo investigación básica, haciendo investigación aplicada,
haciendo investigación animal y luego posteriormente con ensayos clínicos en
humanos. Por lo tanto, lleva un esfuerzo y tiempo de desarrollo.
¿Y a todo
eso como le afectan los recortes?
Tenemos que
ser conscientes de en qué país vivimos y cuál es la situación actual. Los que
somos navegantes somos conscientes de que tenemos que ajustar las velas al
viento.
Este país,
yo creo que ha apostado fuertemente por la investigación las últimas dos
décadas, pero tenemos que ser conscientes de que los recursos que tenemos ahora
son limitados. Y lo son porque es enormemente importante el compromiso de las
administraciones para ajustar muy bien sus presupuestos y eliminar derroches
que al final llegan a la gente. Llegan a la gente y se convierten en recortes
en sanidad y en recortes en investigación.
Soy defensor
de que se vea la investigación es nuestro futuro, pero tenemos que ser
conscientes de que nuestro futuro lo estamos labrando cada día, entre todos.
El
descubrimiento de la patente PRGF Endoret a consecuencia de los mecanismos
implicados en la regeneración de tejidos ha supuesto un gran avance para la
recuperación de lesiones de deportistas. ¿Cómo se ha llegado al descubrimiento
de esta patente?
Yo soy
cirujano oral y curiosamente fue en el
área de la cirugía oral donde comenzamos este desarrollo, en algo tan sencillo
como intentar que a un paciente cuando le íbamos a hacer una extracción dental
consiguiéramos que ese alveolo regenerara siempre bien y, si era posible, que
regenerara mejor y en menos tiempo. Luego lo empezamos a aplicar en el área de
la implantología oral, cuando nos encontramos con un paciente que ha perdido
sus dientes y no tiene hueso de soporte para poderle poner unos implantes. Fui
desarrollando numerosas técnicas de regeneración ósea para conseguir anclar
estos implantes.
Este fue el
origen, y un día en la consulta en la que el Dr. Mikel Sánchez estaba con la
boca abierta, le dije que teníamos que empezar a aplicar esto en ortopedia, él
es un extraordinario especialista en ortopedia y medicina deportiva y juntos
fuimos investigando y desarrollando protocolos para aplicarlos en ortopedia
hasta el punto al que hemos llegado, en el que en estos momentos en el mundo de
la medicina deportiva, que es de lo que se trata hoy, pues quizá es el mayor
avance de la última década para el tratamiento de lesiones de deportistas y por
supuesto que es importante que deportistas españoles se hayan beneficiado de
este desarrollo pero quizá lo que es mucho más trascendente es que no solo
deportistas de todo el mundo sino que personas, pacientes de todo el mundo de
la calle, se están beneficiando de todo lo que ha sido nuestro desarrollo, ¿no?
Muchas
personalidades han sido los beneficiados de este avance. ¿No se pone nervioso
cuando la responsabilidad del éxito del paciente es únicamente suya?
En
medicina, todos tenemos que asumir todos los días responsabilidades y
obviamente cuando estás haciendo una cirugía y sabes que fuera hay periodistas,
pues igual la responsabilidad es un poco mayor pero también es algo a lo que te
acostumbras y no cambia, en definitiva, lo que es tu forma de proceder, si es
una gran responsabilidad y al mismo tiempo pues una satisfacción que
personalidades confíen en tu trabajo
para que les ayudes y trates sus dolencias pero esta relación de confianza es
la que se produce todos los días con nuestros pacientes. Donde una persona pone
su confianza en ti y lógicamente tú
intentas ayudarle de la mejor manera posible.
¿Cómo
fueron los casos, por ejemplo, del Rey Juan Carlos y Rafa Nadal? Le llegaron a
llamar “El Salvador de las rodillas de Rafa”.
Creo que
eso fue una exageración. Realmente para conseguir que Rafa esté teniendo los
resultados que tiene, hay un responsable fundamental y se llama Rafa Nadal.
Y además se llama todo el equipo que trabaja con él. Que su equipo médico haya
contado con nosotros desde hace ya unos años es una satisfacción porque,
primero, detrás de ese gran deportista hay sobretodo una gran persona y el
tener la suerte o el privilegio de haber
estado o seguir estando cerca, no solo
de esa persona sino de esa gran familia que es el equipo de Rafa Nadal, pues es
una gran satisfacción. De todas formas, en medicina hay algo que obviamente
está muy presente para los médicos y es que de cierta manera un poquito, el
secreto profesional.
Qué investigaciones
tiene en marcha el BTI?
BTI es un
proyecto apasionante que nació hace 25 años en los que si hay alguna cualidad
que he tenido ha sido rodearme de talento. BTI somos más de 300 personas, de
ellas más de cincuenta son investigadores que trabajan y que se levantan todas
las mañanas con una enorme ilusión en hacer, cada día, las cosas un poquito
mejor y muchas veces hacer que nuestros sueños se vayan convirtiendo en
realidad. El haber conseguido ser, en estos momentos, quizá, ser uno de los laboratorios
más importantes a nivel mundial en implantología oral y en terapia
regenerativa, es una gran satisfacción y al mismo tiempo una gran
responsabilidad pero haber conseguido que España esté en el podium de los
laboratorios más pioneros y más innovadores en terapia regenerativa.
Tener en cuenta que nuestra investigación empezó en el área de la cirugía oral.
posteriormente, hemos ido trabajando en el área de la dermatología, en el área
de la cirugía ortopédica, en el área de la medicina deportiva, en el área de la
oftalmología y seguimos desarrollando nuevos protocolos. Tratar una patología
tan común como es el ojo seco, o tratar una patología tan común como es la artrosis
y haber desarrollado en ambos casos un tratamiento biológico autólogo, o sea,
que con nuestras propias proteínas conseguimos regenerar nuestros propios
tejidos lesionados, pues es un apasionante reto y al mismo tiempo es ir abriendo ventanas todos los
días, ir abriendo nuevas puertas a un horizonte que no sabemos dónde va a
terminar pero que como veis hoy estamos avanzando día a día y cada vez que vamos trasladando nuestros
tratamientos, nuestras tecnologías a otras áreas de la medicina, pues los resultados
están siendo excelentes.
Usted es
director de la fundación que lleva su propio nombre, cuyo fin es fomentar,
impulsar, promocionar y desarrollar la investigación científica y su
divulgación. ¿Se están consiguiendo o se han conseguido estos propósitos?
Creamos la
fundación para investigar en áreas de la medicina en las que el laboratorio
nunca va a industrializar esas áreas. Te puedo poner un ejemplo que te sonará
como es la úlcera de Buruli, una patología que en África no solo está costando
la amputación de miembros a muchas personas sino que es una importante causa de
muerte. Hemos desarrollado protocolos y técnicas eficaces para el tratamiento
de esta patología.
Hay otros ejemplos de líneas de investigación en las que estamos trabajando que
las dirigimos desde la fundación porque, al final, BTI es un laboratorio que se
ha desarrollado básicamente para invertir y seguir investigando. Digamos que,
más que una empresa, es una herramienta puesta al servicio de la investigación;
es una empresa que todos los años invierte el 110% de sus beneficios en seguir
investigando, en seguir desarrollando nuevas técnicas y procedimientos.
No es
cuanto menos sorprendente que por ejemplo el sector de la biotecnología ha
sufrido un importante avance en cuestión, por ejemplo, con otros sectores que
han sufrido una regresión. ¿Se puede considerar este sector como un sector con
una salud de hierro?
Sin lugar a
dudas es un sector de futuro, o sea, es incuestionable que la medicina que yo
estudie hace unas décadas en la universidad, es otra. La medicina del futuro es
la medicina que estamos haciendo en estos momentos en los laboratorios. La
biotecnología va a tener mucho que decir y fíjate que yo cuando, hace una
década, en alguna entrevista me preguntaban por algo que en aquellos momentos
era como era imposible (que con nuestras propias proteínas pudiéramos regenerar
nuestros tejidos) yo comente que este era el mayor avance, quizá, de esta
década en terapia regenerativa y el tiempo nos ha dado la razón. Además, todas
las terapias regenerativas del futuro, tratando con células madre o con células
troncales, todas ellas van a utilizar la base de muchos de nuestros avances, o
sea, de cultivar nuestras células con nuestras propias proteínas, crear con
nuestras propias proteínas matrices para sustentar a nuestras propias células.
Los que tenemos la suerte, el privilegio, y al mismo tiempo el compromiso con
la medicina y con la investigación, estamos viendo que la medicina está
sufriendo una profunda transformación, por lo tanto, no tenemos más remedio que
abrir nuestra mente hacia el futuro, que ese futuro que parecía algo que no
sabías cuando iba a llegar ha llegado ya, así como las dos últimas décadas pudo
ser la época de los trasplantes de órganos, en lo que hoy en día España es
precisamente un país a primer nivel a nivel mundial, la regeneración de tejidos
y de órganos, sin lugar a dudas, va a ser el futuro.
¿Esa
transformación debe sustentarse mediante el apoyo público o, como se ha hecho
durante mucho tiempo, mediante iniciativas privadas?
Yo creo que
las iniciativas pueden ser privadas, pueden ser públicas y pueden ser
público-privadas. Yo creo que es importante que en este país vayamos creando
estructuras empresariales que inviertan e investiguen en este país, para que de
esta manera, los investigadores y el talento se quede en este país, ¿no? Yo soy
de los que ha apostado firmemente por esto, hemos tenido muchas propuestas,
muchas ofertas del extranjero para trasladar nuestro laboratorio e irnos a
investigar fuera de España y a mi me parece muy importante que es un compromiso
por nuestra parte crear aquí una estructura sólida de investigadores que poco a
poco, no solo con nuestro trabajo sino, al mismo tiempo, también vayamos
creando ejemplo, para que estas nuevas generaciones vayan encontrando un medio
de cultivo para poder enraizarse en su país y para poder investigar. En estos
momentos, España es una potencia internacional en terapia regenerativa; daros
cuenta que en todo lo que ha sido la investigación con proteínas, España, está
en lo alto del pódium en todas estas técnicas que hemos desarrollado en nuestro
laboratorio aquí en España, y estamos siendo el punto de referencia en el mundo.
Esto es lo que tenemos que intentar que futuros desarrollos se sigan haciendo
aquí, por supuesto, contar con la iniciativa pública, tener en cuenta que
cualquier avance e investigación en medicina lleva un camino de 10 o 15 años.
¿Usted cree
que, por ejemplo, el gobierno de España ha sabido potenciar o ha sabido
aprovechar este talento o, en cambio, como sucede frecuentemente esa fuga de
cerebros masiva, no ha sabido aprovechar ese talento que tenemos en España?
Yo algo que
tengo muy claro es que es lo mismo que una familia, lo mismo que una persona,
lo mismo que una empresa; tiene que tener claro que no puede gastar más de lo
que tiene y que no puede ser más solidario de lo que le da sus recursos.
Es
importante que a este nivel seamos todos conscientes de que si no gestionamos
bien nuestros recursos y nuestro país, esto va a suceder. Por lo tanto, que ha
sucedido, afortunadamente esta sucediendo, de una manera menos masiva que hace
unas décadas; los que empezamos a investigar hace 30 años, lo primero que
hicimos fue irnos a Estados Unidos a investigar y afortunadamente ahora en
España empieza ya a haber laboratorios, empieza a haber un medio de cultivo
para que investigadores puedan crecer pero hay muchísimo por hacer.
Tenemos que
ser conscientes de que la investigación biomédica también es cultura, que el
cine es cultura, que la música es cultura, que la literatura es cultura pero
que la investigación biomédica va a nuestra vida, va a nuestra salud y la salud
de nuestros hijos. Yo creo que es importante y al mismo tiempo es nuestra
propia autoexigencia que investiguemos y que apostemos fuertemente por que esta
investigación y este talento se queden en este país.
Es algo que
ha sido mi compromiso, es algo que hemos hecho desde Vitoria, desde nuestro
laboratorio en BTI, y que nuestro compromiso es seguir haciéndolo porque nos
gustaría que esta sociedad empiece a estar un poco más sensibilizada a que cada
euro que se invierte en investigación biomédica, además de tener un retorno
económico, va a tener un retorno social y una mejoría en nuestra calidad de
vida.
Por eso accedí
cuando me pediste esta entrevista. Uno de nuestros compromisos es hacer
divulgación científica, es trasladar a la sociedad que el deporte tiene mucho
que ver con nuestra salud pero que la investigación biomédica tiene muchísimo que
ver no solo con la salud de nuestros deportistas sino con la salud de todas las
personas.
Ir haciendo
pedagogía, insistir en que es fundamental invertir en hábitos saludables es
algo en lo que España.
Estoy
convencido de que si leemos lo que nos ha querido decir esta crisis, podremos
salir reforzados. Pero sino lo leemos o, lo que es peor, hacemos una lectura
incorrecta, saldremos muy perjudicados. Lo que está claro es que nos estamos
jugando el futuro de la investigación biomédica en este país, que yo creo que
es importante que seamos conscientes todos, porque no es responsabilidad solo
de los investigadores, es responsabilidad de las administraciones y es responsabilidad
de la sociedad.
David Sanjuán,
Pedro Santamaría
Colegio La Paz , Torrelavega (Cantabria)
Imágenes tomadas
en Santander por P. Santamaría e imágenes de la web de la Clínica de Eduardo Anitua
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