Lilypad es
un proyecto arquitectónico y ecológico ideado por Vicent Callebaut, con el que
pretende afrontar el problema climático al que nos estamos enfrentando, el
Calentamiento Global.
Vicent
Callebaut, comenzó a pensar en esta idea sobre el año 2008, después de anunciar
la ONU que en
2080 se incrementaría el nivel del mar de forma alarmante. Este arquitecto
francés, cree haber encontrado con Lilypad una solución a las consecuencias más
importantes del Calentamiento Global en nuestro planeta.
Lilypad se
trata de una ecópolis presentada como una ciudad flotante en constante
movimiento, con capacidad para alrededor de 50.000 habitantes víctimas del
cambio climático, y que se situará en la pequeña isla nación de Tuvalu, en el
Océano Pacífico. Lilypad se mueve en dirección de las corrientes oceánicas
frías y calientes.
La forma de
esta ciudad anfibia está inspirada en la flor de nenúfar y tiene una laguna
artificial que permite la variedad de especies animales y vegetales. Una de sus
principales características es que puede crear su propia flora y su propia
fauna, en torno a la laguna central artificial que se originará a través de la
depuración del agua de lluvia. También consta de tres puertos y tres montañas,
donde habrá comercios y zonas de ocio. Las viviendas se encuentran en jardines,
rodeados de calles y callejones. La idea es que el hombre encuentre la armonía
con la naturaleza.
Lilypad es
autosustentable, habrá cultivos con los que
asegurar la alimentación. Otra fuente de ingresos será el comercio.
Esta ciudad
flotante es totalmente ecológica, no admite residuos. Los motores de esta isla
funcionan a base de combustibles como la biomasa. Su estructura está cubierta
por dióxido de titanio, que impide la entrada del dióxido de carbono debido a
los rayos ultravioletas. Utilizará las energías eólica, solar y mareomotriz.
El proyecto
Lilypad contará con las más novedosas tecnologías, tendrá sistemas de
iluminación por LEDs, reciclaje de desechos y más avances tecnológicos que
parecen milagros.
Todavía no
se ha estimado su coste y muchos son los que dicen que finalmente solo la élite
social podrá aspirar a ocupar una vivienda en esta isla flotante.
Esta ciudad
flotante, que aunque parece irreal e imaginaría puede ser una solución rápida y
a largo plazo a un angustiante problema que nos preocupa al mundo entero, está
prevista para el año 2100, aunque falta el visto bueno de un número de
inversores para poder darle luz verde.
Pilar Barquín
Estudiante de bachillerato, Colegio La Paz, Torrelavega (Cantabria)
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