jueves, 8 de marzo de 2018

Emprendiendo igualdad



Frente a la firme y temible mirada de una sociedad debilitada por la desigualdad, continuamos encontrando a hombres y mujeres que buscan cambiar las cosas. ¿Razas? ¿Géneros? ¿Religiones? Todos somos personas, todos somos iguales


Actualmente las mujeres representamos únicamente el 17% del emprendimiento a nivel nacional, esto no es más que un ejemplo de la desigualdad que existe en el mundo profesional para hombres y mujeres.

Hoy en día, en Torrelavega, una pequeña ciudad de Cantabria, hay solamente 12 locales de emprendedores y únicamente dos de ellos son de mujeres.
  
Hoy hemos podido hablar con una de esas dos mujeres, Virginia Barquín, una joven aficionada a la fotografía y al cine, qué estudió realización de televisión y dirección de cine en Madrid. En Madrid trabajó muchos años como diseñadora gráfica en la serie Amar en tiempos revueltos, actualmente llamada Amar es para siempre. Allí surgió su idea de comenzar una nueva aventura creando su propio proyecto como emprendedora en su lugar de nacimiento, Cantabria, creando su propio estudio de diseño especializado en papelería de bodas y sellos infantiles.

La conciliación familiar, la falta de confianza y también los obstáculos económicos son algunos de los motivos que provocan el bajo número de mujeres emprendedoras. “La mayor desventaja es la conciliación familiar y laboral”  nos comunica la emprendedora.

“Contamos con una cantidad inmensa de dificultades a la hora de iniciar un negocio, como la gestión empresarial, los altos precios de los mercados inmobiliarios, la menor protección social… Al igual que hay una cantidad reducida de mujeres que desempeñan puestos de alta dirección en empresas y liderazgo en política, hay muy pocas jóvenes emprendedoras ya que desgraciadamente el mercado laboral sigue estando dominado por hombres, una lucha que solo puede combatirse educando en igualdad desde la infancia”, nos afirma Virginia.

Virginia es un ejemplo de emprendedora, que a pesar de todas las dificultades encontradas a la hora de crear su proyecto, ha seguido adelante con un plan de marketing enfocado al internet ya que las redes sociales juegan un papel fundamental para darse a conocer.

Afortunadamente, existe una ayuda para emprendedores que facilita el pago de las cuotas que no discrimina el hecho de ser hombre y mujer, pero seguimos envueltos en una sociedad machista y egoísta.


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