miércoles, 18 de febrero de 2015

Napoleón en Egipto



En 1798 acababa de terminar la primera guerra de coalición en Francia y Napoleón era un joven general de 28 años con una gran ansia de poder y grandes conocimientos de estrategias de guerra. Se había convertido en el ídolo de las masas francesas por sus grandes victorias en Italia y le habían acostumbrado a gobernar sin pedir cuentas a nadie.


Napoleón quería aún más prestigio. Y se lanzó a la conquista de Egipto como la primera etapa de un ambicioso plan que consistía en la conquista de India, golpeando indirectamente a Inglaterra.
Napoleón partió con sus tropas de Francia el 18 de mayo de 1798, con más de cincuenta navíos de guerra, 280 barcos para el transporte de tropas y un total de unos 40.000 hombres acompañados de 167 científicos con la misión de inspeccionar los valores científicos de las zonas conquistadas.
Cuando Napoleón desembarcó en las costas de Alejandría se encontró con una ciudad de unos 25.000 habitantes, protegida por una ruinosa muralla y un par de cañones con muy poca pólvora. Aún así fue una dura batalla pero al final se hicieron con el poder ofreciendo una libertad pactada y les dio setecientos esclavos árabes. Al ver su generosidad el resto de los poblados fueron ofreciendo sus tierras a los franceses, incluso hubo algunos que expulsaron a los dirigentes mamelucos.
Fue entonces cuando en El Cairo, el gran muftí, la principal autoridad religiosa del país, publicó una sentencia en la que llamaba a todos musulmanes a atacar a los infieles. Así, las aldeas ya no recibieron a los franceses como libertadores.
El 21 de julio, los franceses y los mamelucos (esclavos, en su mayoría de origen turco, procedentes de Asia Central, de las zonas del Mar Negro y más al norte, islamizados e instruidos militarmente que en sus inicios sirvieron como soldados a las órdenes de los distintos califas abasidas), se encontraron en Embada, aldea egipcia situada a unos 130 Km de El Cairo. Como desde las posiciones francesas se veían las pirámides, Bonaparte decidió que aquella seria llamada la batalla de las Pirámides. En su arenga antes de la batalla, dijo: «Soldados, cumplid con vuestro deber; desde esos monumentos cuarenta siglos de historia os contemplan».
El ejército mameluco superaba al francés en número, en artillería y en poder naval, pero la infantería egipcia era mediocre, y la caballería mameluca no era capaz de romper los cuadros franceses. Murad, un general mameluco, despreciaba a los invasores y cruzó el Nilo impetuosamente, cargando más allá del alcance de su propia artillería. Los mamelucos fueron vencidos por el ejército francés en un par de horas.
Cuando Napoleón llegó a El Cairo se encontró con una ciudad desordenada y caótica. Por ello instalo alcantarillado público, mando construir hospitales e incluso puso una red de alumbrado.
Napoleón tenía anclada en Abukir parte de su flota naval. El comandante inglés, Horatio Nelson, movilizado como consecuencia de la acción invasora de Napoleón, buscaba su flota consciente de que la única manera de vencerla era aislarla en Egipto.
El 1 de agosto los ingleses consiguieron su objetivo, localizando la flota en la bahía de Abukir, machacando la flota francesa. Francia perdió en esta batalla once navíos y dos fragatas, mil setecientas vidas, y más de siete mil hombres que quedaron prisioneros.
Fue la derrota naval más aplastante de todo el siglo XVIII. Francia perdió no sólo la flota, sino también el control del Mediterráneo.
Este hecho animó a la creación de una coalición europea contra Francia, formada por Turquía, Nápoles, Prusia y Austria, bloqueando a las tropas francesas en el interior de Egipto y sin escapatoria. Incluso los británicos llegaron a destruir una flota de veintiún navíos españoles que acudían al rescate de Napoleón.
En la segunda parte de la guerra, sin embargo, Napoleón derrotó al ejército turco, que había desembarcado en la bahía bajo las órdenes inglesas.
Por fin, en la última parte de la guerra, el general Abercromby, ayudado por un numeroso y recompuesto ejército turco, logró obligar a las fuerzas francesas a la capitulación.
Cuando consiguió llegar a Francia era 9 de octubre de 1799 y un mes más tarde, el 18 de brumario, era el amo de Francia durante la revolución.


David Robledo Imhof
Estudiante de secundaria, Colégio La Paz, Torrelavega (Cantabria)
Imagen scipion94.blogspot.com


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Queremos saber tu opinión. Se respetuoso y enriquece a la comunidad

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Comparte este contenido en las redes