Andrea Bazo, la mujer del agua

Hemos estado cara a cara con Andrea Bazo, que nos cuenta su historia dentro del agua. Una nadadora de la cantera de Torrelavega, fiel al CNT; empezó a chapotear junto a su hermana Ana Bazo por mera coincidencia. La culpable es su madre quien por problemas de espalda tuvo que empezar a nadar, la misma que hoy en día es una gran rival en la liga Master.

Lo que empezó siendo un hobby, se ha convertido en una forma de vida para ella. Su “carrera” en este mundillo, ha sufrido algún que otro parón, pero su competitividad y su pasión hacia este deporte han hecho que siempre acabe regresando. A día de hoy, esperando la llegada de su hijo, se toma un descanso, pero como ella nos cuenta, en septiembre volverá a la carga y pisando fuerte para el Campeonato de Europa Master 2016, que tendrá lugar en las mismas instalaciones que las olimpiadas, algo que Andrea dice no poder dejar escapar. Forma parte del equipo Master del CNT, categoría para veteranos mayores de 20 años. Al principio confiesa rechazar la idea, pero la competición la pudo, y acabo por aceptar.

Tuvimos la oportunidad de preguntarla que se siente al tener a sus espaldas grandes marcas, grandes competiciones, a lo que ella nos responde que es un orgullo teniendo en cuenta, que siempre se ha mostrado fiel al CNT con Berni Bustillo como entrenador, a día de hoy su confidente, sin recurrir a centros de tecnificación u otros medios, pero sí nos aclara que de la forma que sea, todo se consigue con mucho esfuerzo y con perspectiva de futuro, ya que no se ven resultados en un día. Nos dice también que la gusta currarse las cosas y por ello siempre tiene en su cabeza el ansia de superación y de alguna forma su meta. Como parte de la directiva del club, Andrea deja claro que si algún nadador tiene la oportunidad de ir a un centro de tecnificación, ella será la primera en animarle, pero no está a favor de ello, lo que espera es que dentro de unos años, las instalaciones en las que ella empezó mejoren, para que así todos los nadadores que quieran, puedan desarrollar su potencial en casa, sin tener que recurrir a un centro de tecnificación, ya que considera que nuestra política económica no puede permitirse fichar nadadores.

Todo nadador tiene también el gran problema de practicar un deporte minoritario como es la natación. Por muy grande que seas, muchas veces tienes que costearte tú mismo los viajes y no todo el mundo se lo puede permitir. Es el ejemplo de Andrea, que se tomó el Campeonato del Mundo Mater como sus vacaciones, junto con algún otro nadador del CNT.

Nos picó la curiosidad y la preguntamos sí ha realizado algún otro deporte, y sorprendentemente nos confiesa que tanto ella como su hermana fuera del agua son unos “patos”, nos habla del famoso “Mal del nadador” del cual se dice que sí desde pequeñito has estado dentro del agua los otros medios no los controlas con tanta soltura y es que Andrea dice no saber botar un balón de baloncesto con las dos manos lo cual nos sorprende ya que es una gran nadadora.

También nos reconoce que la natación la ha servido de mucho en la vida, su afán de superación, su competitividad, su esfuerzo y dedicación, su tesón… todas esas cosas que la natación ha aportado a su persona han hecho que por ejemplo sea mucho más brillante a la hora de estudiar y organizarse.

Hace pocos meses dio a luz a su hijo, al cual inculcará, junto a su pareja, el afán por el deporte y sus valores o seguramente lo mamará ya que en casa la afición no falta, si es cierto que Andrea no tiene idea de transmitirle la pasión por la natación, considera que es un deporte minoritario en el que a pesar de tus esfuerzos  no siempre ves resultado, lo cual puede resultar un poco frustrante, por lo tanto prefiere que practique otro deporte que él escoja, pero al menos afirma, le apuntara a la piscina en cuanto pueda para aprender a flotar.

Después de competir a tan alto nivel hay que tomárselo con calma, pero no abandonar, es deporte, salud. Para los que están trabajando, es un medio de desconexión, para pensar en tus cosas. Para los que están empezando, este es un deporte genial, (un poco durillo, que requiere esfuerzo), pero por ese sentimiento de equipo y todos esos momentos que lo pasamos tan bien… ¡merece la pena! Para los que lo dejaron (sobre todo por los estudios), les entiendo, yo también lo dejé,  pero seguramente acabaran volviendo.

Ángela Sobera

Estudiante de secundaria, Colegio La Paz, Torrelavega (Cantabria)

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