Su infancia, elemento para él esencial en la formación de cualquier vida, fue un mundo de emociones y percepciones cincelado en sus tardes en la Monumental de Barcelona y sus mañanas de monaguillo. Su contacto con el mundo de la cultura despertó en él una incipiente rebeldía, que vio encauzada en el teatro.
La búsqueda de la ética y el deseo de provocar y generar reflexión han estado siempre detrás de su larga trayectoria. La compañía que fundó, Els Joglars, al igual que todo el teatro, ha intentado impulsar la realidad y también reflejar la realidad. Sin embargo, nos cuenta que “hoy las administraciones se han convertido en mecenas y, el artista, rinde un cierto tributo de vasallaje, obviando aspectos de la vida por no tener conflictos con la administración pública”.
Cuando abordamos el tema del lenguaje, afirma que “nuestros referentes del lenguaje público, como pueden ser la televisión o el Parlamento, no son sólo malos, sino auténticos pervertidores del lenguaje. Mis conciudadanos catalanes saben mucho de eso. Han utilizado el lenguaje como efectivo militar, lo han usado como arma arrojadiza, imponiendo la lengua mediante la ley. Yo defendí en la época de la dictadura de Franco la reivindicación de la cultura catalana y, pasado el tiempo, tengo la sensación de haber alimentado al monstruo”.
Una de las claves de este complejo puzzle de la cultura está, para Boadella, en la creación, que para él no existe. “El hombre no crea desde la nada, construye, elabora. No entenderlo así nos conduce a una supuesta búsqueda de la esencia, a una búsqueda de la creatividad ilusa que nos ha llevado a un arte pseudo intelectual. Se diría que Europa ha vivido una tendencia a ensalzar al primate, a considerar arte a meras simplezas”. Considera al mercado como una de las tres bestias negras de la cultura, junto a la intolerancia y la manipulación. “Estamos tan mediatizados por la moda y el mercado que hemos caído en la novedad compulsiva. Hoy lo único que cuenta es la sorpresa del momento, algo que impide la labor de la cultura como constructora y favorece la frivolización”
Pero no todo es negativo. Boadella es un optimista escéptico. Cree en la regeneración del lenguaje y de la cultura, afirmando que estamos en un momento pendular del que regresaremos. Pero el camino para la regeneración no está en manos de todos. “La vida se mueve porque hay unas personas más sensibles que otras, más astutas, más listas, que han trabajado con más esfuerzo, con más ética, con más de todo”
Una vida intensa ha dejado en Boadella un regusto amargo, el de no hacer más, pero también una sensación grata, la de que ha valido la pena, algo que está por encima de días en la cárcel, insultos e incomprensiones.
Ha caído la noche sobre Comillas, en cuya Fundación hemos podido charlar. Le acompañamos por el claustro, camino de una sala repleta que espera escucharlo. Sigue pensando, se para y, mirando entre los cristales, nos explica “mi mayor sueño sigue siendo ser libre. Mi mayor miedo, la decadencia, algo que mi mente no me permite, y que el sufrimiento me acompañe”.
Autor, director, actor, ciudadano y concienciador, ¿En qué orden siente estos rasgos Albert Boadella?
En primer lugar yo diría ciudadano por lo que representa como idea de ilustración (francesa). En España para mi hay mucho pueblo pero poco ciudadano. Actores, directores, dramaturgos, artistas en general hay muchos pero esta idea cívica ha sido para mi mucho más importante.
¿Cómo se descubre que uno es un constructor de historias y de vidas?
Es algo que aparece sin que uno se dé cuenta, aparece seguramente por cosas que desconozco por situaciones, por imágenes…la infancia es un elemento esencial en la vida de cualquiera, de hecho prácticamente yo creo que para los artistas su momento tópico de inspiración radica sobretodo en la infancia. Las impresiones, las emociones de la infancia son esenciales y son los que me hacen pensar. Recuerdo cuando mi tio me llevaba a ver los toros a la Monumental, en Barcelona, aquello era la vida de verdad, algo fascinante eso de la lucha del hombre con el animal. Puedo pensar también en mi hermano que era cantante, cantaba zarzuelas y cuando era pequeñito me sentaba en el escenario en los ensayos. Puedo pensar que yo fui monaguillo casi profesional durante dos o tres años, cuando se hacían las misas en latín, y asistí a rituales muy importantes en aquella época. Son elementos que han configurado mi infancia. Posteriormente quise ser diplomático, pero mis padres me dijeron que no me podían pagar la carrera de diplomático en Francia, y me dediqué al teatro.
Usted fue como Gabilondo, que de niño su juguete eran las palabras?
Mis juguetes de pequeño no eran exactamente las palabras, eran sueños. Yo he tenido una infancia muy rebelde, por eso me llevaron Paris a ver si me civilizaban. Eran acciones más cercanas a un mundo animal, especialmente a los felinos (rie), que a lo que es el mundo racional de las palabras.
¿Saben los hombres y las mujeres de la cultura la responsabilidad que asumen al decir que y como contarlo, cuando la información es hoy tan fugaz, intermitente y a la vez confusa?
Cuando uno hace una cosa pública en principio tiene conciencia de responsabilidad, seguramente que eso es algo que se adquiere lentamente. Al principio la gente que somos del mundo de la farándula lo que más nos importa es la compensación personal, de exhibición, de lucimiento, de “yo existo”, de aplausos, de todas seas cosas. Pero una vez ha pasado el gran fogueo inicial uno se da cuenta que las cosas que hace empiezan a tener unas consecuencias sobre la gente, sobre el conjunto, porque lo notas, porque te lo dicen y a partir de este momento notas que un oficio como el teatro que es un oficio público que además de la estética tiene la ética y que tu tienes. Eres capaz de secuestrar a los espectadores durante dos horas en una creencia total de lo que sucede en aquel momento, aquí entra el sentido de la responsabilidad.
¿Por qué se la tiene tanto miedo a llamar a las cosas por su nombre en una sociedad políticamente correcta?
Bueno, hay una perversión del lenguaje. Yo no soy un experto en palabras, soy un experto en lenguaje. Hay una enorme perversión del lenguaje, es decir las cosas nunca quieren decir aquello que realmente quieren decir. Hay, además, una costumbre en utilizar muchísimas palabras sin pensar las consecuencias, por ejemplo hoy por hoy, por cualquier cosas se le dice a uno, que me lo han dicho varias veces, fascista. Fascista es una cosas muy concreta, el hecho de que uno pueda tener una tendencia determinada hacia unas formas sociales de ética social política, pasar a decir la palabra facha o este tío es un fascista es una falacia, un nazi es alguien que colaboró en el holocausto, por lo tanto es una desmesura total la palabra fuera del lenguaje y de esto está lleno el lenguaje, de estas cosas. Yo creo que hay que retomar la enorme importancia de las palabras y los gestos que también son muy importantes, eso que llamamos el protocolo gestual. Por ejemplo la destrucción del protocolo entre las personas, la destrucción del protocolo personal es terrible. Hoy en día ves a alguien a quien tienes un gran aprecio y la das un abrazo, un beso; hoy todo el mundo se da besos, me parece bien, en fin, que las señoritas muy guapas y muy bellas me den un beso, uno está encantado, sino son tan bellas también, por el hecho de ser señoritas es suficiente. Antes se daba la mano, algunas veces se ponía la mano en los hombros, pero un beso era algo que significaba una enorme confianza, es decir, había un lenguaje gestual sobre la confianza, el aprecio, el amor, etcétera. Esto se ha roto en todo, incluso en el propio lenguaje erótico-sexual, es decir los escarceos iniciales se rompen y es directo, se va al grano, hay una destrucción del lenguaje que nos vuelve un poco más cercanos a la caverna.
¿Considera atrasados los eufemismos como las chicas y los chicos?
Eso pertenece ya a los signos de las épocas, a la gente de mi edad nos parece un poco ridículo, cuando decíamos los hombres nos referíamos a la humanidad, no se nos ocurría pensar en que solo había hombres en la humanidad, por que cuando decías la palabra hombre, decías hombres y mujeres. Ahora las palabras están sumidas en una cierta forma biología, hay detrás unas formas de convención biológica. Yo creo que todas las aguas volverán a su cauce alguna vez, es normal. El lenguaje es una cosa funcional, no hay que olvidar. Mis conciudadanos lo saben muy bien, los catalanes han usado el lenguaje como efectivo militar, lo han usado como un arma arrojadiza.
¿Cuánto le debe la lengua castellana al teatro? ¿Y cuanto le debe la lengua a Els Joglars?
A Els Joglar poco, si lo compramos con Valle Inclan, Lope, Calderón o Cervantes. Al teatro si, muchísimo. Yo creo que debemos mucho al teatro de Lope o a Cervantes, en su propio teatro. De hecho son constructores de la lengua como el inglés de Shakespeare, como el francés de Racine, de Moliere. Los dramaturgos son una parte fundamental en la construcción de la lengua.
Joglars debe otras cosas, debe al retorno con una nueva visión a la antigüedad. Lo que ha hecho algunas veces Els Joglars recuerda a las comedias de Aristófanes, pero en un nuevo formato, o recuerda la comedia de arte italiana en un nuevo formato, es un equilibrio muy bien ensamblado entre tradición y modernidad.
Realmente, ¿el teatro refleja la sociedad o la empuja?
Ha reflejado en ciertos momento, no siempre, hay momento en que si ha reflejado perfectamente la sociedad, ha sido una reflexión profunda y directa de la sociedad; y otros momentos en que el teatro se ha amanerado mucho y entonces no ha retratado la sociedad, porque lo que se ha retratado sobre la escena no ha tenido un sentido de realidad profunda, es decir no ha reflejado la realidad, ha preferido los elementos de fantasía. Hay épocas que son muy exactas en el teatro en cuanto a la realidad. Un caso concreto es la comedia del arte que reflejaba la realidad porque era enormemente popular, donde todas las costumbres, las palabras, las formas, los deseos mas íntimos y profundos y brutales de los individuos salían al exterior, un teatro casi improvisado
¿Y Actualmente cree que la refleja?
Si, es un teatro que tiene relación con la realidad, salvo cuando un vasallo se sirve de las administraciones digamos de la Europa desarrollada, donde las administraciones se han convertido, las políticas no las civiles, en administraciones que hacen función de mecenas y el comediante, el artista, adquiere un cierto tributo de vasallaje, hay aspectos en los que no ha querido meterse por no tener conflictos con la administración pública.
Nos ha llamado la atención en su blog la contundencia en sus argumentos y la exquisitez de su lenguaje, ¿Por qué hoy se ha perdido ese amor por la palabra y la comunicación, primando el volumen sobre el mensaje?
Yo creo que, el lenguaje público está en precariedad total, es muy primario, pero claro es que en los medios de comunicación y en el arte, que tendrían que ser nuestros referentes, se habla muy mal. Si nosotros nos vamos al parlamento español, que nos parecería que los representantes de la ciudadanía son los que mejor representan el lenguaje, muchas veces uno queda deprimido. Y sabemos que hace un siglo eso no era así. Los parlamentarios en el tiempo de la republica o incluso antes articulaban discursos muy bien hechos y explicados. La televisión es una pervertidora total del lenguaje. Así que no tenemos buenos referentes. Sin estos referentes hay un empobrecimiento de la lengua muy importante.
¿Usted cree que la literatura, los periodistas, la gente del teatro no puede entender esa diferencia de no hablar muy alto en vez de hablar muy profundo?
Sí, hay una enorme contaminación del estado natural de la vida, es la putrefacción, nosotros tendemos a la putrefacción, en las costumbres y en el físico.
Regenerar es muy complicado, es lo más complejo y complicado, yo creo incluso, que el mundo del periodismos ha caído muy bajo desde el punto de vista del lenguaje, no digamos desde el punto de la vista de la ética, entonces entraríamos en dos cuestiones.
Los dramaturgos de hoy no son unos grandes especialistas en la lengua claro, seguramente somos los pocos sectores sociales que pueden hacer una cierta regeneración pero, no soy muy optimista. Y tengo la impresión, es una impresión, que afortunadamente la vida es pendular, no sé de qué lado estamos, pero nos volverá el péndulo. Ha habido una tendencia en Europa a encumbrar al primate, se ve incluso en las propias artes plásticas , las artes platicas están por debajo del Altamira. A lo mejor es una necesidad de ir a la sustancia, pero a lo mejor no existe la sustancia solo existe una forma
Hace un mes estuvimos aquí con Rafael Álvarez, el brujo, y también traslucía un cierto pesimismo sobre la cultura, en una conferencia con alguien del publico tuvo una polémica por una crítica que le realizaba muy razonable al mundo del cine , su calidad, su dependencia de los poderes, y ahora estamos escuchándole y viendo un cierto pesimismo. ¿Tan pesimistas debemos ser?
No, yo soy un escéptico positivo, quiero decir, por edad uno es escéptico siempre. Hasta ahora soy positivo en el sentido de que creo que las cosas son pendulares y que hay un momento que se va hacia un lado que a lo mejor a uno no es lo que más le complace y cree que entra en un estado de degradación, pero siempre hay un renacimiento. La historia, además, esta hecha así, hay momentos de guerras y momentos de renacimiento, pienso que este es un momento, desde el punto de vista artístico, de un interés muy relativo, porque hay un problema que es el gran enemigo del arte y de muchas otras cosas que es la novedad impulsiva. Es decir, hace 100 años, no digamos hace 300, el cambio de moda era lento. Tu podías estar toda tu vida casi con la misma moda. En este momento puedes estar fuera de la moda en 15 días , es decir hay un juego constante a la novedad compulsiva. Esto es horroroso, porque esto rompe cualquier posibilidad de asentamiento y de ir creando un sedimento en todos los oficios , los artísticos no digamos. Lo que cuenta, es la sorpresa epidérmica del momento. Llega un momento que para sorprender tienes que quemar el teatro.
Eso es tremendo, nos frivoliza todo, nos crea una enorme angustia a los que estamos en el mundo del arte, la sensación que tienes de luchar contra esto, en realidad, esto sabes que pasará un calvario porque tu obra dejará de interesar y tienes que pensar que el publico luego volverá y volverá a interesar.
A colación de las habituales polémicas sobre el lenguaje sexista, ¿la lengua ser un elemento transformador del mundo, o el mundo y sus cambios y modas deben modificar la lengua?
¿Qué la lengua debe de cambiar el mundo? No, la lengua es una expresión muy genuina del individuo la cual como he dicho antes tiene una enorme funcionalidad y de hecho yo he vivido una experiencia interesante durante mucho tiempo, que es la experiencia de Cataluña, donde se ha pretendido en ciertos momentos forzar la lengua, hacer leyes, intentar que se deje de hablar una lengua para hablar la otra y hablarla de una determinada forma.
El fracaso es casi total, no lo es desde el punto de vista político pero sí que lo es desde el punto de vista lingüístico, no se ha hecho nada porque el fenómeno es más profundo, en Cataluña se hablaba el catalán durante la dictadura igual que ahora el catalán, pero se hablaba mejor incluso , porque han intentado forzarlo, la gente a hecho exactamente lo mismo, quiero decir que son procesos muy difíciles de manipular, muy complicados de manipular, pertenecen a un movimiento lento de la sociedad, en el cual, una lengua deja de tener funcionalidad, se va perdiendo y aparece otra que es la funcional, aquella que ha ganado las guerras de los que tiene más dinero , los catalanes para cabrearlos siempre dicen, España quiere hacer un genocidio con nuestra lengua, quieren cargarse nuestra lengua. Vosotros os cargasteis el latín, porque para poner el catalán tuvieron que cargarse el latín, de esa manera desapareció el latín, que era una lengua importantísima. Los elementos que configuran la sociedad, desde el punto de vista del poder , de la guerra, de la potencia bélica, del comercio, obligaron a eso.
¿Tiene sentido la crítica y sátira en una sociedad como la nuestra que vive resignada las desdichas e inmoralidades del paro, la corrupción etc?
Más que nunca.
¿Tiene sentido en una sociedad en la que fuera de los escenarios de teatro la gente no se mueve? me refiero a que se pretenda por parte de la cultura avivar la crítica y la sátira cuando la sociedad esta inmóvil. ¿Por que no se moviliza la sociedad?
Yo creo que la sociedad nunca se ha movido por el conjunto de millones de personas que configuran un país o el conjunto de una comunidad, sino que se mueve siempre por unas determinadas minorías. Me atrevo a decir que el teatro, como otras actividades, como otras cosas, absorbe una cierta elite de la sociedad. Digamos que es una diversidad de la vida que absorbe lo mejorcito de la sociedad, por tanto tiene una gran influencia sobre esta gente.
Pero yo soy en estas cosas muy radical siempre digo que aquella frase de “el pueblo unido jamás será vencido” me aterroriza, hay gente a la que le gusta, una barbaridad a mi me aterroriza una barbaridad, cuando la escucho pienso que ese es la hecatombe porque la vida se mueve porque hay unas personas más sensibles que otras, más astutas, más listas que otras, que han trabajado más con mas esfuerzo, con mas ética, con más de todo, son los que mueven los hilos de esta sociedad.
Yo creo que no está movida por los mafiosos, que también hacen sus operaciones, por eso existimos como especie, afortunadamente hay más bondadosos que canallas si fuera al revés, no existiríamos.
Usted se ha declarado constructor, más que creador ¿Cuál ha sido su papel en la construcción de la sociedad española actual, la democrática?
Bueno voy a poner aquí un pequeño reparo al lenguaje. A mi la palabra creador no me gusta, en relación a los artistas. Si miramos el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española vemos que crear es hacer algo a partir de la nada. Hay un decálogo en Els Joglars cuyo primer mandamiento dice “Dios es el único creador”. Un artista desvela más que crea de la nada. Por ejemplo, yo no creo de la nada, yo tengo detrás, conocidos, 2500 años de historia en mi oficio. Mi trabajo es una continuación de Esquilo, de Sofocles, a partir de los cuales hago mi propio teatro, inspirado en situaciones que son externas, que no me las invento yo. Yo las desvelo, aquí es muy importante el lenguaje, porque cuando un alumno de teatro dice “vamos a crear una cosa”, é cree que partimos de cero, a partir de la nada, me invento lo que sea sin pensar que existe toda una tradición del oficio. Desvelar es poner la luz o el foco sobre aquellas cosas que por lo que sea están ocultas, por lo que sea, la gente no se fija, porque la moda las ha olvidado, o porque simplemente nadie las ve. Ese es mi valor, mirar a mi alrededor y mirar ciertos comportamientos de los individuos los cuales trato de desvelar, los coloco sobre el escenario, los coloco frente al espectador.
¿Esa forma de desvelar y mirar ha permitido construir la España que tenemos hoy en día, tal como la concibe nuestra sociedad?
Bueno yo creo que la España que tenemos es la que nos merecemos. Yo creo que en la medida de lo posible han tenido una influencia sin duda alguna, pero claro, yo creo que la vida se hace de gente con una facilidad enorme para destruir y autodestruirse y gente con una capacidad enorme para construir y autoconstruirse y en esta lucha, a veces, parece que un bando sea más fuerte que el otro, yo creo que nosotros hemos construido una sociedad que más o menos nos hacía ilusión, lo que pasa es que las cosas tienden a la putrefacción, Un equipo triunfador, que florecía y estaba en su máxima expansión, siempre debe asistir a la imagen de como poco a poco se va degradando la relación humana, las posibilidades de hacer cosas más interesantes, la pereza entraba…. Necesitamos la entrada de sangre nueva, es el ciclo natural de la vida, es la naturaleza la que nos enseña eso
Su crítica al poder y a los poderes fácticos le han impuesto un coste personal. Visto desde la perspectiva del tiempo ¿su lucha personal y la lucha de la cultura han merecido la pena?
Si yo creo que si, en primer lugar porque me he divertido mucho. Me he divertido incluso en momentos en que otros se lo hubieran pasado mal, sobretodo porque yo creo que lo más importante es cuando a ti te da la sensación de que las cosas que tu haces se transmiten, aunque la respuesta pueda ser, a veces, violenta.
A mi no me gustó para nada ir a parar a la cárcel por una obra de teatro, es una cosa que no le gusta a nadie y además la cárcel de aquellos años, pues no era una cárcel tan higiénicamente sana como las cárceles actuales, no me divirtió para nada escaparme de la cárcel y además ir a parar al exilio, esto es lógico. Ahora bien, sin duda alguna significaba un cierto homenaje al teatro , el conseguir que por una obra de teatro te metan en la cárcel, te persigan. Que te quieran hacer desaparecer del mapa creado por un poder fáctico muy importante es formidable, si lo puedes contar mucho mejor. Incluso el placer de escaparte, escaparte de las manos que me tenían cogido, el placer de reír y verme por la televisión. Después, cuando me escape, cuando llegue al piso franco (tener en cuenta que no podía salir por las fronteras porque la policía cerró todas las salidas de Barcelona), pues ver en la televisión la noticia “Albert Boadella se ha escapado de la cárcel”, fue divertido. Yo me había hecho pasar por enfermo y me fugue. Una hora después veía junto a mi mujer, horrorizada, las imágenes que mostraban la parte del hospital clínico con los policías que me resguardaban, mientras alguien decia a la cámara, “pues no sé como lo habrá hecho”. Quiero decir que la vida también se hace de esas cosas de riesgo, pero del enorme placer, diríamos de haber valido la pena.
¿No tenía miedo?
Claro en ese momento si, había momentos que sí. Yo tuve miedo de un atentado, y después tenía razón porque hubo un ultra que escribió un libro donde relataban como habían pensado hacerme un atentado en Valencia. Me querían quitar del mundo de los vivos.
La verdad es que no viví mucho miedo, realmente lo que más miedo me da en la vida en relación a la muerte es la decadencia, es pensar en lo que representa entrar en la decadencia, tu físico te falla tu mente te falla y te empiezan a mirar con una sonrisa paternalista y tal, esto me da un miedo tremendo, casi preferiría que viniera alguien y ventilara el asunto con cierta rapidez.
Usted fue fundador en 2005 de Ciudadanos y hoy, como otros miembros del mundo de la cultura, apoya a UPyD. ¿Posicionarse políticamente resta credibilidad y capacidad moral de crítica al poder?
No, yo siempre he pensado que resta credibilidad a los partidos en todo caso, tienes que marcharte de un lado para entrar en el otro.
En primer lugar Ciutadans y UPyD tienen aspectos muy comunes, la diferencia que hay es que Ciutadans es un partido que se ha quedado relegado a Cataluña. Claro mi relación con Cataluña ha sido rota totalmente , pero rota, es que yo no actuó para nada en Cataluña, yo no asisto a ningún acto público prácticamente, no tengo relación con Cataluña y por lo tanto no tenía sentido mi participación en Ciutadans , y lo más cercano a Ciutadans era UPyD que salió en el fondo a partir de la experiencia de Ciutadans.
Son opciones políticas cuya base es un cierto anti nacionalismo, aunque no es la palabra exacta, una cierta idea de cohesión del estado español, es decir que eso no se rompa en trozos porque eso nos parece absurdo, porque pensamos que todos estaremos mucho mejor si estamos en común y esta es la idea de UPyD que es la misma que la de Ciutadans. En todo caso esa simpatía no ofrece cambios importantes en mi vida, en relación a que yo empecé en Cataluña en la época de dictadura, en la época de Franco una idea de reivindicación de la cultura catalana y que ahora pues varía. Pienso que en el fondo yo alimenté al monstruo. Ha sido como criar dinosaurios pequeños que te parecen muy simpáticos, pero que luego crecen, y asustan. Francamente me arrepiento. De haberlo sabido, francamente no lo hubiese hecho.
Hemos reflexionado estos días sobre su obra “La toma”, cuanto han cambiado las cosas desde entonces en el mundo de la justicia española y en el poder en general? ¿o no han cambiado nada, en esencia?
Si han cambiado, España es un país en el que ha habido cambios esenciales, incluso hay que pensar que en España hay generales de la Guardia Civil (Galindo) que han acabado en la cárcel), siendo incluso un héroe de la lucha antiterrorista.
Asi que es un país donde a veces la justicia se ha aplicado de una forma muy equilibrada, hay muchos países en los que no sucede esto, hay cosas intocables y ahora veremos dentro de unos días a Urdangarín si no es en la cárcel, por lo menos una fianza supermillonaria y sino a la cárcel y forma parte de la familia real, ósea que yo pienso que España tiene cosas muy positivas, hemos visto también jueces corruptos, hemos visto un tribunal constitucional vendido a los partidos, si hemos visto cosas de este tipo en España pero es un país que también tiene cosas formidables y que uno que ve otros países, ve tabús. Tampoco tenemos que tener una idea tan pesimista de España, porque los periódicos nos cuenten la corrupción que existe, que la justicia, que no funciona que es verdad, pero hay cosas enormemente positivas, en este país en 35 años ha pasado de la mediocridad, la sordidez que representaba un régimen dictatorial en fin, a un país donde la gente tiene un sentido de la libertad… hay poca ciudadanía eso sí, insisto, la conciencia de ciudadano, de este hombre que sabe cuáles son sus derecho y exige sus derechos y sobre todo cuáles son sus obligaciones para que funcione el entramado, eso si que es cierto que no se ha conseguido yo creo que la educación en España es una signatura pendiente eso si.
¿La educación o la instrucción?
La educación. Yo creo que sí, porque ha habido una tendencia a tratar de ir llenando determinados vacíos, cosas que se han ido llenando con urgencia en España, quieren hacer unos cuadros rápidos desde el punto de vista técnico , etcétera. Cosas que no existían y no se ha pensado en una idea de construcción global de los individuos desde el punto de vista del conocimiento, se liquidaron ya en las escuelas primarias asignaturas que pensaban que eran…, hombre no digo que haya que hacer latín, si hay que hacer latín, habrá que hacer latín, pero se fue digamos demasiado a lo inmediato sin pensar en la construcción de unas personalidades más amplias con unas miradas mucho más amplias, menos que tratar de construir especialistas.
¿Cree que queremos seguir el modelo americano, mucho más pragmático?
Si, es cierto, yo creo que la gran tradición de la cultura mediterránea se ha liquidado ha habido una influencia anglosajona muy importante, ha habido muchos aspectos positivos pero… Tu cuando coges tu hijo, coges y le envías a Inglaterra o Estados Unidos y lo dejas allí…, “te llevo a Italia”, “a Italia este país horroroso”, Italia es un país extraordinario, lleno de humanidad, es un país interesante, es una gran cultura. Pero claro que pensamos primero, en Estados Unidos, Inglaterra… tengo mis dudas.
Atacar al mismo tiempo a Pujol, a Franco o Carod, es un signo de anti dogmatismo, de provocación o de mala uva?
Forma parte de lo que decía antes de la mirada difícil de esperar… yo en el año 81 cuando empezó Pujol, a los 6 meses me parece que era, hice una obra operación “ubú” de la que después hice tres musicales, en aquel momento Pujol era un dios en Cataluña, nadie se atrevía a decirle nada, yo había conocido a Pujol, poco pero le había conocido, pero me olí por donde iban los tiros por tanto hice una obra enormemente satírica y cruel sobre su persona y sus ideas, muy divertida, la gente se rio a mandíbula batiente y él se puso como un basilisco, me costó, en principio diríamos el mal entendimiento con mi propia tribu, pero eso forma parte de mi oficio, es tratar de anticipar ciertas cosas, tratar de desvelar ciertas cosas que tu piensas que pueden ser verdad.
¿Ósea que usted tiene un sentido de la vida como de bendición, como que tiene un sentido en la vida o no?
Es una intuición de ciertas cosas, me baso mas físicamente en la nariz que en la cabeza, pues tengo una nariz grande y la aprovecho, hay cosas que en gestos en palabras en situaciones se crean una imagen que forma parte también de la experiencia de los años o de una cierta facilidad en verlas venir.
Da la sensación de que usted quisiera abogar una responsabilidad hacia el mundo, hacia la sociedad, que otros no quieren meterse en líos…
Es un problema o una situación que forma parte de una historia casi personal y como decía antes mi idea del oficio era el lucimiento, la exhibición y firmar autógrafos al salir de los camerinos, este era mi sueño , por eso empecé a este oficio, me parecía fantástico que te aplaudan y luego a firmar autógrafos, y un buen día haciendo una cosa que pensaba que había que hacer, la historia de unas ejecuciones en la obra “La torna” que habían existido en el año 74, de la historia de uno de los ejecutados, fue un enfrentamiento, la cárcel, escaparme tal, después me encontré con que los espectadores esperaban de mi que yo siguiera en aquella línea, y es esa presión o esa necesidad que te transmiten los demás la que me hizo cambiar el chip, ósea no puedo… hombre he podido decir me decido a hacer comedietas fáciles que dan más dinero y son más divertidas, pero es imposible , notas enseguida que la gente espera de ti unas cosas y no hay forma de hacer lo contrario estas cogido por el propio público.
Y me he divertido mucho y también he divertido a la gente
¿Cuáles son hoy los sueños de Albert Boadella?
Pues el primer sueño es que mientras viva me funciones esto (se señala a la cabeza), cuando llegas a una edad notas que hay una cuenta atrás hombre ahora se vive un poco más que hace 200 años, pero en fin el caso es que cuando empieza esta posibilidad de la cuenta atrás física, lo notas enseguida, ya no hago las cabriolas que hacía hace 20 años ni siquiera las que hacia hace 10 años , pero bueno el físico es lo de menos… pero cuando piensas en la posibilidad de que psíquicamente las cosas vayan a peor pues el sueño es que no me de cuanta y desaparezca todo un buen día, mi sueño es no entrar en decadencia, ya sé que es un sueño imposible, a menos de no salir con el coche y lanzarte contra el primero que pasa, pero en principio este es realmente mi sueño más concreto y mas intimo. Ahora, sueños artísticos también tengo.
Fran Sánchez, Gloria Balbás
Estudiantes de bachillerato, Colegio La Paz, Torrelavega (Cantabria)
Coordinación CIESE Pilar González
Imagen eolapaz
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