ENTREVISTA - José Francisco Sánchez, Miguel Ángel Vargas, Soraya Cuesta, Álvaro Saenz
“Espero no
romperos las esperanzas”. Candido Méndez (ingeniero técnico metalúrgico,
Badajoz 1952), el secretario general de UGT, no se refiere a nuestra
entrevista, sus deseos van más allá. Acaba de llegar a Santander, para un
encuentro con representantes sindicales y medios de comunicación en el
Paraninfo de la
Universidad. Subimos lentamente la escalera que accede a la
tribuna superior, en la que conversaremos. Transmite una intensa convicción en
lo que dice, pero se muestra cansado, casi agotado en una lucha que, de
momento, no ofrece luces y sí muchas incógnitas. Preocupado por encontrarse, a
cada paso, con una sociedad que empieza a dar síntomas de desmoralización,
entre un paro y una desesperanza que crece a cada instante, en cada telediario.
Quedan 45 minutos para que llegue desde Pamplona Ignacio Fernández Toxo. Y ese
es nuestro tiempo.
Connivencia con el poder, irregularidades en
las políticas de formación, gastos descontrolados. De todas las críticas a los
sindicatos, ¿Que es lo que más le ha dolido o ha considerado más injusto?.
Llevamos
125 años siendo criticados. Si la prensa de la derecha nos ponía finos a
principios del siglo pasado, ahora, con más medios tecnológicos, el ataque es
más implacable, pero en los insultos no han innovado. La crítica de ciertos
sectores es previsible. Los sindicatos somos un pilar democrático del estado,
amparado por la constitución. Nos debemos a toda la sociedad, pero debemos
escuchar sobre todo al pueblo trabajador, que es al que representamos. Desde
ese punto de vista la realidad es que la
UGT ha estado incrementando la afiliación hasta la finalización
del primer semestre del año pasado. Si ahora estamos en una “meseta” en ese
proceso es porque la crisis esta tocando el hueso de la sociedad trabajadora
con empleo. Es importante distinguir las voces de los ecos.
Ha habido
una crítica benevolente sobre la energía con que hemos afrontado el inicio de
la crisis, sobre nuestra relación con el poder y sobre un supuesto despilfarro.
Hemos dialogado con todos hasta la extenuación, presionando a favor de los
intereses de los trabajadores, siendo responsables en las medidas de fuerza. Si
nos analizamos creo que resistimos la comparación respecto a la adaptación de
una organización como la nuestra con cualquier institución democrática, todas
por cierto, hoy en día, en cuestión. Por poner un ejemplo, hemos hecho un
esfuerzo interno de racionalización permanente. Las asociaciones patronales,
según declaraciones propias de la patronal, son a nivel nacional más de 5000,
lo que implica una dispersión organizativa y de costes tremenda. UGT está
estructurada en comunidades autónomas y está formada por siete secciones, con
el esfuerzo de simplificación de recursos que eso implica. Esfuerzo que los
trabajadores conocen y apoyan, cuando nos apoyan con sus votos, porque a
nosotros, por decirlo de manera burda o nos votan o nos botan.
De todas
maneras, la cosa es mucho más simple. Desde los tiempos de Aznar se ha
trabajado por construir un medioambiente en España limpio de sindicatos, por
defender que somos una pieza obsoleta del sistema. ¿Por que?, porque estorbamos
en la construcción de una sociedad distinta a la marcada por la constitución.
Y el
ejemplo lo veis en el RDL 3/2012, contra el que estamos luchando. El último
paso, en la construcción de un modelo opuesto a la democracia social que
amparaba la constitución, que creaba un mercado equilibrado entre el derecho a
la libre empresa y la defensa por el estado de los derechos sociales. Ese
modelo rechaza que la empresa fuera un ámbito exclusivo del empresario, y para
ello, los sindicatos éramos un contrapeso. Ahora, el poder pretende saltarse a
la torera esos principios, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, y los
compromisos internacionales de España, tales como los Convenios con la OIT sobre derechos sindicales
o la Carta de
Derechos Fundamentales europea. Y para dar ese paso, sobramos y la crítica va
dirigida a quitarnos de en medio. como a los Convenios de la OIT sobre libertad sindical,
fomento de negociación colectiva y terminación de la relación de trabajo.
Siendo
autocríticos, ¿Que errores han cometido en los últimos años los sindicatos que
les puedan convertir en corresponsables de los efectos de la actual crisis
económica?
Siempre se
tiene la sensación de poder hacer más. Pero las organizaciones sindicales
podemos poner encima de la mesa cosas que hemos hecho, la pregunta es ¿Que han
hecho los demás por resolver la crisis?. Hemos propuesto alternativas, por
ejemplo en febrero de 2010 pasamos un acuerdo de contención salarial para
mantener el empleo y quisimos seguir negociando, pero una parte de la patronal
impuso su criterio. Pensábamos que había que acelerar el cambio políticamente,
pero el Gobierno sucumbió a los envites. El mundo financiero impuso una reforma
laboral que nos obligó a convocar una huelga general, tras agotar las vias de
dialogo. Después firmamos un acuerdo, sin precedentes en este país, sobre
pensiones para protegerlas y conservar la sanidad española de aquí a 2027. Hemos
negociado y negociado, pero hemos topado con la parte más dura de la patronal
que ha bloqueado todo. Me gustaría que alguien me explicara qué ha hecho para
combatir la crisis económica el partido del gobierno actual, qué hizo durante
la crisis económica, qué hicieron en sus ámbitos de poder. Hemos trabajado por
preservar unos valores y unos derechos, pero nosotros no somos los responsables
directos de la creación de empleo.
¿Cuál es el
punto fundamental de divergencia entre Sindicatos y Gobierno en la Reforma Laboral ?
Esta
reforma laboral es como una máquina y como cualquier máquina tiene una serie de
engranajes que no se pueden interpretar aisladamente. La marcha de esta maquina
es hacia atrás, lo que provoca consecuencias sociales y políticas tremendas. Esta
reforma supone una alteración en el modelo de convivencia en el ámbito de las
empresas.
El problema
no solo es de forma, se ha legislado vía decreto, es muy de fondo. Se ha
introducido un cambio constitucional. Primero porque se ha roto el equilibrio
entre poder empresarial y derechos sociales y segundo porque se acaba con el
dialogo social al destruir la negociación colectiva. No podemos admitir que se
mercantilice el trabajo, que la ley derive desde el trabajador y sus
condiciones al mero concepto de empleabilidad, que el equilibrio entre
producción y empleo se rompa, que imponga un sistema de excepción laboral
entregando amplios poderes al empresario, sin control ni administrativo ni
judicial. No podemos admitir que la negociación colectiva ya no sea un medio
para limitar la arbitrariedad de la aplicación de los derechos contractuales. No
podemos admitir que los ajustes de costes se carguen solo sobre el factor
trabajo. No podemos admitir ni siquiera un preámbulo que pretende eliminar los
salarios de tramitación y reducir las indemnizaciones, aveces disuasorias de
abusos en el despido. No podemos permitir que el pretendido apoyo a los
emprendedores deje a los jóvenes a merced del empresario durante un año y
permita estar en formación hasta los 32 años.
Siendo
concretos, y en las actuales circunstancias de paro y disponibilidad
financiera, ¿qué mercado de trabajo propone UGT?
Consideramos
que la regulación del contrato de trabajo debe basarse en el contrato estable y
con derechos. Los contratos temporales que siempre han existido en nuestro país
y son necesarios en determinadas actividades productivas deben regirse por el
principio de causalidad, es decir, que las actividades habituales de las
empresas deben cubrirse con contratos por tiempo indefinido mientras que para
las actividades que no reúnen esa característica pueden utilizarse algunas de
las figuras de contratación temporal. En los contratos a tiempo parcial debe
primar el principio de voluntariedad.
En suma,
UGT propicia un mercado de trabajo que concilie adecuadamente los derechos del
trabajador con las necesidades del empresario.
La huelga general del día 29, y las
movilizaciones de estas semanas ¿va a cambiar una coma de la reforma laboral?
La reciente
reforma laboral es una agresión sin precedentes contra los trabajadores y
afecta gravemente al marco jurídico de la negociación colectiva que fue
establecido hace tres décadas con pleno acuerdo de patronal y sindicatos y
demostró su eficacia durante todo ese tiempo. Evidentemente, se está utilizando
la crisis como coartada para producir la mayor regresión social de la
democracia. La crisis fue provocada por la especulación desmedida y la
voracidad de sectores financieros e inmobiliarios, no por la legislación
laboral, que ninguna responsabilidad tuvo en ella. La huelga general del 29 de
marzo pasado fue un gran éxito y las masivas movilizaciones superaron, incluso,
las predicciones de los sindicatos. El gobierno hace mal en no atender la
demanda que surge de esa huelga. En lugar de mantener contra viento y marea una
reforma que va a producir más paro y más precariedad, debería facilitar una
negociación con los interlocutores sociales (patronales y sindicatos) en el
trámite parlamentario.
¿Cree que la próxima ley de transparencia y
buen gobierno que ha presentado el gobierno debe afectar a los sindicatos, en
cuanto instituciones representativas? ¿En qué?
Esa ley
está dirigida a las administraciones públicas y no se aplica a los sindicatos. Las
cuentas de estos últimos son auditadas por el Tribunal de Cuentas en relación
con las asignaciones o subvenciones que reciben de fondos públicos para
programas específicos.
¿Cuál ha
sido y cuál debe ser el papel de los sindicatos en la defensa de los parados y
de los trabajadores autónomos?
El enorme
número de parados constituye la principal preocupación y ocupa un lugar
prioritario en la agenda de UGT, como ocurre con todo el movimiento sindical. En
esta materia no hay atajos ni fórmulas mágicas. Para crear empleos es
imprescindible que la economía salga del estancamiento e inicie una senda de
crecimiento sostenible. Con su política de recortes brutales de inversiones y
prestaciones sociales, el gobierno del Partido Popular está haciendo lo contrario
de lo que España necesita. El Sr. Rajoy carece de una estrategia de crecimiento
económico, de hecho, ni siguiera menciona esta cuestión en sus esporádicas
intervenciones.
Los
trabajadores autónomos están integrados en el sindicato a través de la Unión de Profesionales y
Trabajadores Autónomos (UPTA), que defiende sus derechos y canaliza sus
reivindicaciones. Debo señalar que en la legislatura anterior se aprobó la ley
reguladora del trabajo autónomo y (Ley 20/2007, de 11 de julio) hubo mejoras en
sus prestaciones sociales. Los sindicatos defendieron y reclamaron estas
cuestiones durante largo tiempo.
¿Qué modelo
de políticas activas de empleo defiende UGT en las circunstancias actuales?
Los
objetivos de una política adecuada están reflejados adecuadamente en la Ley 56/2003 Informar y
orientar hacia la búsqueda activa de empleo; Desarrollar programas de formación
profesional ocupacional y continua y cualificar para el trabajo; Facilitar la
práctica profesional; Crear y fomentar el empleo, especialmente el estable y de
calidad; Fomentar el autoempleo, la economía social y el desarrollo de las
pequeñas y medianas empresas; Promover la creación de actividad que genere
empleo; Facilitar la movilidad geográfica; Promover políticas destinadas a inserción
laboral de personas en situación o riesgo de exclusión social.
¿Con quién
es más difícil negociar, con la patronal o con el gobierno? ¿Por que?
La
dificultad o no de la negociación depende de la voluntad de los interlocutores
y de los temas que se planteen. Con ambos, a lo largo de tres décadas, hemos
tenido numerosos casos de acuerdos pero también ha habido períodos de
desacuerdo. En la situación actual, la falta de voluntad negociadora de CEOE y
CEPYME deriva de los constantes anuncios que hace el gobierno de introducir
cambios unilateralmente utilizando.
¿Por qué
debemos los jóvenes creer y colaborar en los sindicatos?
Porque son
las únicas organizaciones con capacidad y organización para defender los
derechos de los trabajadores. Es bien conocido y está registrado en la
experiencia histórica que la debilidad de los trabajadores cuando actúan
aisladamente y carecen de organizaciones fuertes conduce al estancamiento y a
la regresión social. El Estado del Bienestar, las leyes laborales y las mejores
condiciones de vida que han logrado los trabajadores en el siglo XX, fueron
posibles porque contaron con sindicatos poderosos y organizados.
Tanto ir
juntos, se han roto las fronteras ideológicas entre CC.OO. y UGT?, ¿Caminamos
hacia una España monosindical?
Los
sistemas de sindicatos únicos sólo existen en las dictaduras. La pluralidad
sindical siempre existirá en España y no hay proyecto alguno de fusión entre
UGT y CCOO, cuyas buenas relaciones y la unidad de acción que mantienen son un
activo fundamental para el movimiento obrero. Debo recordar, en cualquier caso,
que además de estas dos organizaciones existen otras muchas.
¿Tiene
algún papel UGT en la recomposición y la recuperación del poder por el PSOE?
El PSOE es
un partido histórico y tiene una larga experiencia. Sabe lo que tiene que hacer
y no necesita factores ni entidades externas para establecer su estrategia política.
¿Cuáles son
los sueños del ciudadano Cándido Méndez?
Que España
vuelva a crecer y a crear empleos. Todo depende de eso.
¿Qué
mensaje le transmitiría a los jóvenes?
Que no se
resignen. Esta no es una reforma laboral destinada exclusivamente para los
trabajadores que tienen un empleo. No, es un cambio para toda la vida. Hay
quien piensa que la reforma laboral es un sacrificio ineludible y necesario
para salir de la crisis, que hay que aceptar, pero que cuando vuelva el
crecimiento económico recuperaremos lo sacrificado. No, estamos sentando las
bases del futuro, y no son buenas.
Está entrevista fue realizada en Santander, días antes de la primera huelga general contra el gobierno de Rajoy, y se publicó en el número 467 de eolapaz.com
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