Pablo Arce,
Alvaro Serrano, Aintze Zaratagabaster Weyden
La tercera
mirada hacia la paz del País Vasco nos llega hoy desde los ojos de
Eduardo" Teo" Uriarte, un sevillano de 61 años, vasco de adopción,
desde que su familia se asentase en Vitoria en 1953. La vida de Teo,
apasionante como pocas, dio un giro que determinaría su vida, cuando en 1964
ingreso en la ETA
primigenia, la de los estudiantes, los idealistas y los seminaristas. El
asesinato por ETA del comisario Melitón Manzanas en 1968, le conduciría a un
carrusel de cárceles y torturas que tendría su aparente final en una condena a
muerte en el llamado Proceso de Burgos, tras el cual fue amnistiado. Errante
por cárceles como las de Córdoba y Cáceres y Córdoba, conocería en ese periplo
a su amigo Mario Onaindia.
Liberado
por la naciente democracia, permanecería un tiempo en Bruselas, se doctoraría
en periodismo, presenciaría la escisión de ETA y la entrada en una senda de paz
del sector político-militar de la banda. Tras ello nació el luchador que hoy
conocemos, el que fundo Euskadiko Ezkerra, el que intentó llevar al mundo
abertzale a la via del dialogo y la democracia, el que seguiría luchando por
sus ideas y por su pueblo desde el cargo de teniente de alcalde de Bilbao, el
que avergonzado por algunas de las cosas de aquellos años 70, lucha hoy por la
paz y la convivencia, por las victimas y por los ciudadanos, desde su posición
de gerente de la Fundación
para la Libertad.
Comparte con los demás miembros de la Fundación , como Nicolás
Redondo Terreros y Edurne Uriarte, el repudio a la sacralización de la
violencia, y el amor por la libertad, desde su posición de militante de
izquierdas. Nuestros compañeros Álvaro Serrano y Pablo Arce han mantenido
varias conversaciones con él, entre el 19 y el 27 de abril, en los dias
posteriores a la declaración de tregua. Este es el resultado del magnífico
trabajo de estos dos excelentes periodistas.
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¿El fin de
los atentados y la ausencia de victimas mortales, significa que en el País
Vasco, en este momento no hay violencia ni extorsiones, que hay libertad?
Sigue
habiendo actos de extorsión de intimidación y sigue existiendo miedo. Cuando la
violencia política penetra en una sociedad la perturba profundamente incluso de
una manera inconsciente para los que la padecen (René Girard, “La Violence et le Sacré”) .
El simple anuncio de tregua no altera las condiciones fundamentales objetivas,
pero si las subjetivas al crear expectativas.
¿Qué
presenta este momento histórico que permita pensar que estamos ante el paso
definitivo hacia la paz, y en treguas anteriores no?
Ninguno. Es
más en mi opinión, que conocí el proceso negociador cara a la amnistía de 1977
y el proceso de liquidación de ETA pm, de la lectura y declaraciones de los
portavoces de la violencia y sus aledaños deduzco que no están maduras las
condiciones. No se observa el derrotismo, como en caso de ETA pm, o la
supeditación de ETA ante la democracia como lo hubo en el 77. Lo que si hay es
una enorme publicidad de la negociación desde las instancias gubernamentales.
Lo que hasta el momento, y en otros casos ha sido contraproducente.
Lo que hay
que tener en cuenta en estos casos es que el señuelo de la paz, la posibilidad
de acabar con el terrorismo, se convierten en unos señuelos propagandísticos de
enorme trascendencia electoral. Ante esta manipulación se debiera tener
precaución.
¿Qué
demanda su colectivo de cara a las negociaciones políticas que se avecinan?
Que quede
claro que el proceso se inicia ante la conciencia de derrota, o al menos de
incapacidad por parte de ETA, no ante un proceso de negociación política. Y
recordar al Gobierno que en todo contacto o negociación con un grupo terrorista
se legitima al terrorismo. Otra cuestión es si la posibilidad de acabar con
este problema permite esos niveles de legitimación.
¿Quiénes
pueden ser los mejores mediadores para el proceso que se inicia?.
A más
mediadores más riesgos de que cada cual vaya a la búsqueda de algún tipo de
capitalización de la paz. La tregua del 98 demostró que la presencia de muchos
mediadores entorpecían la negociación. La mínima y necesaria: ETA y el
Gobierno.
¿Qué es en
opinión de su colectivo, lo mínimo que se debe conseguir para consolidar la
paz?
Que al
final del proceso se observe la superioridad política y moral de la democracia
frente al terror. Que en cierta manera si haya vencedores, la democracia, y
vencidos, los terroristas, referentes necesarios para que los terroristas
puedan reinsertarse en la sociedad democrática, no como pasa en Azkpoitia, que
Pilar Elias, víctima del terrorismo, tendría que hacerlo en la de los
victimarios.
¿Es
políticamente admisible para ustedes un País Vasco sin Navarra e Iparralde?
De hecho así
ha sido siempre, y hasta la fecha bien hemos vivido.
¿Y si ellos
no quieren integrarse, que pasara?
Es que esos
territorios no quieren. Y los terroristas tampoco quieren integrarse en la
sociedad, tiempo han tenido de sobra. Lo que quieren es vencer. Respecto a esos
territorios, lo mínimo que hay que hacer es respetar su voluntad y no forzarla.
Muchos
vascos, de distintas ideologías viven fuera de su país por motivos políticos.
¿Deben volver los presos, y además amnistiados?.¿Podrán regresar los no
nacionalistas y vivir en su tierra en libertad?
Si el
proceso de negociación prosigue volverán los presos y exiliados de ETA, lo que
es bastante difícil es que vuelvan los que se han tenido que marchar a causa
del terrorismo.
¿Esta en
marcha un proceso similar de dialogo en Francia?.
No. Por
dios!, aquello es una republica, tras la revolución por excelencia. Estas
cuestiones que nos embargan a los españoles las consideran producto de una
revolución sin terminar, las consideran producto de una reacción conservadora
frente al igualitarismo y libertad republicanos.
¿Estamos
ante un conflicto más cultural que político?
No,
rotundamente no. También el carlismo en siglo XIX hizo arma política de la
cultura y el idioma. Es una excusa de naturaleza ideológica, de enorme
importancia política, que hace suya una determinada clase o sector de clase en
la defensa de sus intereses.
Conseguidos
sus fines por los grupos nacionalistas, ¿Qué pasara en Euskadi con los no
nacionalistas?.
Al exilio
el que pueda. Pero si eso se ha conseguido con el beneplácito del Gobierno
español el exilio sería fuera de España.
En su opinión
¿quien debe dirigir por parte vasca el proceso negociador, el lehendakari, un
parlamento elegido para tal ocasión, una mesa paritaria de partidos o el
gobierno central español?.
Está dicho,
el Gobierno español.
¿Hasta
donde esta dispuesto su colectivo a ceder para conseguir la paz?
En nada.
Sería el principio del fin de la democracia. Pero entiéndase que no sería
ninguna cesión aquellas medidas de carácter humanitario dirigido a los presos
que reconoce nuestro ordenamiento legal. Uno de los más avanzados en el mundo.
Se ha dado
un gran paso político para la paz, pero ¿existen las condiciones sociales que
permitan pensar que los odios y el rencor acumulado en algunos sectores
sociales no serán un obstáculo insalvable a medio plazo?.
De momento
no se ha dado ningún paso político para la paz., sino meras escaramuzas propagandísticas
para mayor gloria del Gobierno y su interlocutor, ETA.
¿Qué
similitudes cree que existen con el proceso de paz norirlandés?.
Prácticamente
ninguno. Allí dos comunidades políticas se mataban y el Gobierno británico, con
un cierto sesgo, intentaba arbitrar. Es un enfrentamiento civil porque aún no
ha acabado. En Euskadi unos terroristas perteneciente a la única comunidad, la
nacionalista, agreden a los no nacionalistas, que no son ninguna comunidad, que
se oponen a sus intereses.
¿Qué
ocurrirá si, Dios no quiera, incidentes como el reciente de Navarra, dan al
traste con el proceso?.
Que habrá
que seguir pensando en algo inexcusable ante el terrorismo: Derrotarlo.
Imágenes Edmundo.es
y minutodigital.es
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