La recóndita ética de la verdad

Como dijo el escritor francés Jules Renard: “De vez en cuando di la verdad para que te crean cuando mientes”

Esta cita del siglo XIX es perfectamente aplicable a la situación económica que sobrepasa actualmente nuestra sociedad. Día a día vemos en la televisión a nuestros políticos dando falsas esperanzas y promesas que no serán cumplidas, con el único propósito de continuar calentando el sillón en el que se recuestan a diario.

Con el anhelo de una sociedad que busca el cambio y el regeneracionismo de una España propia del siglo XIX, intentamos crecer, evolucionar en un sistema que fomenta y potencia el automatismo, cohíbe la creatividad, el sentido de la justicia y el deber. Esta falta de principios éticos y morales son a menudo el reflejo de un sistema pobre, mermado por unos ideales que al parecer no progresan con lo años. Observamos grandes cambios evolutivos en diversos ámbitos, como poco a poco nos rodeamos de un mundo dominado por las nuevas tecnologías, la globalización y donde la mentalidad individualista impera en nuestras vidas.

Sin embargo, ciertos problemas de base no evolucionan con el paso de los años, atacan nuestra conciencia y nuestra forma de ver la vida. Vivimos en un mundo basado en la mentira,  donde se nos dice lo que queremos oír, nuestros políticos son claro ejemplo de demagogia. Cuando somos conscientes de la realidad y no de la imagen que proyectan de ella caemos en la cuenta del engaño. Un engaño que se plasma en promesas políticas. Hace pocos meses, coincidimos en Torrelavega con Ana Pastor, ministra de fomento, quien nos reconoció haber destinado una cuantiosa cifra de dinero para mejorar las infraestructuras, sobre todo ferroviarias, de la región: "En esta legislatura hemos invertido 1400 millones de euros en Cantabria, un cantidad bastante importante en los tiempos de crisis que estamos viviendo". En la otra cara de la moneda el presidente de la comunidad, Miguel Ángel Revilla, niega estas afirmaciones, alegando que en nuestra comunidad apenas se han invertido escasos millones.

¿Qué podemos esperar de una sociedad en la que nuestros máximos representantes tanto a nivel regional como nacional se contradicen entre ellos? ¿En quién confiamos si el garante de nuestro bienestar nos traiciona con falacias en lugar de hechos?

Ruben Ceballos, Miguel Pascual, Nacho Uriarte, Izan Crespo, David Iglesias

Imagen Ana Pastor durante un acto preelectoral en Torrelavega. / DAVID IGLESIAS (ENREDADOS)