Es
probable, y bajo mi humilde y forjada opinión de futbolista, que cada semana,
el escenario publico donde se junte mayor concentración de ignorancia, malos
modos y una competitividad, tan extrema como absurda, sean los recintos
deportivos, y en este caso, los campos de fútbol.
Estamos
todos hartos de oír en los medios de comunicación incidentes como el
lanzamiento de botellas a entrenadores, peleas entre hinchadas, agresiones a
árbitros, agresiones entre jugadores,...vamos una autentica guerrilla
denominada deporte de masas. Y estos ejemplos, por desgracia, su frecuencia se
convierte en prácticamente semanal, lo cual deja un panorama desolador.
Pero yo
estoy seguro, con lo que observo y pruebo en mis carnes todos los fines de
semana, que estos problemas surgen en el fútbol base, y poco a poco se hacen
mas grandes hasta convertirse en gigantescas bolas de violencia en el fútbol
mas "profesionalizado" del mundo. ¿Y por que opino esto del fútbol
base?. Os invito a pasaros por cualquiera de las numerosas instalaciones
deportivas de nuestra región los fines de semana. Veréis llegar un chico de 10
años mas o menos, ese día juegan un partido importante porque se juegan el
descenso de categoría, (pero el con diez años se pregunta: ¿Que es descender?),
su entrenador les ha estado motivando toda la semana con el partido, parece una
misión personal para el mister (el chico piensa que gane o pierda va a tratar
de pasárselo lo mejor que pueda). Llega el comienzo del partido, el niño se
siente orgulloso de poder llevar la camiseta del equipo de su pueblo, (toda la
vida ha estado viendo a los chicos mayores, y ahora es él, el que tiene la
oportunidad de defender lo mejor posible a su pueblo). Todos estos alicientes
van a convertir a este día en uno de los mas felices de su vida; llega el
momento de tocar su primer balón, tiene una emoción terrible, da el pase, y se
va fuera; de repente, como resortes, se oyen dos voces: La primera es la del
entrenador que le dice, le grita vamos, que se concentre, la segunda es de su
padre, si, su padre el que le llevo al equipo, le compro las botas, le lleva a
todos los entrenamientos en coche; su frase es corta pero muy explicita:
"Joder, ¿a que has venido a jugar o a pasearte?"; a partir de aquí
este niño no va a volver a disfrutar mas del partido, va a intentar hacer todo
lo posible para agradar a su padre, pero haciendo esto no se agrada a él, ya no
es feliz haciendo lo que mas le gusta.
Esto es un
simple ejemplo, el niño no tiene ni nombre ni cara, el padre es un personaje
inventando; pero por desgracia lo único no inventado es la situación, ya que
momentos así se repiten en todos los partidos, de mas chicos, mas mayores,...
Otro de los
puntos oscuros del fútbol base, es la aparición de equipos muy fuertes desde
tiernas edades; yo creo que equipos como el Racing, Madrid,... no necesitan
tener equipos base con 10 años. Que necesidad hay de que se enfrente el Racing
contra cualquier equipo, y el resultado sea de 20-1, o 10-2,...que necesidad
existe de que unos chicos se vayan a casa con una derrota tan humillante,
quizás esos chicos el próximo partido contra el equipo fuerte que sea,
prefieran no jugar. Y por su bien, que no tengan como padre al del ejemplo de
antes. En definitiva, todo esto son ejemplos, de la absurda competitividad que
se le quiere dar al fútbol desde pequeños, casi a enanas edades. El que siembra
vientos recoge tempestades dice el refrán, por lo tanto no sembremos vientos de
competitividad y violencia en los campos de fútbol, y no tendremos que recoger
tempestades el día de mañana en cualquier enfrentamiento entre hinchadas. Los
niños son niños en todos los sentidos, y los niños no tienen preocupaciones
solo hobbies, dejemos que el fútbol siga siendo su hobbie y no su preocupación.
Alex
Goicoechea
Imagen rafaelcorreafarc.blogspot.com
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