Tras la
caída del Antiguo Régimen, Francia estaba sumida en un clima de terror
instaurado por Robespierre a su llegada al poder, un montañés, (una de las tres
facciones que se disputaban el poder, junto a los girondinos y jacobinos), que
decretaría dos grandes reformas: la ley de sospechosos (por la cual el estado
podía condenar y ejecutar a alguien sin necesidad de pruebas), y un máximum
general, (el Estado limitaba el precio máximo de los productos).
Ante el
clima de terror reinante, el partido más moderado de los tres, los Girondinos,
acceden al poder mediante un Golpe de Estado el 27 de julio de 1794, asesinando
a Robespierre e implantando un régimen liberal, donde el poder ejecutivo recaía
en un Directorio. El miedo de los revolucionarios a una posible rebelión de las
masas o invasión de Potencias extranjeras regidas por monarquías absolutistas,
hizo que colocasen en el poder a un hombre que fuese capaz de hacer frente a
estos problemas, por ello escogieron a Napoleón Bonaparte, un general francés
que había destacado en varias campañas militares.
La política
de Napoleón tenía dos direcciones: Por un lado crear una alianza con Rusia y
por otro aislar al Reino Unido mediante un bloqueo continental, pero en 1812 las relaciones
entre Napoleón y el Zar Alejandro I, quedaron rotas, comenzando Francia el 23 de junio, la invasión de Rusia. El principal motivo de la ruptura de
hostilidades fue el hecho de que Rusia estableciese relaciones comerciales con
el Reino Unido. La campaña resultó fatal
para las tropas francesas, comenzando sin grandes tropiezos, aplicando los
rusos la táctica de “Tierra Quemada”, (no dejar nada que las tropas enemigas
que avanzan puedan utilizar), siendo el primer enfrentamiento serio la Batalla de Borodinó, el 7
de septiembre, con victoria francesa, pero tras la toma de Moscú, ciudad inútil
tácticamente ya que los rusos la habían incendiado y saqueado, comienza una
desastrosa retirada que llevó a la
Grand Armee a la derrota. Las tropas consiguieron
reagruparse pero ya había comenzado la caída de Napoleón, ya que los países
rivales formaron una Sexta Coalición para derrotar a dichas tropas, y lo
consiguieron en la batalla de Leipzig a finales de 1813. Los aliados
consiguieron llegar a Paris, y el emperador no tuvo más remedio que abdicar,
haciéndolo el 6 de abril de 1814 y fue exiliado a la isla de Elba.
Napoleón
permaneció en su exilio desde 1814 hasta 1815 durante un periodo de once meses,
observando la situación en la que se hallaba sumida Francia desde su
abdicación. La reducción del antiguo Gran Imperio a sólo el territorio de la
vieja Francia provocó un estado de malestar además de sumarle el trato que
recibían los veteranos de la revolución por parte de los Borbones, que era la
familia que gobernaba Francia en aquel momento. Napoleón empezó a trabajar en
una nueva actividad, ya que se iniciaba el regreso de los prisioneros franceses
desde sus países rivales (Rusia, Alemania, Gran Bretaña y España), y pensó que
estos podrían proporcionarle un ejército mayor que del que disponía en 1814.
El 26 de
febrero de 1815, consigue fugarse de la isla de
Elba junto con sus 600 hombres. El viejo emperador fue bien recibido en
Francia, además consiguió que su pequeña tropa se convirtiera en un ejército
capaz de permitirle entrar en la capital de donde Luís XVIII había huido
apresuradamente. En este momento
comienza lo que históricamente se conoce como “Imperio de los 100 Días”,
comprendido entre el 2 de marzo y el 22 de junio de 1815.
Napoleón
tenía claro que el entusiasmo que
suscitó en las provincias y en París, no
mitigaría el ansia de reforma y el descrédito sufrido por la monarquía y su corrupto séquito, circunstancias que le
habían conducido a retomar el poder pacíficamente. Sabía que la nueva
Francia no soportaría el despotismo, habiendo
prometido constituir un gobierno constitucional, teniendo en cuenta que nada de
esto sería posible si no convencía a las Potencias europeas de que Francia no
constituiría para ellas una amenaza.
No lo
consiguió, las Potencias Europeas constituyeron la séptima coalición entre
Reino Unido, Rusia, Prusia, Países Bajos, Suecia y Austria, los aliados
envolverían a Francia y la derrotarían en la batalla de Waterloo. Napoleón fue
enviado a la isla de Elba, donde fallecería en 1821.
Alejandro Pérez
Imagen mundocontemporaneo4eso.blogspot.com
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