Uno de los campos en investigación básica en los que más se está centrando la ciencia en la actualidad es el de los campos magnéticos y su manipulación. Un terreno de investigación que puede tener en un futuro cercano grandes aplicaciones en el transporte, la energía o el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
En este campo del conocimiento uno de los grandes investigadores a nivel mundial es el español Jordi Prat que junto a su equipo de la Universidad Autónoma de Barcelona ha sido capaz de crear el primer agujero de gusano en un laboratorio. Un fenómeno conocido a escala universal y que ahora se ha conseguido reproducir. Se trata de conectar dos espacios magnéticamente, transfiriendo el magnetismo de una a otra, pero manteniendo el campo entre ambos indetectable, invisible.
La reproducción de este fenómeno le ha valido a su creador el honor de ser uno de los 30 jóvenes más influyentes de Europa según la revista Forbes.
La importancia de la creación de este primer dispositivo que reproduce los agujeros de gusano radica en que los campos magnéticos se encuentran presentes en muchas tecnologías básicas para el hombre como motores, transformadores o aparatos médicos, por lo que se abre el camino para crear herramientas revolucionarias en la industria, la generación de energía (hidroeléctrica, eólica, solar o nuclear), el transporte o la medicina. En este último terreno, explica Jordi “podríamos crear unidades de resonancia magnética en las que el paciente no se introdujera en ese angustioso tubo, si no que un campo magnético le apuntaría y éste se colocaría junto al otro extremo, y al ser el campo indetectable no se produciría ninguna distorsión de la imagen.
Aunque el hallazgo se ha hecho en el seno de un equipo de investigación de la UAB, el origen de este trabajo está, como muchas veces en una tesis universitaria del propio Prat, dirigida por el profesor Álvar Sánchez. De esa tesis saldría un proyecto que ha dado paso a un conjunto de herramientas capaces de controlar los campos magnéticos para mejorar o transformar tecnologías ya existentes y muy importantes. Para el desarrollo del trabajo, Prat se ha basado en el uso combinado de metamateriales, materiales formados por varios ingredientes que configuran estructuras artificiales a partir de esos ingredientes.
Prat emplea para la manipulación de los campos magnéticos dos de esos ingredientes, los ferromagnéticos y los superconductores. Estos últimos son materiales artificiales que requieren un desarrollo brutal y sobre los que hay en este momento un trabajo ingente de muchos equipos científicos para crear su micro estructura con materiales muy raros (itrio o bario). “Pero ese esfuerzo merece la pena porque tienen propiedades extraordinarias que facilitan descubrimientos como el nuestro”, explica.
Los superconductores de los que habla Jordi son materiales capaces de transportar energía o magnetismo sin pérdida y a grandes distancias, con la única condición de mantenerse fríos, una capacidad tecnológica ya al alcance del ser humano, de manera sencilla con el empleo de gases líquidos como el nitrógeno.
Pero los agujeros de gusano reproducidos por Jordi Prat no son extravagancias científicas, sino descubrimientos de gran importancia para nuestra vida. En un reciente artículo la revista Science explicaba que el equipo de Prat había conseguido desarrollar dispositivos de capas de invisibilidad magnética, concentradores de campo magnético, guías de campo magnético o dispositivos de levitación. Este último terreno es el que puede verse más afectado por el trabajo del equipo de la UAB.
Hasta ahora, y para evitar la fricción con las vías y conseguir grandes velocidades en los trenes, se crean campos magnéticos enfriados y materiales superconductores en los trenes, de manera que estos al levitar sobre las vías alcanzan velocidades extraordinarias. El límite de este sistema parecía estar en el proyecto “hiperluz” que añadía a eso un túnel de vacío. Pero el avance que propone Prat podría revolucionar esos conceptos llevándonos hasta la frontera de nuestras capacidades de ingeniería.
Nacido en Manresa, Jordi Prat es un joven con talento, perfeccionista, creativo y generoso, a decir de sus profesores de tesis y los jóvenes físicos que le acompañan en esta aventura. Un joven amante de la lectura, la cocina y el deporte, un joven normal con un talento especial. Un talento que le ha llevado a trabajar en la actualidad en Austria, en el Institut für Quantenoptik und Quanteninformation (IQOQI) Österreichische Akademie der Wissenschafte, donde está aportando todo su conocimiento en campos magnéticos a las investigaciones en ordenadores cuánticos. Esperemos que sea un viaje de ida y vuelta y no perdamos, como de costumbre, otra mente privilegiada formada en nuestras universidades.
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