Todo un pueblo de Cantabria convierte sus calles y sus casas en un itinerario expositivo de escultura en madera, que se aselan cada día, como las gallinas.
Plazas, calles, camberas y patios privados acogen 25 esculturas de José Antonio Andrés Vera. Un médico zaragozano vinculado y querido en el pueblo al que los vecinos, conocedores admirados de su ingenio, ofrecieron su espacio para que mostrara su obra. Durante casi un año le aprovisionaron de madera de roble, nogal o castaño, que el artista aragonés ha ido modelando y trabajando con distintos pigmentos. Terminada, cada vecino acoge una obra, que coloca en su espacio privado, en la plaza cercana o en su calle. Es una exposición que te invita a tocar, acariciar y oler cada obra, mientras paseas entre calles llenas de historia y junto a casas monumentales. Junto a cada obra una placa explicativa que es más un ejercicio de sugerencia y una invitación a la imaginación, y un QR que te permite seguir la ruta y conocer más, mucho más, de cada obra y su escenario. Y tras cada ventana un vecino presto a salir a la calle para convertir tu experiencia en una tertulia y animarte a seguir, de su mano, si estás dispuesto.
Pero
el clima en Cantabria es muy traicionero, así que los vecinos han adaptado a su
proyecto una sabia costumbre de las gallinas. Si, de las gallinas. En estas
localidades del interior de Cantabria es frecuente que los animales estén
sueltos, picoteando y deambulando, pero al llegar la noche, las gallinas se
guarecen en lo corrales para protegerse, como dicen aquí, se “aselan”. De ahí
el nombre de una exposición (“Aselart”) en la que cada noche los vecinos
retiran las obras y las guarecen en sus casas, para volverlas a sacar a la
calle con la salida del sol.
El proyecto, que es una invitación al turismo y el descubrimiento de estos bellos pueblos del interior, se completa con un concurso de relato y una exposición permanente en la llamada “Casa Gótica” de Villanueva (uno de los 5 barrios), donde 12 artistas exponen y venden sus obras en madera. Es además el cuartel general de la exposición, el lugar desde donde arrancar el itinerario, conocer a José Antonio o participar en una animada tertulia.
No
es la primera iniciativa de estas características, puesto que Gerona ya albergó
hace unos años una exposición en la calle y hasta 2008, Esles, un hermoso
pueblo de Cantabria albergó un ambicioso proyecto expositivo de vanguardia, en
el que el pueblo se convertía en una gran sala al aire libre de fundición,
escultura, mural y fotografía. Pero Mazcuerras atesora en esta iniciativa una
importante novedad. Un pueblo que muestra en sus casas y calles la expresión de
una artista moldeada en las maderas que nacieron en el mismo espacio en que se
exponen.
La primera edición de Aselart terminó en agosto y ya faltan apenas dos meses para que arranque la segunda, tal como nos cuenta Alberto Gutiérrez, de
Imagen de portada
Plaza de Mazcuerras, con la torre del reloj. JAVIER ROSENDO
Imágenes interiores E. Balbás
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