José Manuel Blasco
El 19
de octubre se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama, un momento adecuado
para relanzar la sensibilización contra los efectos y las causas de esta
enfermedad. El cáncer de mama es quizá una de las variantes de esta enfermedad
sobre la que se han conseguido mayores avances, consiguiendo que un porcentaje
muy amplio de mujeres afectadas aprendan a vivir con ella y, lo que es más
importante, a sobrevivir. Así, un reciente estudio llevado a cabo por el Grupo
Español de Investigación en Cáncer de Mama sobre 12.000 mujeres, 400 de ellas
cántabras, ponen de manifiesto que diez años después de ser diagnosticadas, un
75 % de la mujeres sobreviven.
Uno de los mayores expertos en este campo es
el doctor José López Vega, oncólogo del Hospital Valdecilla y miembro de la
citada investigación. Según el investigador, los datos animan claramente al
optimismo, aunque no se debe caer en autocomplacencias. Achaca estos avances a
la detección precoz de la enfermedad y a la aplicación de los llamados
“tratamientos a la carta”, lo que permite afrontar problemas que no se han
solucionado con los tratamientos tradicionales, o afrontar las múltiples
variantes de lo que genéricamente llamamos “cáncer de mama”
Para López Vega,
el gran reto sigue siendo encontrar la génesis de la enfermedad, sus causas
últimas. Influye el tabaco, la alimentación, el estrés, los condicionantes
genéticos y medioambientales, pero no sabemos cuáles son los factores
determinantes, ni la combinación de ellos, lo que complica la detección y la
prevención.
Aunque la detección precoz funciona, es preciso introducir
cambios en nuestras políticas, como intensificar el seguimiento en el periodo
que va de los 45 a los 70 años (actualmente en Cantabria, los programas realizan
seguimiento a mujeres entre 50 y 69 años). Un gran avance en este caso ha
resultado la utilización de la resonancia magnética que es especialmente útil
para descubrir los tumores incipientes o de mujeres más jóvenes, en las que la
mamografía no es tan precisa debido a la densidad de la mama.
Otro avance,
para López Vélez, se encuentra en el campo quirúrgico, donde las mastectomías
radicales se están evitando en la mayoría de los casos, al imperar entre la
profesión el consenso sobre una cirugía más conservadora, que evita los graves
daños psicológicos y colaterales de la extirpación total. La técnica del ganglio
centinela, según explica el experto, es la que ha permitido esta mejora en la
cirugía, ya que con la biopsia de un sólo ganglio permite comprobar si están o
no afectados el resto de los de la axila. En caso de que no lo estén -que es lo
habitual cuando el tumor es detectado al inicio- no es preciso recurrir a la
mastectomía radical. Así, en más del 60 % , las pruebas con el ganglio centinela
son negativas. Esta técnica se aplica en Valdecilla, y pronto se implantará en
el de Laredo.
Otro gran avance se ha dado en el campo del tratamiento. La
aplicación de tecnologías muy avanzadas en el terreno de la radioterapia ha
permitido combatir las zonas tumorales con mayor precisión evitando los graves
daños sobre tejidos sanos del pasado. Junto a la cirugía, la radioterapia se ha
convertido en un pilar básico de las terapias actuales, junto a la ayuda de
nuevos fármacos, como los procedentes de la hormonoterapia, que puede ser
aplicada al 60 por ciento de las mujeres y que proporciona un tratamiento más
soportable y menos tóxico.
Estos nuevos tratamientos resultan más eficaces
que los clásicos basados en estrógenos. Muchos han arrancado del descubrimiento
de proteínas como la HER-2 que mejora los llamados “tratamientos a la carta”,
que han logrado grandes avances en un 20% de las pacientes, en las que otras
terapias habían fracasado. Se encuentran en este caso el Herceptin que ha
revolucionado el tratamiento y también otros fármacos como el Lapatinib, aunque
hay menos experiencia en su uso.
En el campo de la quimioterapia también han
cambiado muchas cosas. Los graves efectos secundarios se han reducido y la
incorporación de nuevos fármacos hace que el tratamiento conjunto sea mucho más
eficaz, poniéndose en práctica tratamientos individualizados, más efectivos y
menos agresivos.
Para López Vega una cuestión que es realmente importante es
que en España están disponibles todos los tratamientos posibles en cuanto al
cáncer de mama se refiere y eso en Cantabria se puede confirmar en la práctica.
«Las mujeres que padecen esta enfermedad -afirma el médico- tienen todos los
tratamientos a su alcance. y en el caso de medicamentos que no están
comercializados podemos ofrecerles que participen, de forma voluntaria claro, en
los ensayos clínicos». Esta posibilidad es una realidad ya que Valdecilla
participa en los estudios que estén en marcha debido a la vinculación del
hospital y del propio López Vega con el grupo español de investigación de este
tumor.
Con todo, el problema sigue siendo conocer el origen de la enfermedad
y detectarla a tiempo en las jóvenes. Para ello hay que recordar que en la
actualidad, un 15% de las mujeres con esta dolencia tienen menos de 40 años. La
resonancia magnética es un gran avance, pero no el definitivo.
Sobre todo hay
un mensaje que debe quedar claro, si el descubrimiento es temprano y no hay
ganglios afectados el 95 por ciento de las afectadas responden bien al
tratamiento y, por tanto, se curaran.
José Manuel Blasco es estudiante de medicina en la Universidad de Granada
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