El referéndum catalán

 

El referéndum es el procedimiento jurídico por el que se somete a votación popular una ley o un asunto de especial importancia para el Estado.

El independentismo catalán expone su pensamiento sobre que el pueblo de Cataluña es una nación soberana, básicamente fijándose e interpretando su historia, cultura, lengua y el derecho civil catalán y sobre la idea de que Cataluña no alcanzara la plenitud cultural, social y económica mientras siga siendo parte de España. Defiende que Cataluña esta oprimida por España desde la ocupación de las tropas borbónicas en 1714.El 1 de octubre de 2017 se produjeron las votaciones en colegios electorales, dichas elecciones pese a ser ilegales siguieron haciéndolas, los mossos evitaron 99 de las votaciones. Tanto la policía como la guardia civil intentaron impedir que los ciudadanos votaran.

El artículo 155 de la Constitución es la respuesta ante la declaración de independencia en el Parlament. No en balde, nunca un Gobierno en 40 años se había planteado ponerlo en práctica, por lo que nunca se hizo en una ley. Supone una medida excepcional y que implica el control político de comunidades autónomas por parte del Estado.

Para ello, el procedimiento que establece el artículo prevé que, primero el Gobierno deba enviar un requerimiento al presidente de la comunidad en cuestión. Por lo tanto, en el caso catalán, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, debería advertir directamente al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Si este no lo cumpliera, el gobierno debería presentar la propuesta de medidas al Senado, que le corresponde aprobarlas por mayoría absoluta. El procedimiento de aplicación del 155 en el Senado está regulado por el artículo 189 de la cámara. El Gobierno debe de presentar su proposición de cada una de las medidas que quiera adoptar y la posibilidad de enmiendas.

Los expertos entienden que, si se tramita por procedimiento de urgencia, las medidas podrían aprobarse de forma exprés (entre 2-3 días). Cabe recordar que el PP cuenta hoy en día con mayoría absoluta en el Senado español.

La posible independencia de Cataluña originaria en primer lugar una pérdida del PIB del 20% al quedar al margen de la Unión Europea, además esta desconexión provocaría una retirada de los créditos otorgados por el banco central europeo (BCE) que dejaría a muchas empresas sin liquidez.

Por otro lado provocaría un déficit en las cuentas de la Generalitat de más de 4.000 millones de euros que pondría en riesgo el pago de pensiones y demás ayudas proporcionadas por la Seguridad Social, que tendría que financiar el nuevo estado. Todo esto sumado a la bajada en  el turismo, a la destrucción de puestos de trabajo y a una subida de la prima de riesgo ocasionaría una quiebra automática del nuevo estado. La independencia de Cataluña ha sido una decisión mal tomada respecto a los ciudadanos que han salido perjudicados. Dividir a España es estos tiempos no es una buena decisión, como se ha reflejado después del referéndum, empresas, bancos etc. Se han visto obligados a dejar Cataluña. Esto ha supuesto pérdidas de puestos de trabajo, y que la gente se niegue a comprar productos de allí.

Imagen El independiente