lunes, 6 de mayo de 2013

Diálogos en el Vaticano (entrevista con el embajador español ante la Santa Sede)


Jorge Vellido, Javier Hornillos /
EPE2013. Acta Diurna



En Febrero de 2013 se produce una noticia sin precedentes en muchos siglos de historia de la Iglesia: el Papa dimite. Tenemos la posibilidad de entrevistar al Embajador de España en el Vaticano, don Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga y, al final, tras muchas gestiones, lo conseguimos.
Nuestra aventura comienza el 26 de Febrero, dos días antes de la renuncia oficial del Papa, cuando enviamos nuestro primer correo electrónico a la Embajada, y tras una respuesta positiva nos citan para después de Semana Santa, en concreto el 3 de Abril. Nos desplazamos solos hasta Roma y  el día de la entrevista nos encontramos en la Embajada más antigua del mundo, (total, sólo cinco siglos), con muchos nervios. Nos presentamos tímidamente, presentamos nuestra documentación y nos acompañan  hasta la antesala del despacho.  Nos dicen que esperemos un momento, y alguien nos invita amablemente a sentarnos; este alguien es  Antonio Pelayo, sacerdote y periodista. De repente sale el Embajador y comienza la entrevista.




Importancia de la Embajada y Relación Estado-Santa Sede

Esta Embajada es la más antigua del mundo y es una de las Delegaciones diplomáticas más importantes de España ¿qué ha significado  para usted ocupar éste destino?

Eso es un privilegio. Es un honor que el Gobierno haya confiado en mí para dirigir esta embajada que, en efecto, es la más antigua del mundo. Esto subraya la importancia que España históricamente e independientemente  de los avatares políticos y sociales ha dado a su relación con la Santa Sede, con el Vaticano.

Usted ha manifestado que la importancia de la Embajada ante la Santa Sede demanda que sea un centro vivo de cultura y de debate, en este sentido, ¿cuáles son los debates que tiene pensado abordar en el futuro?

Pues estamos ahora haciendo un ciclo de debates en colaboración con el pontificio consejo de la cultura, que dirige el cardenal Ravasi. El primero fue “La religión en el espacio público” e intervinieron un ex primer ministro Italiano, Giuliano Amato, el ministro del interior de España, Jorge Fernández y el cardenal Cañizares, que es el prefecto de la congregación  del culto divino en la Santa Sede; el próximo que tenemos previsto celebrar será a finales de Abril y el tema será “Europa: hacia dónde” y ya tenemos confirmada la presencia de Romano Prodi, otro ex primer ministro Italiano y figura política muy conocida, también pensamos contar con la presencia de un cardenal y de, probablemente, con la presencia de un ministro del Gobierno de España, todavía por confirmar; el tercer debate será “La importancia de lo ‘Sacro’ en el arte moderno” y el último debate sería sobre “La presencia de Dios en la literatura”, en el que participarían el cardenal Ravasi que, como digo, es una especie de ministro de cultura del Vaticano y Mario Vargas Llosa, el conocido escritor Hispano-Peruano y premio Nobel.

¿Cómo es el ‘día a día’ del trabajo del embajador de España ante la Santa Sede?

El día a día es muy variado. La función básica de esta embajada es asegurar las relaciones de estado a estado, entre el Vaticano y España, y por tanto es el seguimiento de todas las actividades que hace el Vaticano y de las relaciones bilaterales entre España y la Santa Sede a través de numerosas visitas de personalidades públicas españolas, ya sean del estado o de las comunidades autónomas, o de ayuntamientos… etc.
Suspendemos brevemente la entrevista,  somos testigos de su día a día. Se comunica con un Cardenal y con Moncloa para hacer cierta confirmación. Sabremos más tarde que se estaba concertando el encuentro de Rajoy y Su Santidad.

¿El funcionamiento de las Embajadas cambia mucho con el nombramiento de un nuevo Embajador?  ¿En esta Embajada en particular?

Yo creo que no. Yo creo que esta embajada tiene una inercia, en el mejor sentido de la palabra, de 5 siglos. Indudablemente cada embajador imprime su estilo, su huella, y también las circunstancias políticas influyen pero, el marco general, se mantiene y, como digo, ese marco consiste en asegurar la relaciones entre el Estado Español y el Estado de la Ciudad del Vaticano, que es un estado con una muy importante presencia global, no en vano aquí hay acreditados 180 embajadores, siendo así el segundo estado del mundo con mayor número de acreditaciones tras Washington; no todos ellos son residentes, obviamente, algunos con acreditación múltiple, pero sí indica que la comunidad internacional concede una importancia muy especial al papel global de la Santa Sede.

¿El actual Gobierno tiene un planteamiento distinto al anterior en su relación con la Santa Sede?

Yo creo que el actual Gobierno es consciente de la importancia, a la que me refería antes, que tiene globalmente la Santa Sede en diferentes temas, ya sea para el desarrollo, para la paz, para el fomento de los derechos humanos, de la cooperación o  la libertad religiosa y también es un gobierno sensible  al hecho religioso y mayoritario en España que es la Iglesia Católica, la cual más de un 70% firma estar vinculado a ella.

¿Sigue siendo España un país importante dentro de la Santa Sede? Los Cardenales españoles, ¿qué influencia tienen en la Curia Romana? ¿Podremos ver en un futuro próximo un Papa español?

La importancia de España se mantiene. Tuvimos 5 cardenales electores en el pasado cónclave, siendo así el cuarto país del mundo con más cardenales electores. Son cardenales que tienen muy buena entrada en el Vaticano y, uno de ellos, el cardenal Cañizares es “ministro” de liturgia del Vaticano, o sea que ocupa una cartera importante en el Vaticano. Además de esto, en el mundo de las congregaciones religiosas, España tiene una importancia enorme: el superior general de los Jesuitas es español, el de los Franciscanos es español, las dos órdenes con mayor número de miembros, el del Opus Dei es español, el de los Maristas, Marianistas, los Carmelitas son todos Españoles. También, al frente de muchas congregaciones de monjas hay muchas españolas. Todo eso, ¿qué significa? Pues que España, los españoles, siguen teniendo un papel muy importante  en el marco general de la Iglesia Católica.

¿Cómo es la relación que espera establecer, a medio y largo plazo, entre la Santa Sede y España?  ¿Cree que se mejorarán las buenas relaciones que existían con Benedicto XVI?

Yo creo que en los últimos tiempos hay un marco ya de muy buena relación, de voluntad de cooperación en temas de interés común, sobretodo en el ámbito internacional y yo a lo que aspiro es a mantener este clima de entendimiento y de colaboración  y sinceridad, también, cuando haya un punto de discrepancias que pudiera surgir. Ese es el objetivo de mi misión aquí.

España sigue siendo mayoritariamente católica, pero es verdad que ha habido un proceso  importante de secularización, ¿el Vaticano da relevancia a este hecho?

Mucha. Al Vaticano lo que más le preocupa, uno de los temas que más le preocupa a nivel universal, no podemos olvidar que la Iglesia Católica significa universal, es el avance de la secularización del relativismo religioso. Así lo han hecho saber los últimos Papas, especialmente Benedicto XVI; también el propio Papa Francisco, en su reciente discurso al Cuerpo Diplomático acreditado ante el Vaticano. El tema del avance de la secularización es un tema que al Vaticano le preocupa mucho.

El hecho de que el nuevo Pontífice  sea hispanohablante, ¿es bueno para España?

Indudablemente lo es. Lo dijo el Ministro García-Margallo: “La Marca España se ve reforzada con la presencia de un Pontífice que habla Español”. No se puede dudar que la elección del Papa Francisco, en cierta forma supone un reconocimiento de la enorme importancia que Iberoamérica tiene para la Iglesia universal porque más de un 40% de los católicos que hay en el mundo residen en América Latina y éste es un Continente que habla español. Tiene una relación especial con España.





Proceso de relevo del Papa


Ha dicho usted en alguna entrevista que Benedicto XVI hace dos años  hacía mención a la posibilidad de la renuncia del Papa si le faltaban las fuerzas, pero ¿alguna vez el Cuerpo Diplomático lo consideró como algo que  pudiera llegar a ocurrir?

Bueno, era un asunto que el propio Papa Emérito, Benedicto XVI, planteó hace dos años en una entrevista que tuvo mucha repercusión y desde entonces este ha sido un asunto que planeaba siempre sobre su Pontificado. Otra cosa es que fuera a tener lugar esa renuncia y ahí había todo tipo de especulaciones. Al final sí hubo renuncia pero, a priori, nadie estaba seguro de que lo fuera a hacer y de hecho, cuando ocurrió, todo el mundo quedó muy sorprendido.

¿A usted, personalmente, ¿le sorprendió la renuncia de Benedicto XVI? ¿Cómo lo vivió usted? ¿Cómo se vivió desde la delegación española?

A mí sí me sorprendió la renuncia. Como digo antes, era una hipótesis que no se podía descartar desde el momento en el que el propio Pontífice  la había planteado. Sin embargo, como decimos en España: “Del dicho al hecho hay un trecho” entonces cuando tuvo lugar pues realmente él me sorprendió. Yo estaba aquí, en el despacho y me enteré casi en tiempo real porque la renuncia tuvo lugar en un consistorio, un acto semi-público, y enseguida trascendió y lo que hizo la embajada, obviamente, fue informar a las autoridades Españolas de éste hecho y darles nuestra interpretación del mismo.

La renuncia del Papa ha sido una noticia no esperada, ha tenido un gran eco internacional, y ha habido una corriente a favor y otra en contra: se ha dicho que “no se puede bajar de la Cruz” salvo por la muerte, cuando del anterior Papa Juan Pablo II se dijo que tenía que haberse retirado por su salud. ¿Cree que ha hecho lo correcto?, ¿usted qué opina?, ¿afecta este hecho a las relaciones con España?

Yo creo que el Papa Emérito ha hecho bien porque él mismo dijo que si le abandonaban las fuerzas físicas, morales o espirituales, no solo podía renunciar, sino que debía hacerlo y así lo hizo, muy bien, por cierto. Él ha explicado muy bien las razones y en el interregno que hubo desde el 11 de Febrero hasta el 28 de Febrero, Benedicto XVI, continuó con su actividad con una enorme dignidad, responsabilidad y seriedad. Por todo esto yo diría que el Papa hizo bien, a la vista de las razones que expuso y lo hizo  muy bien porque mantuvo, en esos días de enorme atención mediática sobre su persona, una actitud de serenidad y de dignidad realmente impactantes.

Dicen que en los Cónclaves el Cardenal que entra Papa siempre sale Cardenal.  Y parece que esto se suele cumplir. El Cardenal Bergoglio fue favorito en el anterior Cónclave pero ahora no se barajaba su nombre. ¿Qué suele ocurrir en los Círculos Diplomáticos?, ¿hay alguna noticia extraoficial o no se filtra absolutamente nada? ¿Hubo alguna sensación previa de que pudiera ser él el elegido?  

Yo creo que la elección del Cardenal Bergoglio era un Cardenal que tenía un inmenso prestigio entre sus colegas del Colegio Cardenalicio, como se demostró en lo que trascendió del anterior cónclave, donde obtuvo un número muy importante de votos. Realmente en las quinielas, por así decirlo, que tienen lugar en todos los cónclaves él prácticamente no figuraba. Eso, por un lado, demuestra la inutilidad de los vaticanólogos para predecir acontecimientos y ahí, en cierta forma, también incluiría, a los diplomáticos y también, dentro del colegio de cardenales, el cual es un colectivo, un conjunto de personas con un inmenso potencial, con un talento y una experiencia vital y personal muy grandes, que hace que muchos de ellos sean potenciales candidatos a Sumo Pontífice, incluso aunque no figuren en lo que llaman ‘las quinielas’.

La elección del Papa ha marcado durante un tiempo la información  mundial, ¿cómo ha sido para usted vivir este momento histórico  desde su posición?

Para mí ha sido un privilegio pero también ha sido una responsabilidad porque yo, ante todo, soy un funcionario, un diplomático español al que pagan por efectuar su trabajo de la mejor manera posible y yo lo que he intentado en todo momento es hacer un seguimiento muy próximo a los acontecimientos tan extraordinarios que han estado ocurriendo en la Santa Sede en las últimas semanas. Realmente, esto comenzó el 11 de Febrero, todavía no han transcurrido dos meses, y han ocurrido hechos que en la gran historia de la Iglesia de los Papas ha tenido una relevancia tremenda. Lo que hemos procurado, como digo, es hacer el trabajo por el cual estamos aquí, que consiste en representar y mantener informado al Gobierno de la mejor manera posible.

En la prensa se pensaba que iban a tardar más en elegir al nuevo Papa y que iba a ser más joven. Finalmente tiene más años de los que se consideraban deseables y su salud tampoco es la más fuerte, le falta un pulmón. Teniendo en cuanta esto, ¿Qué le parece que finalmente saliera Bergoglio?

Yo creo que lo que la Iglesia ha buscado con la elección de un nuevo Papa, más allá de la edad, es que sea un Papa que sea capaz de asumir los retos que tiene la Iglesia Católica planteados en este momento y a nivel puramente pastoral, la nueva evangelización, cuyo objetivo es detener la ola de secularización a la que antes hacíamos alusión y  luego solucionar problemas que han aquejado a la Iglesia desde hace unos años y que han trascendido al público y que la propia Iglesia ha reconocido que le preocupan extraordinariamente, como es el caso de la pederastia o el tema de la trasparencia financiera o como puede haber sido el escándalo de las filtraciones, más conocido como Vatileaks. Yo creo que el Papa Francisco está demostrando en las pocas semanas que lleva en el cargo tiene una enorme vitalidad y energía y una enorme experiencia que, a fin de cuentas, es lo que hay que considerar más allá de la edad que tenga.

¿Usted cree que ha influido el hecho de que en la América  Latina es donde hay un mayor crecimiento de  creyentes?

Yo creo que, como decía antes, América Latina es uno de los grandes caladeros religiosos y el peso que tiene la Iglesia Católica en América Latina es muy a tener en cuenta. En definitiva yo creo que sí ha sido un factor a la hora de elegir un nuevo Pontífice.

Es significativa la elección de un Papa de entre los miembros de la Compañía de Jesús? ¿Usted qué opina de que el Papa Francisco sea el primer Papa Jesuita de la historia?

Yo creo que ese es un hecho especialmente importante y me alegro que me hagáis esa pregunta porque muchas veces se hace más hincapié en que sea americano que en que sea de la Compañía de Jesús. Para los que conocen la historia de la Iglesia saben los tremendos avatares que ha tenido la Compañía de Jesús, y realmente es muy muy significativo el hecho de que, por primera vez, un Jesuita, esté al frente de la Iglesia Universal si tenemos en cuenta, insisto, todos los avatares de la Compañía de Jesús a lo largo de los últimos siglos desde su fundación. Hay un factor añadido en la Compañía de Jesús y es, obviamente, que la fundó un español, San Ignacio de Loyola; eso, unido al hecho de su origen latino,  hace que los españoles veamos al nuevo Papa como alguien muy cercano a nosotros.

¿Usted cree que se puede interpretar de alguna manera la elección de un jesuita si lo relacionamos con el hecho de que el Papa Juan Pablo II y la Compañía de Jesús no tuvieron una buena relación; o sólo es la continuación a la mejor relación ya iniciada con el Papa Benedicto XVI?

Yo creo que la Compañía de Jesús ha sido y es uno de los sectores más importantes de la Iglesia Católica pero yo no le atribuiría una importancia especial al hecho de que el Papa Francisco sea Jesuita a la hora de haber sido elegido, otra cosa es que a posteriori, como he dicho antes, sea un hecho muy importante en la historia de la Iglesia. Sin Embargo, mi opinión es que el hecho de que haya sido un Jesuita no ha influido especialmente en la elección. Yo creo que la elección son un conjunto de factores(autoridad moral, pastoral, trayectoria..) y eso es en conjunto lo que los electores tienen en cuenta pero no los aspectos concretos. Estos aspectos suman sin duda, pero no son determinantes desde un punto de vista como ‘outsider’ de la elección del Papa.





Posicionamiento del nuevo Papa: el estilo de Francisco


En el poco tiempo que lleva el  Papa Francisco parece clara la diferencia con el Papa Benedicto XVI, es su relación con el entorno mucho más espontánea. Nos gustaría que nos dijera cuál fue la sensación que le produjo cuando le presentó las credenciales. Usted nos ha dicho que Benedicto XVI  fue muy cercano y cariñoso, pero, en las relaciones que ha tenido hasta ahora ¿cómo es Francisco?

Pues sí. La verdad es que yo con Benedicto XVI al presentarle las credenciales tuve 15 minutos para hablar con él a solas, lo cual es bastante tiempo teniendo en cuenta lo apretada que es la agenda de un Pontífice; con el Papa Francisco lo único que he hecho ha sido trasmitirle la enhorabuena de parte del Gobierno Español con motivo de su elección y en el acto de saludo que tuvo al cuerpo diplomático hace pocos días, el saludo no dio para más pero, obviamente, la actitud del Papa Francisco fue extremadamente cariñosa y natural

El Papa Francisco se encuentra con unos problemas mundiales muy importantes: la Globalización, la crisis económica,  la secularización,  la relajación ética que existe en la sociedad, etc., En el ámbito estrictamente vaticano tiene otros problemas: las finanzas, imponer una disciplina entre las autoridades de la Curia con una, aparentemente,  excesiva ambición, la pederastia, etc, ¿será el Papa  capaz de resolver todos estos problemas?¿será el Papa que necesitamos los cristianos en la actualidad?

Esperemos que sí. No puedo hacer futurología pero todo apunta a que el Papa Francisco tiene las cualidades humanas y ‘profesionales’ necesarias para hacer frente a estos retos tan importantes.

¿Cree que con este Papa la Iglesia va a dar un cambio de rumbo o  va a continuar, en lo esencial, con lo realizado por Benedicto XVI? ¿Ustedes han notado un cambio significativo?

La Iglesia tiene una continuidad muy esencial y el Papa Francisco en todo lo que ha hecho y dicho hasta ahora, como no puede ser de otra manera,  se ha pronunciado en este sentido y lo que sí puede cambiar, que es lo que cambia en cada Papa, es el estilo personal de cada uno pero los cambios más profundos necesitan tranquilidad y más tiempo para verlos y valorarlos.

Los gestos que ha hecho desde el primer momento, ¿qué le parecen? La falta del manto  de armiño al salir al balcón, la simple cruz, la sencillez del anillo Papal, etc.

Yo creo que, como decía antes, cada Papa tiene su estilo y lo importante es el fondo y no la forma, aunque esta también tiene su importancia y me parece muy respetable tanto el estilo del Papa Francisco como el del Papa Emérito Benedicto XVI. Son dos formas de actuar que en ambos casos son perfectamente respetables y lo importante es que tanto el Papa Francisco como el Papa Emérito son las personas que tienen una misión trascendente, que es lo que realmente cuenta, más allá de gestos o formalidades particulares de cada uno y que yo no creo que haya que magnificar tanto.

¿Cree que es posible que llegue a ser más mediático aún que el Papa Juan Pablo II?

Eso son futuribles que yo realmente no lo se y no creo que un Papa tenga que medirse por su intensidad mediática. Yo creo que Juan Pablo II fue un gigante y su enorme personalidad le hacía tremendamente atractivo para los medios.  Yo no se hasta qué punto Francisco se puede convertir en una figura mediática como lo fue el recordado Juan Pablo II

¿Cuándo visitará España el Santo Padre?

Yo creo que como hemos visto a lo largo de esta entrevista España es un país importante en el mapa del Cristianismo mundial por múltiples razones, no sólo por historia, sino también por su presencia actual. No podemos olvidar que el Papa Emérito estuvo 3 veces en nuestro país, tantas como en Alemania, su país natal, y todo eso hace previsible que en el futuro el Papa Francisco considere  necesario efectuar una visita a España a lo largo de su Pontificado. Para nosotros sería una gran noticia; estoy seguro que los españoles le recibirían con enorme afecto pero bueno, eso es algo que todavía es un poco prematuro de decir y no podemos olvidar que aunque España es un país muy importante la Iglesia Católica actúa en todo el mundo y tiene unos retos que, indudablemente, en Europa y en España son un tipo pero también en África, Asia, América Latina y la presencia del Papa en estos continentes también es muy querida y solicitada. Yo confía en que a lo largo de su Pontificado el Papa efectúe visitas a nuestro país.




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