David San
Juan / EPE 2013. Enredados
Licenciado
en Ciencias Políticas y sociología, el salmantino Jesús Caldera, fue una de las
piezas fundamentales del primer gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero y,
previamente, uno de sus mayores soportes en el congreso de los diputados. Fue
ministro de trabajo y luego uno de los primeros expulsados del círculo más íntimo
de Zapatero. En la actualidad dirige la Fundación Ideas ,
una organización vinculada al PSOE que se supone debe ser un laboratorio de
ideas y proyectos del socialismo. Pero lejos de aportar muchas soluciones, ha
estado en los últimos tiempos en el ojo del huracán por el escándalo de los artículos
publicados por la inexistente Amy Martín. Hoy hablamos con él por otro motivo,
el de la crisis de la política, y esta es su visión de la realidad española.
¿Quién es
Jesús Caldera?
Ante todo,
un ciudadano, que ha dedicado y dedica una parte de su vida a la actividad
pública y que ha tenido la fortuna de poder ser Ministro del Gobierno de España
e impulsar un programa de reformas sociales y en el campo de la igualdad que
creo han mejorado la calidad de vida y la dignidad de los ciudadanos.
Hemos
pasado de admirar el papel de los políticos que hicieron frente a la amenaza
terrorista y defendieron la democracia, a denostar a todos los políticos por
inmorales y corruptos. ¿Qué ha ocurrido, que se ha hecho mal para ese cambio de
actitud de la ciudadanía hacia sus representantes?
Aunque la
democracia es joven en España (y pocos han sido los períodos democráticos en
nuestra historia), la transición democrática (1977) y ahora son momentos
diferentes. Esta gravísima crisis económica lo contamina todo. Cierto es que
tras 35 años de vigencia de la
Constitución se precisan cambios para adaptarla al momento
actual, más transparencia en la acción pública y mejor relación
elector/elegido/a, a través de cambios en el sistema electoral. Pero, sin duda,
la mejor revalorización de la política vendría dada si es capaz de remontar
esta crisis económica y establecer su preeminencia sobre los llamados
“mercados”. Dicho esto, en mi opinión, la inmensa mayoría de los representantes
públicos son impecablemente honestos.
¿Por qué en
la transición fueron posibles tantos pactos, y ahora hay tantos temas sin
resolver, ley electoral, reforma de la justicia, reforma educativa, ley de
transparencia, ley de liberalización de mercados energéticos y de
telecomunicaciones… Necesidades sin tocar, ni siquiera cuando ha habido
mayorías absolutas
Entonces
estaba todo por construír y ahora hablamos de reformas. Es más, hay quien
piensa que a veces las reformas suponen ir hacia atrás, sobre todo viendo como
se comportan los conservadores en el Gobierno. En todo caso, claro que se
precisan varias reformas esenciales que, lamentablemente, no avanzan por el
bloqueo de la mayoría gobernante, simplemente no les interesa.
Alfredo
Pérez Rubalcaba pedía el otro día un cuerpo de hombres de negro para atacar la
crisis española. ¿No sería más fácil, en lugar de crear más organismos dar
medios a jueces, policías y banco de España?
Se puede
ver de diferentes modos, bien creando un organismo ad hoc o reforzando los
actuales. Lo importante es el contenido, no el continente.
En la
valoración de esta crisis quien ha sido más injusto, el país con los gobiernos
de Zapatero, o los gobiernos de Zapatero con nuestro país
Pues, como
decía el clásico, en este mundo traidor nada es verdad ni mentira, todo es
según el color del cristal con que se mira. Sin duda hubo errores en los
Gobiernos de Zapatero, pero los aciertos fueron más. Incluso en su último
período consiguió mantener los niveles de protección social intactos a pesar de
la inmensa crisis que padecemos. Y puso en marcha una nueva estrategia de
renovación económica a través de la
Ley de Economía Sostenible que espero algún día nos ayude a
superar la crisis. También espero un juicio más sereno, y positivo, sobre su
Gobierno en el futuro.
Alfredo
Pérez Rubalcaba ha pedido medidas como que las empresas no puedan donar a los
partidos. ¿Eso también afecta a las fundaciones, la puerta de atrás de muchas
financiaciones?
Porque haya
un fruto podrido no todos lo están. La financiación debe ser estrictamente
controlada, sometida a la máxima transparencia y rendición de cuentas. Para los
partidos, efectivamente, hemos propuesto se prohíban las donaciones privadas.
Si esto debe o no afectar a las Fundaciones es un asunto a debatir. De todos
modos, para dimensionar adecuadamente el problema, debo decir que las
fundaciones dependientes del PSOE, Ideas y Pablo Iglesias, en estos momentos
tienen una financiación muy modesta, del entorno de 800.000 euros públicos y
algo menos por vía de donaciones legalmente reconocidas en la ley del mecenazgo.
Tras el
suicidio de Amaia Egaña en Baracaldo, amenazada por un desahucio, los partidos
prometieron una solución y una moratoria. La nueva regulación deja fuera de una
solución a miles de familias, hace dos
días se ha suicidado un miembro de la plataforma de desahucio, al que el banco
quiso cobrarle hasta los gastos de desalojo. ¿Qué hace falta para el congreso
legisle bien contra este drama?
Voluntad
política, decencia y compromiso. Y romper el tabú del pensamiento único. Lo que
hace poco parecía sagrado e intangible, el sistema hipotecario español, debe
ser reformado. Los bancos se han equivocado, y mucho. Sin embargo, son
necesarios, pero con un sistema de regulación y control adecuados y exigentes.
Soy partidario de una reforma a fondo, de la figura de dación en pago, de los
alquileres sociales sustitutivos del pago de cuotas hipotecarias cuando no se
pueden afrontar por causas sobrevenidas, como pérdida de empleo. Pero, sobre
todo, lo que hay que procurar es que las personas mantengan su vivienda y no la
pierdan.
¿No hubiera
sido más fácil, en lugar de rescatar a los bancos, rescatar a las familias,
dándolas un dinero para que liquidaran sus hipotecas con los bancos?
De hecho,
bajo diversas fórmulas, eso ocurre en otras legislaciones. Incluso es mejor
para los bancos. Si no se puede hacer frente a los gastos de la hipoteca, es
mejor renegociar, establecer un alquiler social y alargar los plazos para poder
hacer frente a la deuda contraída. Incluso el banco puede pasar a ser titular
de la vivienda pero sin poder expulsar al, ya, inquilino, que puede mantenerse
pagando un alquiler acorde a sus ingresos y, si es menester, con ayuda pública.
Esta solución sería buena para todos.
¿De que se
arrepiente el Partido Socialista de su etapa de gobierno? Usted como antiguo
ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, echando
la vista atrás ¿Valora como positiva su gestión?
No soy el
más adecuado para valorar mi gestión. Pero soy partidario de mirar los hechos.
Se puso en marcha, entonces, la
Ley de Dependencia, ley de igualdad entre mujeres y hombres,
Estatuto del trabajo Autónomo, se incrementaron salario mínimo y pensiones
mínimas, ley para combatir la violencia hacia la mujer. En general, las
apreciaciones externas, más objetivas, son positivas sobre ese período, del que
me siento orgulloso. En cuanto a errores, los hubo, como en cualquier acción
humana, pero ya hay mucha gente apuntando con el dedo, luego no es necesario
que insista.
¿Qué impide
en este momento que el PSOE consiga más apoyo ciudadano para superar al PP y
poder aplicar otras soluciones, y alcanzar un liderazgo social que no tiene y
que esta perdiendo a manos de otras alternativas políticas, antes más
minoritarias?
No estoy
seguro de que lo haya perdido. Cierto es que el apoyo ha de merecerse cada día,
cada minuto, cada segundo. Hay que esforzarse por ello. Quizá la razón de la
difícil situación que atraviesa el PSOE sea su traumática salida del Gobierno y
que los ciudadanos en parte consideren que estuvimos en el origen de la crisis
y no en su solución. Creo, sinceramente, que no es así y que la crisis tiene
raíces mucho más complejas y que responde más bien al desarrollo sin traba
alguna de los principios neo-conservadores a favor de la desregulación absoluto
de los mercados. Esa es la razón de la crisis y no la gestión de los Gobiernos
socialistas.
¿No ha sido
arriesgado, por parte del PSOE, tomar una postura tan clara ante el caso
Barcenas, cuando hay muchas incógnitas sin resolver en cuanto a la validez de
las pruebas y los hechos
El tiempo
dirá, pero no lo creo. Es evidente que este es un supuesto gravísimo y que cada
día ofrece más aristas escandalosas. Es difícil no ver aquí fuentes de
financiación irregulares, actitudes inmorales y delitos graves. Pero, claro,
esto lo deben determinar los tribunales.
El PSOE es
un partido de vocación republicana, que ha defendido a la corona por
responsabilidad de estado. Los acontecimientos de los últimos en la casa Real
pueden hacer replantearse al partido esa actitud, incluso, promover, una
reforma en ese sentido de la constitución
Reforma de la Constitución sí, pero
no para este fin. Hay quien piensa que la Monarquía Parlamentaria
surgió por un acuerdo tácito de la izquierda y dicha Institución. Creo que es
así y ha sido muy útil al País. Lo que hay que hacer es exigir más
transparencia y códigos de conducta que se adecuen a los valores que proclama
dicha Constitución. Pero la
Institución , en mi opinión, debe mantenerse.
En
ocasiones es difícil entender como los objetivos y medidas fiscales, la
austeridad que se defiende desde el gobierno central, es incumplida por
políticos con responsabilidades en toda España. ¿Es que los partidos políticos
no pueden controlar a sus cargos?
No siempre,
aunque creo que el comportamiento general, como he dicho, es impecable. Si uno
mira los resultados del modelo de descentralización en España, han sido
positivos. Incluso hoy hay menos diferencia de renta per cápita entre los
diversos territorios de España que en otros países más avanzados de Europa.
¿Es
necesario una alternativa viable, en este momento, a la secretaria general de
su partido?
Primero hay
que definir nuestra alternativa programática y para eso están las conferencias
que vamos a celebrar este año. Creo que Rubalcaba está impulsando este proceso
con rigor y profundidad. Una vez finalizada esa alternativa será la hora de dar
de nuevo la palabra a los militantes y simpatizantes de este partido para que
tomen las decisiones que consideren pertinentes.
¿Será capaz
el PSOE de alcanzar la unidad en temas como la soberanía catalana, o la
financiación autonómica y dar una imagen de partido con un solo ideario?
Tiempos,
estos, difíciles. La unidad monolítica no existe, y no creo que fuera
conveniente. Pero, claro, se precisa objetivos comunes y compartidos en los
asuntos esenciales y desde luego ese reto lo tenemos que superar. Debemos
encontrar un camino común. Lo necesita Cataluña y España. Y el puente de unión
cada vez es más estrecho. Uno de sus pilares esenciales es el socialismo
democrático. Y éste debe encontrar el modo de resolver estos graves conflictos.
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