Victor
Arce, Juan mantilla / EPE 2013. Tu Que Pias
Junio de
2008, el Racing culmina una de las mejores temporadas de su historia llegando a
las semifinales de la Copa
del Rey, donde cayó eliminado contra el Getafe y a su vez queda 6º en la liga,
lo que le permite clasificarse para la fase de grupos de la UEFA. Todo iba sobre
ruedas, el Racing llegaba a tener hasta 18.000 abonados, la gente apoyaba al
equipo y este respondía con resultados. Todo no solo creaba una gran ilusión
social, sino una ventana de promoción para Cantabria.
Pero la
situación comenzó a torcerse muy lejos del campo de juego. A finales de 2004 el
empresario Santiago Díaz había abandonado el club del que se había hecho cargo
la administración regional, en un plan dirigido por el entonces consejero de
economía Ángel Agudo. Desde entonces la administración había intentado buscar
un nuevo dueño que garantizará la existencia del club y aliviara al gobierno
autónomo de esa carga. Tras el fracaso de la empresa Silver Eagle, nueva
propietaria, y el deseo de su dueño, Jacobo Montalvo de abandonar el club, el
gobierno buscó un nuevo comprador, que invirtiera y permitiera a la Comunidad Autónoma
recuperar todo el dinero invertido. Y creyeron encontrarlo en la figura del
empresario indio Ali Sabed. Cuando en 2011 el empresario indio, a través de su
sociedad Western Gulf Advisory (WGA), compró el 80 por ciento de las acciones
del Racing, muchos creyeron ver el desembarcó en Santander de un “jeque” que
invertiría sin medida y convertiría al club en una de los grandes de Europa. En
su nombre la administración del club quedaba en manos del empresario Francisco
Pernia.
Alí se
metió a la afición en el bolsillo fichando a Marcelino García Toral el técnico
que había llevado al Racing a entrar en UEFA, un técnico queridísimo por los
aficionados racinguistas, y a Giovanni Dos Santos uno de las perlas de la
cantera blaugrana. También prometió una y otra vez pagar a los jugadores, lo
que ilusionó a la afición que creía que era la salida definitiva del lugar que
siempre había ocupado, el estar condenado a luchar por la permanencia en 1 ª
División.
Pero las
dudas comenzaron pronto. Alí no pagaba a los jugadores, estos denunciaron al
club por impagos y el rendimiento deportivo del equipo comenzó a disminuir.
Ante la sorpresa de todos Alí desapareció, dejando en la capital cántabra a su
supuesto representante, Francisco Pernia. Ahí comenzaría una larga batalla
judicial para descubrir quien es realmente el duelo del Racing de Santander.
Una pregunta, que hoy en día, ni los tribunales han podido descubrir. ¿El dueño
es Ali (el empresario solo desembolso uno de los 18 millones de euros de la
operación)?. El dueño es Montalvo, y su empresa Dunviro, que defienden que la
venta de sus acciones en Racing es nula al no haber cobrado del indio?. ¿O el
dueño es el Gobierno autónomo, que es el depositario de los derechos de las
acciones, desde que Santiago Díaz abandonó la presidencia, cediendo el gobierno
del club a la administración?. En medio, un cambio de gobierno que ha abierto
un cruce de acusaciones entre partidos sobre quien es el causante de una
pérdida patrimonial de 20 millones de euros, quien fue el engañado por Ali, que
hacer con un club en concurso de acreedores, sin patrimonio y ahogado por las
deudas y quien es el responsable de que el club este gobernado por una
directiva que en realidad no es la propietaria del club, pues es un cuarto
actor, al margen de los tres que hemos nombrado. Desde el descenso en mayo
pasado a segunda división, el club se ha ido desestructurado. La peñas, los
pequeños accionistas y la afición se han enfrentado reiteradamente, y en
ocasiones de forma poco diplomática a la junta directiva, formada por un grupo
de empresarios d ela región que dicen tener la representación de las acciones
de Ali, dueño oficial del Racing mientras los tribunales no desenreden este
galimatías.
Con el
objeto de contrastar esta información nos hemos puesto en contacto con el club, que se ha negado a hacer
cualquier tipo de declaración. No ha sido el caso Bernardo Colsa, presidente de
las peñas racinguistas y portavoz de un grupo de ciudadanos que ostentan el 2%
de las acciones del club, y de Pedro Alba, antiguo capitán del Racing, quienes
nos atendieron muy amablemente.
Bernardo
Colsa nos ha explicado que la situación actual (el riesgo descender a segunda B
y, ante la caída de ingresos desaparecer) es debida a esta confusa situación
accionarial, a la mala gestión del club y a una mala administración económica y
deportiva, realizada por los mandatarios del club en los últimos años. Colsa
nos mostró una visión de la situación muy pasional, la de quien, como
aficionado, vive el club con intensidad, reclamando insistentemente una
resolución judicial rápida y la intervención del gobierno en la gestión, a lo
que este se ha negado.
En cambio,
Pedro Alba, ex entrenador de porteros del club racinguista, nos mostró una
imagen mas objetiva de la situación. Como Colsa opina que el “desastre”
racinguista se debe a que la afición en ocasiones, cuando el club estaba en su
peor situación, luchando por no descender a 2ª División, no estuvo a la altura
y esto hizo que los jugadores no se sintieran apoyados y el club descendiera.
Pero también manifiesta su indignación por unos dirigentes que no solo no han
realizado una buena administración, sino que no han sabido integrar y unir a
todos los sectores implicados de la sociedad, lo que debería llevar a la
formación de un nuevo equipo directivo que evite el final de la sociedad, con
ayuda de todos.
Es una
lucha compleja, desagradable, en la que, en realidad solo pierde uno, el
Racing, esa pasión que todos los cántabros hemos sentido desde bien chicos,
desde que nos enseñaron “La fuente de cacho”, ese himno que hoy nos gustaría
cantar a todos, juntos como una piña, después de gritar, feliz cumpleaños
Racing, feliz centenario
Imagen racinguistas.com
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