viernes, 21 de junio de 2013

Cantabria cuida del agua del planeta



Gonzalo Zúñiga, Maria Muñiz, Lucia Ruiz Vila / EPE 2013. Enredados

Acunada por el mar y mecida por una lluvia persistente, que nos acompaña todo el año, Cantabria es una comunidad condicionada y definida por el agua. Un bien natural que, pese a su abundancia se ha convertido en un lujo para muchos seres humanos, por la falta de cuidado y un uso adecuado. Esa conciencia colectiva ha dado sus frutos, en nuestra comunidad, en una de las instituciones punteras, a nivel mundial, en la gestión e investigación sobre el agua, hasta el punto de que sus investigadores trabajan en este momento en proyectos ambientales en tres continentes. Es el Instituto de Hidráulica ambiental de Cantabria (IH), y navegamos por él de la mano de su director general, Raúl Medina, ingeniero civil y profesor de ingeniería costera de la Universidad de Cantabria (UC).



El instituto y la fundación que sirve para gestionarlo nacieron en 2007 de la fusión de dos grupos de trabajo de la UC dedicados a temas de agua. Desde entonces estudian el agua, dulce o salada y todo lo que contiene (nutrientes, sedimentos o contaminantes, todo lo que envuelve al agua, incluyendo manufacturas (presas, embalses, diseños de ríos…) y también la gestión del agua. Un ejemplo son los últimos proyectos desarrollados por el IH. Así, el ministerio de medio ambiente de Egipto ha contratado al instituto para realizar un plan de gestión de 400 km de costa, determinando los usos de esa costa y las actividades que no se deben hacer, donde construir hoteles o donde hacer las carreteras, todo para conseguir preservar esas costas. Otro de tipo de proyecto es el que se ejecuta en Omán, donde el gobierno les ha contratado para desarrollar un sistema de alerta temprana ante tsunamis. Otros son los que actualmente se realizan para la ONU, en el estudio de inundaciones en el Salvador, o sobre el impacto del cambio climático en las playas del Sudamérica. O trabajos en hidrobiología sobre ecosistemas marinos y fluviales, en los que están trabajando para intentar recuperar el ecosistema de los estuarios
Pero siempre con un factor común, el estudio y análisis del agua. En ocasiones el IH desarrolla trabajos de campo vitales para la protección del medio y las personas, para el equilibrio entre los humanos y la naturaleza. Pero en otras, el IH desarrolla modelos de análisis y estudio que permiten a otros investigadores realizara sus estudios o sus planes. Es el caso del IH-2VOF, el IH-3VOF o del IH FOAM, modelos que permiten el estudio y predicción de la interacción del oleaje y el viento, las resistencias de las infraestructuras costeras o el estudio energético de ondas y flujos de marea. Ello ha permitido llevar a cabo, con otras instituciones planes de producción energética, desarrollo de materiales para escolleras y puertos o sistemas de predicción de olas que permiten proporcionar información, por adelantado, a los amantes del surf y, de esa manera, apoyar al turismo (el sistema surf zone).

En la actualidad el IH lo forman 140 personas, en su mayoría contratados fuera de la universidad, y que cubren todos los campos de la investigación del agua (ingenieros de todas sus especialidades, biólogos, especialistas en ciencias ambientales y del mar e, incluso, bogados, economistas o físicos, geógrafos.
Pero el mantenimiento de esta infraestructura humana y de investigación es costoso, por lo que el IH ha sabido combinar el trabajo científico con la rentabilización económica de su labor. En la actualidad  el 73% de los trabajos se realizan fuera de España, siendo más abundantes los  trabajos para administraciones publicas.
“Quizá uno de los más trascendentes sea el que hicimos para el Ministerio de Medio Ambiente de Egipto. Un proyecto en la zona de Alejandría, que tiene el 40% de la industria de todo el país, donde viven 5 millones de habitantes que viven en un tramo de costa muy pequeño y degradado, y donde el Banco Mundial convocó un concurso para hacer un estudio de la mejora de ese tramo de costa. Y el que actualmente desarrollamos en Oman sobre sostenibilidad”. Es solo un ejemplo de los muchos que nos expone el profesor Medina y que también representan el afán del IH por desarrollar medios para aumentar la competitividad de nuestras empresas.
“¿Nuestra mayor preocupación?, frenar el deterioro de nuestra costa. Pensar que tenemos un  16% de costa degradada en España, mientras que el 19% ya no es costa es un muro. En el arco mediterráneo el 53% necesita algún tipo de actuación de restauración, por la calidad del agua, por erosión o por problemas derivados de la ocupación. Pero España no es el único reto. Fuera de aquí hay zonas costeras extremadamente deterioradas, como en Palestina, donde  todos los desagües de aguas fecales evacuan directamente en las playas, generando un  circulo de la pobreza ambiental, en el que el uso y el abuso se alimentan, reduciendo además los recursos y el futuro de esa población”.
Para los miembros del IH, el gran objetivo no es tanto física ambiental como el modelo de gestión. “Tiene que aumentar la coordinación entre las diferentes administraciones, por ello va a dictarse una directiva europea que obligará a las administraciones que tienen una competencia en la costa a que tengan un sistema que les permita coordinar sus decisiones, evitando así que unas y otras se entorpezcan”. Este es el IH, el único centro ITS que no recibe ningún tipo de subvención, que se auto financia con los ingresos de sus trabajos. Y es de Cantabria.  



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